Para mi hija Ana, que me preguntó por el poema de Claudio Rodríguez
y con quien lo estuve analizando.Como si nunca hubiera sido mía,
dad al aire mi voz y que en el aire
sea de todos y la sepan todos.
Claudio
Rodríguez
Del poemario Don de la ebriedad
Ahora que este miedo tirita sobre el mundo,
ahora que el abismo está tan cerca,
que tanto polvo ensucia todo el aire
y las lágrimas riegan los sudarios,
mi voz pierde sentido si no muere
confundida en el grito del dolor
como cristal clavado en una arteria.
ahora que el abismo está tan cerca,
que tanto polvo ensucia todo el aire
y las lágrimas riegan los sudarios,
mi voz pierde sentido si no muere
confundida en el grito del dolor
como cristal clavado en una arteria.
Quizá libar la flor tuvo sentido un día
mientras leía el mundo y su novela
y creí que el futuro de mis pasos,
y de cuantos caminan junto a mí,
podría ser la miel del paraíso
para endulzar la leche que manaba
de los pechos oscuros de la tierra.
mientras leía el mundo y su novela
y creí que el futuro de mis pasos,
y de cuantos caminan junto a mí,
podría ser la miel del paraíso
para endulzar la leche que manaba
de los pechos oscuros de la tierra.
Pero hoy nos hace falta un verso como un grito
que crezca calle a calle, piel a piel,
un verso como un salmo sin iglesia
besado por los labios sin orilla
de quienes sólo esperan su ataúd
donde olvidar el llanto de las horas
como una sinfonía de alacranes.
que crezca calle a calle, piel a piel,
un verso como un salmo sin iglesia
besado por los labios sin orilla
de quienes sólo esperan su ataúd
donde olvidar el llanto de las horas
como una sinfonía de alacranes.
Debería mi voz arrodillarse, y muda
ante el limo de lágrimas y barro,
debería mezclarse con los gritos
olvidando su rúbrica y su gesto,
ser harina, molienda triturada,
apenas dócil hostia donde habite
la esencia del latido de los hombres.
ante el limo de lágrimas y barro,
debería mezclarse con los gritos
olvidando su rúbrica y su gesto,
ser harina, molienda triturada,
apenas dócil hostia donde habite
la esencia del latido de los hombres.
28 comentarios:
Ese "miedo azul" me cala también hasta los huesos. Ojalá los versos fueran gritos, guadañas que siegan toda la maleza, porque se necesita, y mucho.
¡Precioso!
Sí, hay miedo, mucho miedo en las miradas de la gente.
Hacen falta versos que griten libertad. Hacen falta versos como los tuyos. Como dice Isabel en Facebook, un poema que pone los pelos de punta porque llega al alma.
Un saludo.
Buen poema. Un grito mudo.. Tu voz es libre
un abrazo
Buen poema, me parece bien escrito y me parece busca y hurga en la profundidad de un sentimiento que parte en el hablante y se abre hacia todos y todas. Una sensación existencial, un "algo" de la Especie.
Está la tristeza y la nostalgia de lo que alguna vez sentimos o creímos era el mundo y la vida, y el contraste demoledor de lo que vemos y vivimos día a día.
Me parece también que este texto encierra un "manifiesto", una toma de posición y desde allí es un llamado. Siento lo que intuyo nos sucede, de tanto en tanto, a quienes escribimos constantemente... lo que este poema dice tan conmovedoramente "debería mi voz arrodillarse" y abdicar. Deberían las LETRAS SALVAJES re-fundar el mundo.
Sin lugar a dudas soy una buena inspiración :)
Voz, solo voz. Sin artificios solo voz. La que conecta el alma con el mundo para hablar libre. Como siempre: joya.
Amando, poeta: me parece preciso y precioso recordar el libro “Don de la ebriedad” de Claudio Rodríguez. Estaba yo preparando los Encuentros entre la Poesía y la Universidad en la calle San Bernardo con Enrique Múgica, a la sazón del partido comunista y nos asaltó Claudio a través de Adonais. Por los encuentros pasaron muchos buenos e ilustres poetas. No me perdía ninguna charla, pero fue tanto el impacto que me produjo su libro que ni escuchaba los versos y poemas de los poetas participantes. Me faltó concentración y versos como los que has analizado, con unos bellísimos endecasílabos como él, que me hicieron recordar aquello que dijo un día Juan Ramón Jiménez de sus poetas congéneros : “realmente son unos mariconcillos de playa”. Nuestros tiempos son ahora también difíciles, pero yo no me canso personalmente y no me rebelo contra la esperanza. El cielo no es azul, el cielo es un conjunto maravillosamente compuesto de todos los colores del arco iris y así lo creo y lo miro todos los días. Y eso que mi abismo personal está tan cerca. Te felicito por tu bello poema y quiero pensar que seguirás mi rastro en el futuro. Un abrazo muy fuerte de tu amigo Fernando.
