- ¿Cuál es la mayor dicha de quien escribe?
- Escribir.
- Pero eso se da por supuesto.
- A veces no se consigue…
- Vale, vale, a veces no se consigue. Pero más que dicha, escribir es satisfacer la necesidad... Supongamos que se escribe. Repito ¿Cuál es la mayor dicha de quien escribe?
- Disponer de tiempo para escribir.
- Sí está muy bien. Tener tiempo. Qué suerte… Pero creo que hay mayores dichas.
- ¿Que te publiquen lo que escribes?
- Eso sería maravilloso. En el fondo es una de las grandes ilusiones… Pero hay más, más aún.
- ¿Que te compren los libros…?
- Miel sobre hojuelas…, pero no es la dicha mayor.
- ¿Vivir de la escritura?
- Eso sería casi un milagro. Y sería fantástico, pero también tiene sus riesgos, y sus esclavitudes y supongo que algunos peajes que pagar…
- ¿Ganar premios…?
- La verdad es que nunca vienen mal, a qué negarlo. Pero hay mayores dichas aún…
- Esto se parece a una de esas adivinanzas imposibles… ¿Que te lean…?
- Por ahí nos vamos acercando… Sí, casi esa es la mayor dicha de todas, saber que tienes lectores… Es más importante tener lectores… Si fueras editor quizá te interesaran los compradores, pero al escritor le interesan los lectores…
- ¿Todavía hay algo más importante…?
- Sí, no lo dudes. Que te quieran, a pesar de que escribes, que te quieran aunque escribas…
51 comentarios:
escribir no es dificil, lo que es dificil es escribir sin miedo, y depués no tener miedo a que te lean..
Tener todo eso sería el sumun!cariños
jordim:
Tampoco es que sea fácil, escribir digo. Pero si, lo más difícil está en el interior. Y fíjate que eso que cuentas del miedo (de los dos miedos -el propio y el que te causa la mirada del resto-), depende sólo de nosotros. Nosotros solos somos los que ponemos mordazas a nuestras palabras y hojas de parra a nuestros textos.
fiaris alfabeta:
Así es, por eso, como es casi imposible, es necesario pararse, otear el horizonte de nuestra vida y ver qué es lo que tenemos (si es que tenemos algo de eso) y si lo que tenenmos nos satisface. Y si es así, si lo tenemos, cuidarlo como se cuida una joya, acaso la más preciada...
Muy bueno Amando, yo creo que la mayor dicha es que te lean y provocar emociones en los que lo hacen. Es el mejor premio y el mejor reconocimiento.
Mi profesor de teatro decía que no hay función sin espectadores, me parece que con la escritura pasa igual, incluso el que escribe un diario tiene el íntimo anhelo de ser leído, aunque diga que lo escribe para él.
Abrazo.
Que te quieran a pesar de que escribes... Tengo que pensar en ello. Lo que sí tengo muy claro es que la mayor dicha que me aporta escribir es poder viajar donde nunca iré; amar a quien nunca amaré... Puedo ser y vivir donde quiera y como quiera. Alguna vez he dicho que el escritor, especialmente el novelista, es un aventurero cobarde que vive "peligrosamente" desde su silla.
Un abrazo.
Hola Amando: Preguntas y algunas reflexiones sobre el oficio de escribir. Cuando un escritor recibe un premio, sonpongo que siente una alegría desbordada... pero me parece que, es más importante, que tengas muchos lectores, si yo fuera escritora, eso me daría una gran satisfación.
significaría que se vendrían muchos libros, eso me ayudaría en la economía. Vivir- vivir de la escritura... no sé si alguien... muy famoso/sa pudo o puede haber vivido o vive de ésto. Quizá la autora de Harry Potter... y la de Crepúsculo, Stephenie Meyer, y JK Rowling, que tienen una cantidad considerable de lectores fanáticos jovenes, podrán subsistir de sus ventas. Besitos y ser felices con premios o sin ellos.
Escribir como bien dices, significa exteriorizar tus emociones más profundas y compartirlas con tus lectores. Como plantar una semilla y que se convierta en una bella planta con la ayuda de la luz y del agua como elementos externos. Es la interacción de muchas conciencias, aunque el motor inicial haya sido el autor de dichas letras. Un abrazo.
Que te quieran cuando escribes en desgarros, en verdades, en alma y sangre. Sin miedos, como dice Jordim, es lo mejor que te puede pasar, pues te aceptan tal cual eres... te queremos y esperamos que nos quieras. Abrazos.
Que mas quisiera yo que poder decir que escribir es fácil para mi, la verdad es que envidio vuestra facilidad para trasmitir emociones. Hay gente que nace con ello y gente que no, y vosotros habéis tenido esa suerte y espero que lo aprovecheis, lectores desde luego no os faltan.
Puedes estar seguro que somos muchos los que te leemos...y más aun que estos que te refiro, te querrían aunque no escribieses...ya que pensamos que además de ser un magnífico escritor eres una persona excepcional.
Gracias escribidor por tu dedicación y constancia...
Un fuerte abrazo.
