La palabra de cada día 2005.
El camino que serpea.
Abril.
He salido a la calle, como cada mañana, y he sonreído a cuantos se cruzaban conmigo, porque en todas los rostros colgaba, como una condecoración, la más alta de todas, la sonrisa de la felicidad. Han desaparecido todos mendigos que con sus mugrientas manos extendidas y vacías, me pedían que se las llenase con monedas. He asistido a la quema de todos los pasaportes, porque desde ayer son documentos inútiles. En todos los edificios públicos, ondea una sola enseña, la bandera blanca de la paz. Cuando he comprado el periódico, las páginas dedicadas a los sucesos eran del mismo albeado color que la bandera; he vuelto a donde mi quiosquero para que me cambiase el ejemplar, pero cualquiera que tomara le pasaba igual; he hojeado otro periódico distinto, y pasaba lo mismo, y con otro, y con otro... Los políticos, decidieron ayer por unanimidad en el Congreso que, a partir de hoy, se dedicarán a leer poesía y en sus ratos libres a jugar al parchís, únicamente. Las multinacionales han acordado que pagarán los mismos sueldos y en las mismas condiciones, en Boston que en Bangla-Desh, en Madrid que en Rabat, en Copenhague que en Mogadiscio, en Londres que en Dakar… El Consejo de Seguridad de la ONU, por unanimidad, ha convocado un concurso de ideas para construir una paloma albina con todas las armas negras y con todos los barrotes de las prisiones. La última acción de la policía en el mundo, antes de su autodisolución, ha sido desmantelar todas las redes de prostitución que hay en el Planeta…
¡… Ay, he despertado y todo era mentira, aún! Ante mí se ve, como cada mañana, un inmenso camino empinado y abrupto, y más que invitarme a explorarlo, me amenaza con su presencia. De todos modos, el sueño es un motor poderoso, aunque de efecto retardado…
¡… Ay, he despertado y todo era mentira, aún! Ante mí se ve, como cada mañana, un inmenso camino empinado y abrupto, y más que invitarme a explorarlo, me amenaza con su presencia. De todos modos, el sueño es un motor poderoso, aunque de efecto retardado…
10 comentarios:
Mi amigo... estaba pensando pedirte permiso para llevarme este escrito a la página, pero me lo has estropeado con ese final!!!...
Yo estoy convencida de que las utopías sí son realizables!!!...
Besos cariñosos desde Tenerife...
Beatriz:
Pues encantado de que reproduzcas el párrafo si así lo estimas conveniente.
El final... El final es la constatación de ese, 'aún'. Si ves, digo: ¡Ay he despertado y todo era mentira, aún(...) y concluyo el sueño es un motor poderoso, aunque de efecto retardado. Es decir que a pesar de las múltiples infamias que nos sobrecogen (y tú página refleja unas cuantas), creo firmemente en que lo que sueño se hará real.
Un beso.
Las utopías, decía Eric Fromm, las carga el diablo.
Yo comparto la idea de una historia universal de Kant (soy kantiano 100%): "En una vida bucólica de concordia, modestia y armonía, los talentos de los hombres no germinarían jamás, éstos, mansos como las ovejas que apacientan, apenas lograrían conferir a su existencia más valor que el que tiene su ganado; no llenarían el hueco que la Creación ha previsto para ellos en tanto que naturaleza racional ... ¡Demos gracias a la naturaleza por la insociabilidad, por la eterna rivalidad, por el insaciable deseo de tener y de poder! Sin ellos, las excelsas disposiciones naturales de los hombres permanecerían eternamente aletargadas. El hombre quiere la concordia, pero la naturaleza sabe lo que conviene al género humano: ella quiere la discordia".
Kant creía en el progreso de la razón hacia una sociedad mejor, pero no en las utopías. En eso estriba la diferencia entre el idealista y el utópico.
Me he levantado filosófico esta mañana, con sus 16ºC.
Gaspard:
El escribidor, aquella mañana de abrileña de 2005, porque quizá lo necesitaba después de varios meses de luchas y experiencias duras, clamó en su cuadernillo de a diario por esa solidaridad, por esa armonía, por esa paz... Pero nunca habló de una vida en medio de los pastizales.
No soy nadie para rebatir a Kant, ni a la mayoría del mundo, pero ya que encabezas tu comentario con From, diría que mi grito utópico tiene mucho de admiración a las propuestas de Erich Fromm, sobre todo las que deduje tras la lectura de su "Arte de amar". Donde, a pesar de su prevención por las utopías -tal y como señalas-, construye (o reconstruye) una hermosa utopía, la más hermosa de todas, basada precisamente en la fuerza imparable del amor; no entendido sólo este concepto en el sentido erótico o del amor de la pareja, sino en su sentido más amplio de entrega a los demás.