Muy buen poema con un final muy hermoso. Un abrazo
Acabo de publicar en el otro blog, el diario, "El surco de los días", este texto que quiere explicar la génesis de este poema. Algo que no me gusta hacer, pero que en este caso he creído necesaria:
"TODO COMENZÓ AYER por la mañana, cuando mi hija me envió un SMS preguntándome si tenía algo sobre la poesía española de los cincuenta.
Le pedí, por el mismo medio, que concretara un poco más, pues preguntar aquello y no preguntar nada era lo mismo. Me contestó citando a Claudio Rodríguez, y el inicio de uno de sus poemas incluidos en El don de la ebriedad: “Como si nunca hubiera sido mía, / dad al aire mi voz y que en el aire / sea de todos y la sepan todos”.
En ese momento, aún en la oficina, sólo podía asegurar que me sonaba muy vagamente, como si fuera un rostro con el que uno se ha cruzado en alguna ocasión por la calle.
Al volver a casa, busqué el libro y encontré el poema. Lo leí despacio y en algún lugar de mi interior, algo explotó. Fue como un cañonazo que precipitó un alud interno. Supe o intuí o sentí que era de aquello, precisamente de aquello, de lo que necesitaba escribir, como si allí hubiera un taponamiento que estaba cerrando el paso a una corriente de agua, más o menos poderosa. Eso el tiempo lo irá determinando.
Luego la noche se tornó en el territorio donde el poeta intenta encontrar el verso. A veces los poemas aparecen y se distinguen con cierta nitidez; pero en otras ocasiones se comportan como gatos esquivos en medio de la oscuridad. Apenas se les distingue el fulgor de sus pupilas. Ese territorio de la nocturnidad no es el mejor para mí, desde hace muchos años me muevo con más soltura —o eso creo— en la mañana, pero hay ocasiones en que nada ajeno a uno importa. Crece el poema entre los dedos y va formándose.
Pero no me atreví a publicarlo. Sentía que le faltaba algo. Sentía que necesitaba un reposo para que mi impulso no resultara el impulso un poco irracional del primer momento.
Supongo que si hoy, tras los retoques correspondientes, hubiera decidido esperar a mañana por la mañana, también hubiera cambiado alguna palabra, algún verso. De hecho es posible que aún suceda. El blog tiene la particularidad (para mi modo de entender esta cuestión) de no ser nunca la versión definitiva, aunque a veces lo haya sido. Este cuaderno virtual es, ante todo, cuaderno, es decir proceso, posible enmienda o tachadura, casi una criatura viva.
Pero en este caso más que la forma concreta del poema, más que sus versos, me urgía para su publicación, el asunto, la idea que lo hace palpitar y que no sé con qué torpeza o habilidad he dejado en su última estrofa:
Debería mi voz arrodillarse, y muda / ante el limo de lágrimas y barro, / debería mezclarse con los gritos / olvidando su rúbrica y su gesto, / ser harina, molienda triturada, / apenas dócil hostia donde habite / la esencia del latido de los hombres."
Esto sí, Amando. Esto sí.
Aquí sí me encuentras.
¡Ay Amando!!!
¡Me quedo sin palabras! Tienen tus letras un montón de belleza y sensibilidad.
Tu voz será siempre el grito que necesita el mundo, ¡Nunca perderá sentido! ¡Amigo mío! Hasta tengo ganas de llorar.
Pero no lo hago eh!!! Aunque veo un abismo como tú –lo ves, Aún creo en la esperanza.
Gracias Amando, por compartir tus bellísimas letras.
Te dejo mi abrazo grande, mi gratitud y mi admiración.
Feliz fin de semana.
Qué decir salvo que le sienta bien la nocturnidad a tus versos. Aplauso.
Un beso.