Paloma Corrales:
Gracias por tus palabras. Tu profesor de teatro tenía razón.
Es curioso lo que dices, porque también llevo (aunque últimamente de aquella manera) un diario, y aunque no todo lo que está escrito en él sea publicable, tienes razón, uno no escribe de cualquier manera y lo hace pensando que quizá a sus nietos alguna vez les pueda interesar las andanzas, pensamientos y vivencias de su abuelo.
Mercedes:
Es muy bueno eso que dices de vivir peligrosamente sentado en su silla. Es verdad que uno se mete en la piel de héroes y villanos, asiste a asesinatos, secuestros, participa en viajes, incluso en el tiempo y vive junto a personajes que fueron en la historia, o que vivirán en ella dentro de no sé cuántas decenas o centenas de años. Puede acompañar a una niña detrás de un espejo, o seguir la peripecia de una humanidad que enceguece de golpe y se muestra como un conjunto de criaturas indeseables, donde, literalmente, los tuertos se convierten en reyes, o se monta en un caballo flaco y desabrido y ve gigantes donde habia molinos, o se escapa con una muchacha de dieciséis años que huye de una familia que no la entiende para acabar metida en el peor de los mundos posibles por culpa de un novio cobarde...
Todo eso es maravilloso y convierte nuestros días en gozosas horas de distracción feliz...
Pero si además te quieren, si además aunque escribas están contigo...
Quizá, no tengas la experiencia contraria, afortunada tú... Que no tengas que pasar por ella.
Marina Fligueira:
Para mí está claro que quien recibe un premio tiene que estar feliz por ello, pues de lo contrario no se presentaría al concurso. Aunque haberlos hailos, como las meigas, pocos son los de este gremio que han rechazado alguna distinción.
Desde luego es más importante, o eso me parece a mí también, que tengas lectores.
Estoy conmpletamente de acuerdo contigo: tener lectores no quiere decir que puedas vivir de la escritura. Porbablemente, además, das en el clavo con los nombres que citas, porque en ambos casos habría que añadir a lo que dices la adaptación al cine de sus sagas con un éxito en ambos casos desbordante. Quizá se les puedan añadir otros nombres que bien con algún título puntual o bien con alguna serie han conseguido mucho dinero: Ken Follet, Henning Mankell, Stieg Larson (aunque en su caso la fama le llegó una vez muerto) Carlos Ruiz Zafón, Arturo Pérez Reverte (por citar dos españoles).
En alguna otra entrada se ha hablado de ello.
¿Cuántos son muchos lectores...?
Tal y como están las cosas, salvo contadísimas excepciones, lo normal que se lleva el autor por un libro es el diez por ciento de las ventas del libro. Las cuentas, pues son sencillas. Pongamos una novela que valga veinte euros en una librería. De cada ejemplar vendido el autor se llevaría dos euros. Es decir para asegurarse mil quinientos euros todos los meses tiene que vender setecientos cincuenta libros cada mes. Es decir para que cada mes de un consiga esos ingresos, necesitaría vender nueve mil ejemplares al año.
A poco que se piense se llega a conclusiones bien sencillas, sobre todo si la media de las ediciones normales no superan los cinco mil ejemplares.
emejota:
Muy interesante eso que dices. Muy interesante.
Y gracias a internet la relación entre autor y lector fluye de modo mucho más veloz que antaño. Esto es una auténtica maravilla, pero tiene un problema. Quizá más de uno: la acentuación de lo efímero. Todo va excesivamente deprisa.
En cierta ocasión, alguien me decía que hoy por hoy un autor tiene que escribir más libros que hace no muchas décadas, porque sus lectores son un número determinado. Más allá de esos lectores no habrá otros, casi seguro.
Hay escritores que publican (obsérvese el verbo, no es casual) una novela cada año. A esa velocidad salvo genios, no puede haber buenas novelas...
Creo que me he ido por los cerros de Úbeda...
En realidad quería decir que los lectores re-crean la obra, le aportan nuevos matices y lecturas tan interesantes que estoy por apostar que esta generación pasará al futuro por esta cualidad, por esta especie de creación colectiva que supone la propia obra junto con los comentarios y aportaciones de los lectores.
María Sangüesa:
Muchisimas gracias por tus palabras, porque además sé que en ellas son el envoltorio de esa amistad de la que hablas. Esa amistad cuya piedra angular pasa por la aceptación del modo de ser de cada quien.
Ahí está la clave. Esa es, probablemente, la regla de oro del amor y la amistad, que también procuro poner en práctica.
Un beso.
neko:
No sé si es verdad o no lo que dices. Siento que hay algo de razón en lo que dices, siempre lo he sentido, pues de otro modo no sé interpretar esa necesidad imperiosa que me lleva a tomar los trebejos y escribir.
Eso no quiere decir que lo haga bien, ni siquera quiere decir que me resulte fácil, como aseguras. No, no es fácil, aunque es apasionante; no es fácil, aunque es irremediable; no es fácil, aunque para mí es uno de los mejores modos de pasar el tiempo, tan bien lo paso que me gustaría que ese tiempo fuese más del que dispongo, pero la realidad a la que nos referíamos más arriba impone sus condciones...
