Durante mi último viaje a Asturias en el mes de agosto, visitamos Luarca, capital del concejo de Valdés, hacia el Occidente del Principado.
Una de las razones por las que Luarca merece ser visitada es porque en este pueblo marinero nacieron Severo Ochoa, uno de los grandes hombres que en verdad ha dado España al mundo, y otro gran hombre, quizá menos conocido, Álvaro de Albornoz Liminiana.
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34 comentarios:
He estado en Luarca en diversas ocasiones y tengo buenos amigos allí. Para qué hablar de cómo se come y qué paisaje tiene. Alvaro de Albornoz fue tio de Severo Ocvhoa Albornoz. Seguramente mi padre estuvo con él en París cuando era embajador. Mi padre, ingeniero de caminos, estuvo allí en representación de los ferrocarriles españoles en un congreso. Un abrazo,amigo Amando.
Ya lo comenté en Alenarte.
Ahora te digo que me gusta visitar cualquier sitio de España contigo , sin hablar del extranjero porque para que salgas sólo de tu Castilla es muy difícil.
¿Cuando vienes a Francia?
En efecto Amando:
Luarca es una bellísima ciudad del Occidente de Asturias en la que se solapan el puerto pesquero antiguo y rural, las montañas que la rodean verdes y magníficas y un cierto aire señorito por ser la capital de la zona.
La suerte del visitante es poder contemplar tan espléndido panorama desde lo alto, precisamente desde el cementerio que citas y que, que yo recuerde, debe ser uno de los pocos tan bien ubicados.
Severo Ochoa siempre amó a su patria chica y no es casualidad que la haya elegido -aparte de la excepcionalidad del sitio- como última morada.
Tras su jubilación, y sobre todo tras la muerte de Carmen, su esposa, pasaba largas temporadas en Asturias siendo asiduo a los cursos de La Granda que organiza la Universidad de la capital del principado. Era muy accesible -tuve la suerte de escucharle, antes de enviudar, una conferencia sobre la síntesis de proteinas en la facultad de Medicina cuando estaba haciendo el MIR- y en su talante sencillo y facilitador hizo un esfuerzo para que tan complicado tema pudiera ser comprendido por los que allí estábamos.
Su frase al terminar fue:" Me siento muy orgulloso por haber tenido la oportunidad de dar una clase de tan alto nivel científico en mi tierra".
La muerte de su esposa Carmen le afectó profundamente y no volvió a ser el mismo. En su honor tanto el hospital de Cangas de Narcea, como el Instituto de Luarca han recibido el nombre de Hospital/Instituto : Carmen y Severo Ochoa por expreso deseo del Premio Nobel :
La Fundación Carmen y Severo Ochoa fue creada por voluntad del Profesor Severo Ochoa, expresada en su testamento, al objeto que se perpetuara la memoria de su nombre unido siempre al de Carmen, la mujer a la que amó y con la que compartió la mayor parte de su existencia.
Gracias por recordarnos el sitio y el personaje.
Un abrazo Á
Además de que diera a luz a Severo Ochoa de Albornoz, del que tanto bueno se ha dicho, y todo verdad (apuntaré que cursó sus primeros estudios en Málaga), Luarca debe ser visitada porque es uno de esos lugares que ofrece al visitante todo lo que busca: mar, montaña, verdes, gastronomía, generosidad... Me gustaría volver.
Con la sencillez que te caracteriza nos cuentas algo importante e interesante al hablar de un hombre bueno.
Gracias amigo.
Según he leído por la red, quien conocía bien al profesor Severo Ochoa destaca de él la capacidad y el rigor que se imponía para abordar y resolver con inteligencia, más que con medios, algunos de los problemas que plantea la ciencia… y comunicar ese interés, esa voluntad, esa capacidad y ese rigor a las generaciones más jóvenes…Sin duda un ejemplo para las nuevas generaciones de científicos.
Un abrazo.
Pues sí: somos un eslabón y no lo hemos de olvidar. Si grandes genios como Severo Ochoa no lo hicieron, qué menos hemos de hacer nosotros.
Bonita crónica de tu paso por Luarca y estupenda conclusión.
Nos leemos,
Anabel
A partir de Enero del 2011 tenéis
alojamiento gratuito en Oviedo (casa a 4 Km por la carretera de Trubia). Desde allí os podriáis acercar a Luarca y a otros lugares que , Amando losabe, merecen la pena.
