Ojos llegan a esta página que atraviesan mares fríos. Nuestra madrugada no es suficientemente oscura para evitar estos paseos, cuando su noche austral, que acaricia con sus yemas la llegada del verano asfixiante, vienen a refrescarse a estas gélidas latitudes.
Misterios de la red inextricables e inalcanzables, maravillosos y milagrosos.
Quizá, sólo quizá, no estaría mal que nuestras miradas, encanecidas por la nieve y por el hielo, se calentaran en el húmedo verano bonaerense.
Pinchad en el enlace de más abajo, a mano derecha según descendéis con la ruedecilla del ratón. Se titula La zona irredenta y su autor, Adrián Dorado, seguro que os agradece vuestro paso silencioso con una sonrisa picarona.
(Bueno, si es mucho trabajo pinchad aquí mismo http://www.adriandorado.blogspot.com/ )
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