Aquel escritor era tan afortunado, que los sueños escribían sus libros. Los editores creían en su esfuerzo y en su genialidad. Los lectores eran legión innumerable. Vivía de sus palabras depositadas sobre las hojas de papel.
Giró un cuarto de vuelta sobre el colchón.
Aquel escritor era tan afortunado que soñaba los libros que escribía. Vivía de sus sueños.
Giró otro cuarto de vuelta sobre el colchón.
Aquel escritor era tan afortunado que escribía los libros que soñaba.
Giró un cuarto de vuelta sobre el colchón.
Aquel escritor era tan afortunado que escribía y soñaba.
Giró un cuarto de vuelta sobre el colchón.
Aquel escritor era tan afortunado que soñaba.
Y sonó el despertador.
36 comentarios:
Buenos días... hoy mi vuelta del colchón me despidió a las 5:00, así que tendré un día de más horas...
Es que me parece que sin sueños, sin ilusiones... no merecería la pena...
Lo importante no es llegar, más bien es el camino, largo algunas veces que hay que hacer para llegar, pero cuantas vivencias podremos sentir entonces???...
María desde África... doce horas es solo tiempo cuando se está donde una quiere... verdad???...
Besitos desde Tenerife, y que tengaís un feliz día...
Beatriz:
Sigamos soñando pues, y disfrutando del camino.
¡bordado!
Ayer hablaba de ello con mi amiga Zoraida, dice que no le gustan los microre... y yo pensaba pues si es como un poema y tú has esrito muchos
y vas tú, Amando esta vez, y escribes uno que es un poema.
los colchones y los despertadores nos acompañan cada noche y los sueños hasta de día.
Sueños agitados. Noches sin descanso hasta que llegue la extenuación de la productividad onírica y ya no importe el despertador y sí darse un tiempo de tregua.
Maririú:
Muchas gracias. Ayer comenté a Catherine que iba a ser de sólo una frase. Pero a última hora no me atreví..., creo que por suerte.
Neuroscopetrix:
Y al final todo llega, ¿no?
Buenísimo!! lo malo (o lo bueno, depende de cómo se mire) es que seguimos dando vueltas sobre el colchón!
Besos
Marian
Marian Raméntol
Agradecido a tus palabras. Al final, me parece, que es bueno, aunque no se lo ideal.
Besos.
Aquel escritor era tan soñador que terminó siendo afortunado...
Porque la fortuna es poder soñar, poder soñarnos, y poder soñar para otros los sueños que, quizá ellos no se atreven a poner en palabras...
Beso.
Alena ¿volviste de Italia? ¿te fue bien? espero leer tus sueños italianos y etc...
Alena Collar:
Sí, es verdad. Una de las tareas de los escribidores, fabricar sueños con palabras para los otros.
Besos.
Felicidades por la genialidad de este poema-relato.
Al final, el escritor dio una vuelta entera...
Besos escribidor
Susana:
Y sólo en una vuelta cambia el mundo, aunque no su esencia.
Gracias y un beso.
Como dice Alena, bienaventurados los que nos hacen soñar.
Inténtalo con una frase. Yo a cambio te mando un beso.
Sueña, duerme, gírate cuanto quieras, despiértate escribidor.
Que algún día los sueños no se acabarán con el despertador.
Un abrazo.
No sé por qué desde el primer cuarto de vuelta sobre el colchón había pensado que el relato iba a terminar con un empotrón con la amante del escritor; pero ha tenido que aparecer el puto despertador, jajajja.
Perdona Amando me dirijo a:
Isolda tengo una dirección falsa de mail
Bueno, vuelvo luego, si puedo.
Espero que D. Ferran no haya oido hoy las absurdas cuchilladas de una tonta muriendo.
D. Ferran, por favor , escriba.
Ya me había comentado Susana lo bueno que era el microrelato de hoy y tenía razón. Me parece muy acertado el comentario de Alena.
Esto es una prueba a ver si sale el comentario.
Alena, al estar suscrito a los comentarios de seguimiento de PAVESAS me ha llegado a mi correo personal tu mensaje de parte de Amando, pero por alguna razón no queda aquí reflejado (al menos de momento) en el lugar de los comentarios.
Por si acaso no saliera lo escribo yo también.
Amig@s de parte de Amando, que os comente que tiene problemas con el blog y no le permite comentar/contestar a las entradas de hoy. Tampoco está seguro de poder colgar la entrada de esta noche.
Ay, pues nada Amando, tómatelo con calma, que debe ser el día...Lo he pasado peleando con los ordenadores, justo cuando más falta hacían. Tuve que sacar bandera blanca y rendirme...
