Para mi hija Ana en su cumpleaños
Se
aquieta el mar,
sosiego,
espuma blanda,
en el fielato plata de su risa:
fulgor de orquesta sobre aguas,
acorde de luz sobre la arena,
ilimitada vista de alas en hilván
sobre la espalda de la aurora,
cuando ya la mañana es vertical.
sosiego,
espuma blanda,
en el fielato plata de su risa:
fulgor de orquesta sobre aguas,
acorde de luz sobre la arena,
ilimitada vista de alas en hilván
sobre la espalda de la aurora,
cuando ya la mañana es vertical.
Como
danza de olas
cuya matriz es diosa fecunda,
como sol insaciable de caricias,
como revolar de campanas de fiesta,
su risa es esencia del sur,
del sur que ahora sufre
donde la verdad no sólo es llanto,
ni es sólo herida en flor,
ni es sólo quejido
ni es sólo miedo o sufrimiento,
sino felicidad y dicha y baile,
tañido de su boca acogedora
como brisa vestida de sal,
sosiego,
espuma blanda…
cuya matriz es diosa fecunda,
como sol insaciable de caricias,
como revolar de campanas de fiesta,
su risa es esencia del sur,
del sur que ahora sufre
donde la verdad no sólo es llanto,
ni es sólo herida en flor,
ni es sólo quejido
ni es sólo miedo o sufrimiento,
sino felicidad y dicha y baile,
tañido de su boca acogedora
como brisa vestida de sal,
sosiego,
espuma blanda…
Es
tanta su intensidad,
como acorde de guitarra y nácar
despertando silencios del recuerdo,
rastro del tiempo en su rostro.
como acorde de guitarra y nácar
despertando silencios del recuerdo,
rastro del tiempo en su rostro.
Sé,
lo sabe el horizonte
y el aullido de la muerte,
que no es posible
hacer olvido del oprobio,
hundir la preocupación en el ocaso,
embaular el trabajo y el esfuerzo,
llenar un ataúd sin dolor y sufrimiento…
(Así de débiles son mis manos,
así de inútil es mi afán).
Pero cuando contemplo
el fielato de plata de su risa,
resquebrajo mi melancolía,
como si no existiera
como vector inútil de una fórmula.
y el aullido de la muerte,
que no es posible
hacer olvido del oprobio,
hundir la preocupación en el ocaso,
embaular el trabajo y el esfuerzo,
llenar un ataúd sin dolor y sufrimiento…
(Así de débiles son mis manos,
así de inútil es mi afán).
Pero cuando contemplo
el fielato de plata de su risa,
resquebrajo mi melancolía,
como si no existiera
como vector inútil de una fórmula.
Siento
el taconeo de luna en su risa,
siento en los anaqueles del pasado
el relámpago de su mirada nocturna
rescatando de mis pliegues
los instantes de optimismo y
de horizonte iluminado por sus dedos.
siento en los anaqueles del pasado
el relámpago de su mirada nocturna
rescatando de mis pliegues
los instantes de optimismo y
de horizonte iluminado por sus dedos.
Es
contagiosa esa sinfonía de fulgor y nácar,
tanto que no entiendo
por qué el cosmos no interpreta,
como un trompeteo unísono,
sus acordes de brillos, destellos y colores
cuando el mediodía,
alta cordillera de allegro presto,
se hace luz, sólo luz, inalcanzable luz,
salvo para su rostro de duna iluminada,
de playa infinita
donde dejar que el tiempo transcurra sin fisuras
e impedir que edifique su guarida el desaliento…
tanto que no entiendo
por qué el cosmos no interpreta,
como un trompeteo unísono,
sus acordes de brillos, destellos y colores
cuando el mediodía,
alta cordillera de allegro presto,
se hace luz, sólo luz, inalcanzable luz,
salvo para su rostro de duna iluminada,
de playa infinita
donde dejar que el tiempo transcurra sin fisuras
e impedir que edifique su guarida el desaliento…
14 comentarios:
¡Oh, el poder transformador de la amada!
Precioso regalo, Amando. Feliz día para Ana y familia.
La poesía es así de grande. Le va que ni pintado a tu hija Ana.
"Es contagiosa esa sinfonía de fulgor y nácar,
tanto que no entiendo
por qué el cosmos no interpreta,
como un trompeteo unísono,
sus acordes de brillos, destellos y colores"
Muchas felicidades por la parte que te toca.
Un beso para ella y otro para ti, poeta.
Tanto amor en tus versos amigo Amando, felicidades a ambos. Saludo
Felicidades a Ana por su cumple, por el bellísimo poema y por su padre y a tí, Amando por el regalo de Ana y de su sonrisa.
Preciosa oda a tu hija. Menudo regalo!! Me quedo con ese "taconeo de luna su risa" precioso.
Un abrazo
Orgulloso padre de su hija...orgullosa hija de su padre.
Felicidades a los dos...a Ana por su cumpleaños y a ti por el poema.
Abrazos.
Una creación que tu hija apreciará con el tiempo.
Felicidades a ambos.
Amando
Que bonito regalo para una hija,
Felicidades a los dos.Te leo siempre
Saludos Paco
Espuma blanca nácar de satisfacciones, libre, ilusionado, y alegre, a pesar de sinsabores que mutilan y deshonran. Dolor y sufrimiento frente a unas leves lomas blancas que arrastran hacia el infinito aquello que pueden. Belleza de luz sin igual, pasión por las pasiones, por amores y desamores, por retos y peleas que provocan desilusiones donde había paz. Potencia inusitada de un poema escrito con el sentimiento del encuentro de dos mares, del amor de un padre a su hija. ¡FELICIDADES, ANA!.
Un abrazo, querido amigo Amando.
P.D.: Mis problemas informáticos me van a obligar a tomar medidas extremas. Siento que uno de los afectados seas tú, Amando, aunque, aparentemente parecen solucionados.
Por ese taconeo de luna en su risa, entiendo tu contagio. Por ese verso sin desaliento, te admiro.
Por, por... si acaso, ¿me puedes apadrinar? Te digo cuando es mi cumpleaños.
Un gran abrazo.
Felicidades a Ana con retraso. Sigue así de guapa.
(Vaya hijas que tienes, Amando, siempre te he dicho que de dónde sacan esa belleza iraní que ambas tienen)
Bella dedicatoria a un pedacito de ti, nada enorgullece más, que mostrar el amor y el cariño hacia los hijos. Un abrazo.
Bellísimo regalo de cumple: Divina juventud. Con acordes de brillos, destellos y colores... Suerte para ella.
Mi felicitación para ella, y para todos los que la rodean.
Otro beso.
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