El valle de leche y miel no existe, es una utopia.
Cada verso, cada grito es imprescindible. No te arrodilles.Es un poema bellísimo y fuerte. Gracias Amando, y gracias Ana.
Me alegra enormemente saber de ti. También me alegra haber conocido la génesis de tan magnífico verso. Amigo, una corriente de aire sintiendose inmovil, casi como si fuera tierra, resulta impresionante.
Y sabes que no es coba, que de poesía entiendo poco, que la mayoría .... bueno, mejor dejarlo, el caso es que eres el único poeta al que puedo sentir. Bssss extendido y vítores.
Sabes, vengo de ver el vídeo del pianista invidente afectado con el síndrome de Down con los vellos de punta...y no me recupero después de leer tu poema. No sé si será una buena forma de empezar el fin de semana o es que estoy más sensible de la cuenta...o la edad, qué sé yo.
Un fuerte abrazo amigo.
Maravilloso, Amando. Y me quedo muy corta.
Un abrazo
Querido Amando, Tú lo has dicho, la poesía se monta en tus dedos y no entiende de horas. Una vez más el realismo que te acucia nos lo muestras con palabras casi místicas e unos versos impecables como siempre; el poema merece ser aprehendido por todos nosotros. Solo puedo dfundirlo y expesar así mi admiración.
Tdos los besos, que aún existen...
No hay horarios, ni momentos cuando fluyen por nuestra alma las ganas de escribir, momentos indescriptibles me has hecho pasar, saludos.
Me alegro que el Flamenco me lo recomendara. El final es de cine.
Un beso.
Mary
Leido tu poema en otro blog que te cita, vine a visitarte para decirte lo impresionada por tus palabras mágicas, logran conmover.
Cariños
..."hoy nos hace falta un verso como un grito"
Hoy nos hacen falta poetas como tú. Necesitamos poetas que amen.
Abrazo grande
No me queda que repetirte cuanto te han dicho antes, amigo mío, hoy sirven poetas como tú, sirven versos como los tuyos, sirve la palabra desnuda que desnude la verdad.
No sabes cuanto os extrañaba. Es un lujo poder leerte nuevamente
Un abrazo fuerte.
Leo
PD. Gracias por todo.
Amando, me atrevo a a escribir estas palabras sin leer tu comentario, lo haré después, ni cualesquiera otro, para decir que has escrito unos versos necesarios, valientes y justos.
Ya basta de arrodillarse y quedar mudo. Nos hace falta un verso puro que se propague como la mecha que hace explotar la dinamita, que alcance al aire en su explosión y se transmita a todos los rincones.
Si se produjese, es posible que volviésemos a degustar la miel del paraíso.
Es perfecto tu "análisis" de Claudio Rodríguez... Pero, ¿por qué no analizar el tuyo si posee elementos que son más enriquecedores?
Creo que esto es lo justo: analizar tu espléndido poema.
Un fuerte abrazo, Amando.
Visitandote te dejo mis saludos
Todo está dicho anteriormente, este grito en la noche es de una belleza increíble. Se hizo el día.
Un abrazo, amigo Amando.
Qué conmovedor que Claudio Rodríguez siga provocando con sus versos y convocando a la poesía - estupendo y vívido recuerdo el de nuestro admirado Fernando, que con su fina labia de cardenal florentino va acabar convirtiéndonos aún a los más escépticos-.
Hermosa génesis y sobre todo hermoso tu poema de respuesta, desde el propio epicentro del terremoto actual que amenaza con la ruina general: " mi voz pierde sentido si no muere/ confundida en el grito del dolor/ como cristal clavado en una arteria". Bellísimos versos, Amando.
Un fuerte abrazo
Elvira
¡Hola Amando!!!
Vuelvo aquí de nuevo, atraída por la magia de tus letras por ese grito que expresa melancolía, por ese llanto de las horas que sin palabras me deja: y al tiempo me asombra.
Si, vuelvo aquí, porque quiero escuchar esa balada triste de un salmo sin Iglesia.
Besado por los labios sin orilla de quienes sólo esperan... ¡No en un ataúd!!! ¡Por dios!!! Sino un cambio que resucite España a la vida.
Un abrazo inmenso para compartir con Marián. Ser felices. Estáis guapísimos en facebook
Dejo deseos de buen fin de semana
Cariños!!!
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