En estos días, desde que el sábado se arrodilló ante la puesta del sol, la ciudad se ha visto envuelta en una niebla blanda que más que ocultar, camuflaba.
Mi cabeza está también cubierta por la niebla.
Después de un año sin mucha actividad literaria, de pronto, se me acumula todo casi al mismo tiempo, y percibo que mi mirada no ve tan claro como hace unos días. Avanzan las palabras, como un ejército invasor, pero les falta un buen mariscal de campo que las organice.
Espero que el sol, deshaga estas guedejas pálidas que me hacen temblar.
Mi cabeza está también cubierta por la niebla.
Después de un año sin mucha actividad literaria, de pronto, se me acumula todo casi al mismo tiempo, y percibo que mi mirada no ve tan claro como hace unos días. Avanzan las palabras, como un ejército invasor, pero les falta un buen mariscal de campo que las organice.
Espero que el sol, deshaga estas guedejas pálidas que me hacen temblar.
1 comentario:
regalanos cuentos por favorrrrrrrrrrr
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