Quizá lo que Kant sugiere está más en la línea de la competencia por la mejora de la especie, algo que luego han continuado otros pensadores, y quizá esa sugerencia esté muy atinada, pero el tiempo no le da la razón. La discordia que quiere la naturaleza para el progreso del género humano, habrá traído mucho bien, no lo discuto, pero también muchísima desgracia, miseria, muerte y destrucción.
Que mi pie te despierte,sombra a sombra
he bajado hasta el fondo de la patria.
Hoja a hoja, hasta dar con la raíz
amarga de mi patria.
Que mi fe te levante, sima a sima
he salido a la luz de la esperanza.
hombro a hombro, hasta ver un pueblo en pie
de paz, izando un alba
Que mi voz brille libre, letra a letra
restregué contra el aire las palabras.
Ah las palabras.Alguien
heló los labios-bajo el sol-de España
Blas de Otero, con la inmensa mayoría.ed.Losada
No podía ser verdad…al final la cruda realidad, lo mismo en 2005 que en el 2009. Quien no ha tenido alguna vez este sueño utópico. La utopía es parte de la creatividad humana.
Un abrazo.
Cómo voy a creer
que el mundo se quedó sin utopías
cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza
cómo voy a creer
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea
cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada
cómo voy a creer
que tu cuerpo
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetro
cómo voy a creer
que la útopia ya no existe
si vos
osada / eterna
si vos / sos mi utopía.
Utopias
Mario Benedetti
Pepe Gonce:
Porque la descarnada realidad no podrá eliminar los sueños.
Hasta el momento, son los estos uno de los motores del progreso, aunque no el único. Porque los sueños, algunas veces, son una meta en la que invertir nuestras energías.
Gaspard: es cierto que la utopía, en su sentido de crear un mundo perfecto, ha causado desastres. No podemos aspirar a una humanidad en la que todo el mundo sea bondadoso. Es decir, podemos aspirar, proponerlo. Pero sabiendo que no podemos destruir lo bueno de hoy por lo perfecto de mañana. Porque en esto han consistido los problemas de proyectos obsesionados con un futuro que permitía la abolición del presente. En cambio, creo que el propio pragmatismo implica plantearse ese futuro como parte de este presente, no como algo ajeno a él que merece sacrificarlo todo en un altar. No sólo he visto egoísmo en las utopías. He visto a personas cuya vida entera se ha vivido pensando en un proyecto, a sabiendas de que no llegarían a él, y que les hizo la existencia un infierno sólo consolado por las virtudes de la causa. No creo que deba hacerse, teniendo en la cabeza a dos personas a las que admiré, como Gregorio López Raimundo y Miguel Núñez. Su cárcel, su exilio, las torturas padecidas, la vida familiar descoyuntada...Les podía esa impresión de compromiso radical y, en buena medida, uno seguía porque no deseaba defraudarles. Pero, a cierta altura, cuando empiezan a llegar problemas tan elementales como los del propio cuerpo que te recuerda la edad que tienes y la situación de segunda o tercera parte de la existencia, te planteas si hay cosas que pueden exigirse, no a un pueblo abstracto, sino a ti mismo, a tu pareja, a tu vida profesional aplazada...Bueno, cuando además las cosas han ido como han ido, no me pego porque me hago daño.
Ferran:
Supongo que cada quien en un momento determinado mira hacia atrás y hace un balance. Como sucede con los balances pueden ser positivos o negativos, y en el caso de que sean negativos se pueden tomar diversas posturas.
No soy nadie (menos que nadie diría yo), pero veo un excesivo pesimismo en lo que cuentas. Sinceramente, por lo que voy conociendo de ti, de tu trayectoria, de tu vida, no es justo que te trates con tanta dureza, o eso me parece. Perdona si me meto donde no me llaman.
Me parece, por otra parte, que la utopía, no es sólo una tarea individual, por el contrario, es algo colectivo incluso en la historia, forma parte de una inmensa carrera de relevos en la que cada uno aportamos nuestro granito de arena. En un momento determinado es justo que se abandone la primera línea, para situarse en la retaguardia. Hay labores en la retaguardia vitales, como mantener la memoria fresca y limpia de adherencias.
Un abrazo.
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