Pepe Goncé, que el lunes tengo fiesta ¡Se acaba el Ramadán! ¡Por fiiin! En Triana estaré el lunes,que voy a ver qué demonios están haciendo en mi calle...y a tomarme una cervecita donde y cuando tú digas. Si te viene mejor un cafelito a media mañana, pues vale. Yo debo regresar a media tarde... ¿Vale? Tú mandas... Espero tu respuesta para organizarme la vida con mi gente sevillana. Abrazos africanos en el -posiblemente, que depende de la luna- penúltimo día del ayuno.
Un microrrelato redondo, precioso y poético. Como Isolda, me apunto a las palabras de Alena. Sigamos soñando, aunque el ordenador se te declare en rebeldía. Gracias, Gonce, por avisarnos. Muchos besos.
Hola María.
¿Te parece que nos veamos en el Horno de San Buenaventura de la C/. Pagés del Corro sobre las 10:30 h. y tomamos un café?. Me reconocerás, iré con Mary, estamos los dos fuertotes y yo tengo la cabeza que parece un kiwi.
Si prefieres otra hora, más temprano, más tarde, me lo dices.
Un abrazote
pues ya está el mensaje de Amando por Alena, PepeG., la Africana.
Dª Venecia por favor no se intranquilice
Ferran creemos algunos que está de "rentrée" universitaria.
En todo caso tiene cita el sábado con alguien que no soy yo.
De parte de Amando gracias a todos.
Por mí que ha sido don Efrén que no está conforme con el final.
Amando cierra el equipo y dejalo enfríar, mañana seráotro día.
Pepe Goncé,te lo confirmo en el fin de semana, que voy tempranito en tren desde El Puerto-el historiador sigue camino de Salamanca- y no sé a qué hora llego. El Horno, ¿es el que está junto al antiguo Hostal Guadalquivir?, hijo, es que me patinan las neuronas, sí, ya sé, a la vuelta de mi casa...
Yo también seré reconocible: pelo corto rizado; mediana estatura; ojos verdosos;algún kilito de más...si no me olvido,llevaré un colgante con un llamador de ángeles de filigrana charra que, si no os localizo haré sonar... para que se acerquen los ángeles... y recuérdame que os cuente una anécdota de encuentros, precisamente en ese horno... Besos africanos, especialmente para el escribidor, que vaya sofocón...
Parece que, efectivamente, los problemas los tuve anoche en el equipo doméstico. Ha debido de ser una declaración de guerra en toda regla, por el exhaustivo trabajo al que le someto. Esperemos que hoy, esta noche, esté calmado.
Muchas gracias a todos por vuestro interés y cariño.
Fue curioso que mientras intentaba centrarme en la escritura, después de una tarde pasada con agua en compañía de Catherine, veía a través del correo electrónico, vuestras entradas que se habían dejado en esta ventanita, y sin embargo, no podía acceder a ella de ninguna manera. Era como si alguien no me dejara entrar a la sala principal de la brasserie. Porque en la cocina, en la trastienda, en la despensa, en la sala de calderas, en su capilla... en cualquier otro lugar podía zascandilear a mi antojo, sin embargo en la página principal era como si al aparecer mis ojos, le entrara un ataque de pánico: puf, desaparecía...
Lo dicho, gracias a todos.
Ahora paso a contestar algunas de las intervenciones..., si me lo permitís.
Isolda:
Lo intentaré. Es uno de los retos, pero a la vez una de las dudas.
Pepe Gónce:
Qué palabras tan sensibles y de tanto ánimo: las guardo en el corazón.
S.C.:
Es que se trataba de la realidad, no de la imaginación.
Venecia:
Espero lo mismo. No sé a qué se refiere con precisión aunque lo supongo, porque hoy he estado en mejores asuntos, como desvelar misterios de esta ciudad a una gran persona; pero si es lo que me imagino, será como tantas veces, cuando algo parecido a la estrechez de mentes o la envidia o la intolerancia ocupa los corazones.
Nuestro Ferran no se merece eso.
Javier:
Espero que esas vacaciones tan merecidas hayan servido para recargar las baterías.
Pepe Gonce:
a) Muchas gracias por tu interés y tu pronta respuesta, te voy a nombrar vigía del blog, o algo así.
b) El comentario de Alena lo publicó en el piso de abajo.
María A.:
Como he dicho más arriba, ya estaba convencido de hace tiempo, y más desde que tengo internet: estos cacharros tienen vida propia y de vez en cuando se toman sus propias fiestas. Creo que sería bueno que nombraran sus representantes sindicales para negociar con los patronos. De ese modo no actuarían cuando más daño hacen.
María Sangüesa:
Como digo tantas veces, la gran ventaja de este modo de publicar es la inmediatez con las respuestas de los lectores. Esto provoca en el autor, como me ha provocado a mí, un proceso de reflexión que, sin duda, será importantísimo, mucho más de lo que ahora se pueda vaticinar, para mis letras.
Muchas gracias y un beso
Pepe & María A.:
Ya nos contáreis ese café..., lo que se pueda contar, claro.
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