La invitación es absolutamente formal.(Así luego hacemos fotos y publicamos otra entradita).
Venga, que alguien se anime. Cabrían bien distribuidas unas siete u ocho plumas.
No puedo estar más de acuerdo con el final de tu artículo.
Luarca, la villa blanca, merece la pena ser visitada. Por su cementerio sobre el mar -espectacular- por su muelle,el recuerdo y el cariño hacia Severo Ochoa, por las casas de indianos que allí podemos ver, por lo bien que se come, por...
La gente suele hablar y visitar el oriente asturiano -también muy guapo- pero en el occidente no tienen nada que envidiarle
P.D: ¿visitasteis el faro de Busto?
Si, Sin duda es un personaje interesante!... Premio Nobel de Filosofía, también de Medicina. Es importante y hermosa su biografía. Un boso soleado.
Como te escribí en Alenarte, es siempre un placer leer tus artículos, Amando, me dan ganas de partir inmediatamente a visitar tu patria, un día de estos quien sabe...
Un abrazo.
Leo
Fernando:
Desde luego es una suerte que hayas conocido a gente que de primera mano haya conocido a gente tan maravillosa y con tanto que decir.
Gracias por tus palabras y por pasarte por este rincón.
Un abrazo.
Catherine:
A ver si ahora no falla el internet.
Te decía que me sonroja que digas que soy buen acompañante para un viaje. Me limito a una ferviente creencia: allá donde hay un asentamiento humano, seguro que ha habido y hay cosas que merecen la pena. Me limito a intentar descurbrirlas. No siempre lo consigo.
A veces haber viajado tan poco como yo es una suerte, pues me permite conservar una mirada curiosa.
¿Francia, dices?
Ya sabes que nunca se sabe.
Cualquier día, por qué no. Pero no puedo garantizar nada.
Ángeles Hernández:
El solapamiento de los puertos, la mezcla de playa y colinas, el verde y el azul, el blanco y el dorado, la modernidad y lo tradición, el respeto a las personas que salieron de sus entrañas, la gastronomía, claro..., todo esto no es único de Luarca. QUiero decir en muchas zonas cantábricas se repite con más o menos intensidad.
Muchas gracias por compartir con nosotros esa experiencia personal con don Severo Ochoa. Seguimos descubriendo al ser humano.
Mercedes Pinto:
Efectivamente, Luarca es un lugar para volver..., como tantos otros.
Gracias por esa aportación a la biografía de Severo Ochoa.
Beatriz Ruiz:
Das en la clave: era un hombre bueno, y eso es lo que él quería que se recordara. Aunque la ciencia humana y la medicina le deba mucho más, de alguna manera todos nosotros.
Flamenco Rojo:
Supongo que más de uno recordaremos la miniserie que TVE produjo con su biografía (Imanol Arias encarnó a Severo Ochoa y Ana Duato a Carmen García). Este detalle que comentas ya quedaba reflejado en esta obra televisiva. Desde que era estudiante. Incluso cuando en la Residencia de Estudiantes fue alumno de Juan Negrín, éste es una de las cosas que inculcaba a sus alumnos.
Y esta característica, me parece que, como tan bien señalas, es fundamental para la labor científica.
Anabel:
Creo que para alcanzar algo similar a la felicidad (cosa imposible, por otra parte) uno de los requisitos es saberse un simple eslabón de una cadena. Nada menos que un eslabón que si falla romperá la cadena. Creo que la sabiduría pasa por tener claros conceptos como ése, y Severo Ochoa era un hombre sabio, además de científico y Nóbel.
Ángeles:
Bueno, bueno, bueno, bueno...
lammermoor:
La visita al occidente asturiano ha estado (y aún está) mediatizada por las dificultades de comunicación. De hecho, como bien sabes, desde Muros de Nalón la cosa se continúa complicando.
Y no me extraña. La sucesión de viaductos y túneles determina unas inversiones carísimas.
Me imagino que un kilómetro de autovía en esa zona tiene que ser tres o cuatro veces más caro que en otras partes.
POr lo que me ha contado Marián, el trayecto desde Oviedo hasta Galicia era tortuoso, lento y muy accidentado.
