viernes, 4 de septiembre de 2009

¿QUÉ DECISIÓN TOMAR? (26 y 27)

* * *
26
02:56 a.m
Los ojos de Gilberto intentan decapitar la madrugada. El movimiento del joven periodista no es el que esperaba. Se da perfecta cuenta de que en este preciso momento, le haría falta un hombre más. Pero hay cosas de las que mejor es no lamentarse. Si hubiera hecho caso a su intuición, Lauro no estaría solo en el coche y alguien le acompañaría. Por delante como una cuesta insalvable, tiene que elegir quién de los dos miembros de la pareja queda sin vigilancia.
Si por él fuera, se olvidaría de la chica. Seguro que está plácidamente dormida. Es él quién puede torcer todavía las cosas. Salvo que el redactor se haya olido lo de la vigilancia y haya decidido, en un gesto de torero valiente, salir del piso para convertirse en cebo; mientras, ella, que antes habrá recibido instrucciones precisas, realiza algún movimiento inesperado, como acudir a la policía.
Sin embargo, en esta historia, Gilberto tiene muy clara una de las cuestiones, él no es nadie para tomar determinadas decisiones. Conoce a la perfección dónde están sus límites. Y se increpa a sí mismo‘¿No tienes orden de comunicar cualquier novedad sospechosa a quien te ha de pagar? Pues llama, no te busques más líos. Demasiado mal lo estás haciendo.’ Sin mirar al reloj que marca las tres menos cinco de la madrugada, llama a Doroteo. Si tuviera que responder a la pregunta de si ha despertado o no Doroteo, no sabría contestar con total precisión, pero estaría por jurar que no, que no lo ha despertado. La respuesta de Doroteo lo tranquiliza. En el fondo, piensa lo mismo que él, en su opinión Elio irá donde esté don Efrén. La orden le tranquiliza, no es necesario que mueva a Lauro de donde está. En pocos minutos, Damián estará vigilando a los dos.
* * *
27
03:05 a.m

‘El viejo no se va a ir en toda la noche. ¿Es que nunca duerme?’ Damián ha perdido hace un rato la cuenta de los cigarrillos fumados por aquel hombre en este rato. Sin embargo, observa con desesperación que la bebida a penas baja de nivel. De vez en cuando se lleva el vaso a los labios, aunque probablemente ni le roza. Damián intuye que Efrén sabe que le sigue y está jugando con él. No repitamos el exabrupto que a modo de pensamiento acaba de prender como una cerilla rabiosa en su cerebro.
El sonido del móvil le distrae de aquella vigilancia que, por las trazas, es imposible disimular.
La Colombiana rebrota en su memoria, tras la insistencia de Bernabé, en nombrarla. Mientras, su compinche describe con todo lujo de detalles la indumentaria (escasa) que esta noche luce sobre su cuerpo que tanto desea. Por un momento está convencido de que si se larga al Dado’s y está con La Colombiana un rato, cuando regrese a El Espejo, el maldito director del periódico seguiría acodado sobre la barra, llenando el cenicero de colillas y esperando a que el güisqui alcanzara la temperatura propia para ser destilado y convertirse en alcohol puro… Pero si no es así, será que se ha largado a dormir a casa. ‘¿Qué se puede hacer a las tres y cinco de la madrugada?' Su cerebro a duras penas logra detenerse en un pensamiento diferente al de la silueta de la mujer por la que podría matar.
Bernabé juega con ventaja. Por más que lo intente, Damián no puede contestar como se merece. Salvo que salga a la calle. Decide girarse y emite un susurro firme para su interlocutuor, pero audible para los dos del bar. ‘Bernabé, no me seas maricón, ya te he dicho que no puedo bajar esta noche, y punto’. Cuando después de cerrar con rabia, estrépito y furia la tapa del móvilo vuelve a su posición anterior, se da cuenta que el viejo ha desaparecido.
Su móvil vuelve a emitir el sonido de una cumbia.

12 comentarios:

Pilar dijo...

Recién llegada de tierras asturianas me asomo a la ventana virtual de Pavesas y Cenizas, no sin ciertas dificultades para articular pensamientos, ideas y sentimientos, pues tras un mes de asilvestramiento total (no he leído prácticamente nada y he cogido el ordenador para la meramente necesario ) me siento algo desentrenada. Me resulta extraño hasta el teclado del PC, y es que por allí he estado más bien todo el día al aire libre, como un trasgo enloquecido, una meiga alunada o un unicornio voraz de aire y mar.Por no mencionar a mi querida alter ego que se lo ha nadado todo ( no te preocupes Susana que no se me ha arrugado la colita, como me pusiste en aquel mensaje tan gracioso)y vuelve a su roquita y su pecera más fresca que una lubina de la Ría del Eo.
Bueno. Este estado de aturdimiento temporal predigo que durará poco (espero) y lucharé por recobrar la lucidez (si es que antes la tenía ) que he perdido en 30 días de dolce far niente (pero niente de niente).
Tengo mucho que leerte, escribidor. Dame tiempo, que el atraso es considerable y entro en este capítulo más verde que una mora en abril.
Espero que me perdones la lentitud mental que me aturde y conturba al mismo tiempo. Prometo ponerme a ello y esmerarme más que hoy.
Un beso muy abisal a tod@s y de verdad que me siento muy feliz de regresar a estos lares tan añorados.
Pilar.