Soy testigo a la altura de la Playa de la Concha de Artedo, por ejemplo, de la tremenda dificultad de su trazado y lo sinuoso y estrecho de la carretera nacional. Ni siquiera hablo de la local
De todos modos modos, tienes razón, también el Occidente asturiano tiene lugares dignos de ser conocidos.
Marina Fligueira:
Sí, sin duda es una figura de lo más interesante y de la que todos tendríamos que aprender.
Leonel:
Sé que a más de uno y más de una nos darías una alegría inmensa. Ya sabes que te esperamos con el corazón abierto, aunque seamos conscientes de las dificultades.
Amando, Flamenco, Catherine, ana J, Anabel etc...
Que lo de la casa va en serio, sólo tenéis que avisar para las sábanas.
anda Mercedes, diles tú que sí, que no hablo por hablar...
Ángeles:
No es que no te crea, sino que por suerte puedo dejar mi sitio libre ya que tengo hospedaje no muy lejos.
Al menos de momento.
Ängeles, gracias. Me gustaría por supuesto visitar esa otra parte de España con lo que dicen Amando y todos. Las carreteras, las curvas, las cuestas no me espantan. El único problema es que ya pasé un mes entero, dos quincenas de días, en España entre el 19 de agosto y el 28 de septiembre, mi record. Y lo pago, pago los viajes, el arreglo de la casa al regreso, todas las cosas pendientes con un dolor terrible de espalda. Así que me quedo más enfrente de la pantalla y leo más. Hay un tiempo para cada cosa, lo dice mejor el Eclesiastés.
Catherine:
No sé qué pensará Ángeles, pero este tiempo en el que entramos no es el mejor para cazcalear por Asturias. Aunque es bellísimo, no lo dudo: las brumas, el orvallo, el agua, la humedad que lo llena todo de melancolía, las orillas solitarias de las playas...
Sí cada cosa a su tiempo. Además, si no me equivoco, nuestra amiga hablaba a partir de finales de enero. O sea que hay tiempo para recuperarse.
Además de ser un pueblo precioso, si mal no recuerdo.
Un abrazo.
Casi pasaba de largo! Y en realidad hace tanto tiempo que no he ido a Asturias...cuando sea mayor, más, tengo que volver. Toda la cornisa es maravillosa. Ese mar furioso a veces. Llegará el día.
Un beso escribidor.
Mateosantamarta:
Así es. Es un pueblo precioso. Tuve la percepción de que fue más en otros tiempos, como si una especie de descuido o de cansancio hubiera hecho mella en algunos sitios.
A ti en concreto te gustarían mucho aquellos frisos de cerámica que en la parte alta del pueblo, en la zona del castillo que llaman, casi junto al cementerio, están representados los momentos álgidos de su historia:
la invasión y rechazo de los vikingos, las capturas de ballenas, las defensas heróicas, el récord de la travesía del Atlántico en velero...
Isolda:
Y yo te echaba de menos.
Sabéis que viajo muy poco, pero he de reconocer que he tenido la inmensa suerte de poder compartir existencia con una mujer asturiana, lo que me permite degustar de este paisaje, de sus aromas, de sus luces... Y sentirlos de un modo especial.
No se trata, en mi caso, de hacer turismo, sino de viajar. Y es distinto, muy distinto.
Hace mmuy poquito tiempo, de paso para Santiago aproveché a pasarme por Luarca, es la tercera vez que la visito y siempre me quedo con la pena de no vivir allí.
Como veis ya he vuelto; os prometí avisaros.
Un abrazo.
Jorge Torres Daudet:
Bienvenido y espero que todo este tiempo de silencio haya sido productivo.
Efectivamente, Luarca no es mala opción para vivir.
Asturias ya la tenía apuntada en la lista de visitas futuras, espero poder visitar también este pueblo y poder contar alguna cosita de las que he leido.
Saludines!
neko:
Asturias tiene una peculiaridad, quizá también sea compartida con muchos otros territorios españoles: tiene muchísimo de lo que disfrutar.
Lo digo proque a Asturias se vuelve. Y no sólo en mi caso por obvias razones, sino que un sólo viaje, salvo que sea largo, no da tiempo: mar, montaña, bosque, gastronomía, arte, paisajes... Lo nuevo y lo antiguo...
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