Flamenco Rojo dijo...

Con lo bien que se está en la camita a las tres de la madrugá y esta gente enreando. Miedo me da el desenlace posible.

¡Hola Pilar! Me alegro de volver a leerte y que hayas disfrutado por tierras asturianas.

Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

Pilar:
Bienvenida a este rincón. Deseo que tu mes asturiano haya servido para recargar las baterías y que duren bien llenas lo máximo posible. Tienes todo el tiempo del mundo, no te agobies, tampoco son tan importantes mis palabras. Y desde luego si hoy no tienes lucidez, cuando te llegue serás como un faro en medio de la madrugada.

Amando Carabias dijo...

Pepe Gonce
Y que lo digas, y más entre semana que hay tan poca gente por el mundo. Si yo pensaba que hasta quitaban las calles. Por lo que se ve, no es así. El desenlace, el desenlace... Esro empieza a parecerse a una historia interminable.

maririu dijo...

pues minuto a minuto pero algo adelantamos, paramí que don Efrén se ha bajado a recoger un cigarrillo y el contador se lo tapa a Damián que sale como un loco hacia la calle... en cuanto a Elio su estratagema ha dado su fruto y paseando por el Olivar (???) shasta el amanecer puede localizar la entrada de la mina de oro (o $ que ya no sé)
Pilar bienvenida

maririu dijo...

el contador no galicismo = el mostrador

Amando Carabias dijo...

Maririu
Frío, frío.

catherine dijo...

Hola a todos! Al llegar habia dejado algunas palabras en un rinconcito para Amando, pués me fui a la montana durante dos dias. Pilar, bienvenida! tengo también mucho retraso asi que no puedo comentar la novela, me quedo con los capitulos 22 y 23. Ya he leido relatos de viajes y de la exposicion, poesias admirables, comentarios de todos temas muy interesantes. Sigo después de la cena, algo de mermelada de higos del vecino, màs coladas. Las compras ya estan hechas. La vida en esta casa es una locura como lo habitual pero vuelvo con las pilas bien cargadas de aire y sol de Corcega y de la montana. Y el martés 8 me voy a Espana.
Besos para vosotros y con antelacion a los que se han ido de fin de semana. Uno màs para el ecribidor.

Amando Carabias dijo...

Catherine:
Muchas gracias por tus palabras.

Ferran dijo...

Bienvenida, Pilar...Supongo que cuando hablas del teclado del PC no te refieres a un partido en el que milité muchos años...! Bueno, creo que ese teclado está ya hecho trizas...

pero no has hecho nada de nada de nada...? Ni leernos? No te engañes: aunque no lo hayas notado, has hecho mucho. Mirar el paisaje, dormir todo lo que te pide el cuerpo (y soñar, por tanto), estar con los tuyos sin urgencias...¿A eso le llamas no hacer nada? Quizás el no hacer nada sea, precisamente, cuando nos olvidamos de nuestra absoluta libertad y pasamos a los días laborables...

Ferran dijo...

Amando, lo que decías sobre escribir poesía y ver el mundo me ha ayudado a escribir estos versos, sobre cuál es nuestra función frente y en la tierra. Que te gusten.



Sólo existes, quizás, cuando te pienso,
cuando acierto a entenderte y te describo.
Eres la realidad en la que vivo
cuando en tu nombre mi palabra tenso.

Cuando comprendo el mundo en que reposa
tu exactitud abrumadora y quieta:
la minuciosa imagen del planeta,
la eternidad prendida en cada cosa.

¡Misteriosa región, innumerable
latido de la tierra permanente,
Ser inmortal en cuyo cuerpo habito!

¿Existirás tan sólo mientras hable,
mientras siga nombrándote mi frente,
mientras mi voz dé tiempo a tu infinito?

Amando Carabias dijo...

Ferran:
De nuevo, muchas gracias, ¿cuántas van?, por tu tremenda genererosidad.
La verdad es que me sorprende y me agrada que mis palabras puedan inspirar nada menos que un soneto. Es una grata sorpresa, desde luego.