Ya sabes, uno y sus hijas tenemos la mala costumbre de comer, vestirnos, escribir en ordenador, usar internet, ver televisión, salir a tomar algún vino con los amigos...
Esas cosas...
Flamenco Rojo:
Ya me gustaría a mí ser la mitad de buen tipo que eres tú, y que sois unos cuantos de los que voy conociendo en estas calles de esta ciudad infinita, más vulgarmente conocida como internet.
Un abrazo, amigo.
Pues opino que quizás te puedan querer hasta mucho más porque escribes.
Al escribir se sacan muchos más sentimientos, que pueden estar olvidados o dormidos, la persona que escribe los tiene a flor de piel.
Un abrazooo
Verónica:
No es que no esté de acuerdo con lo que dices. Lo matizo. Todo depende de la distancia a la que se viva del escritor o escribidor en el caso de quien suscribe.
Cuando sólo se conoce su 'obra', es probable que ocurra lo que dices, se crean adhesiones en mayor o menor medida, porque ahí está lo que sólo se ve de él/ella...
Ay, pero están las distancias cortas. El día a día, el minuto a minuto, esas jornadas en que no estás para nadie ni para nada, esas épocas en que vives ensimismado en tus personajes y sus aventuras o desventuras (ver respuesta a Mercedes)... Entonces es duro, muy duro soportarnos. Cuando encuentras a alguien así (sobre todo después de haber vivido otra época bien distinta) entonces conviene que aprecies lo que tienes.
Si además, como es el caso, encuentras otras personas que primero se acercaron a ti por algunos de tus textos, y después, conociendo ese otro lado, te siguen queriendo (admitiéndote cómo eres -ver comentario y respuesta a María Sangüesa-), entonces te das cuenta que no hay sueldo en el mundo que pueda compararse con todo ello.
No, no hay derecho, a que solamente se le de un diez por ciento, de cada libro que se venda. Me parece hasta una burla. Buenas noches y ser felices. Yo me voy a la piltra...
"Cuando uno escribe, el lector es uno". Creo que eso pensaba el admirado escritor argentino que no hace falta citar porque lo sentimos siempre cerca. En tu caso, a veces con una sola palabra tú envías un tren de alta velocidad cargado de ideas, sensaciones y emociones. Por eso me gusta cómo escribes. No me importa el formalismo, aunque necesario, pero lo importante es encontrar de repente esa palabra llena de sentido que nos envías, a veces hasta sin tú haberlo decidido. Un fuerte abrazo, amigo y escritor.
Marina Fligueira:
No sé si hay derecho o no, pero es lo que hay. De todos modos tengamos en cuenta que en la edición del libro arriesga su dinero el editor. Y además tengamos en cuenta que participan en la elaboración de los vólumenes, como mínimo, una imprenta, un distribuidor, un librero, además del editor y del autor claro.
Fernando:
Muchísimas gracias por tus palabras.
Es curioso, y cierto, lo que dices, muchas veces son ideas o frases en las que el escritor no ha reparado las que provocan la reacción del lector. Creo que es a esto a lo que nos referíamos cuando afirmábamos la labor de re-creación que tiene el lector. Una tarea que siempre ha funcionado, y que en el caso de un lector escritor, muchas veces provoca la inspiración suficiente como para elaborar otro texto. Este efecto multiplicador de un texto, con la llegada de internet ha acelardo su dinamismo.
Un abrazo.
Muchos te queremos... pero esto ya lo sabes...
Yo también admiro a los que escribís... y al hacerlo, nos entregaís una parte de vosotros mismos...
Dos besos...
Te conocimos escribiendo, te quisímos escribiendo y ya no hay vuelta atrás, te seguiremos queriendo aunque no escribieras. Ah, pero podríamos matarte si no lo hicieras!!!
Besos, escribidor.
¿Qué te quieran? ¿Qué te quieran a pesar de lo que escribes? ¿Y por qué no que te odien?: por lo que escribes o a pesar de lo que escribes. Algunos excelentes escritores estarían muy contentos de ser odiados por los lectores, de contribuir a “retorcerles las tripas”, de producirles dolor, de generarles dudas, amarguras, de ser causa de su insomnio. Si todos los lectores, después de leer, se sienten identificados con el autor, reconfortados, satisfechos, la literatura no cubriría todas sus posibilidades. Hay quien opina que el arte debe ser siempre trasgresor. Dando por descontado que un paisaje apacible puede ser trasgresor, no sólo transgrede la ruptura formal, el impacto primero. Con la literatura según mi modestísima impresión debiera suceder lo mismo.
Aunque entro aquí pocas veces, sabe Amando de mi consideración hacia sus escritos y de la admiración por mantener con tanta asiduidad y dedicación (cada intervención tiene su respuesta) este blog sereno, cordial y apacible. A los “cascarrabias” como yo a veces nos apetecería menos miel y algún acíbar. Dicho - ¡por favor, entiéndase bien! – con la mayor simpatía y cercanía. Prueba de ello es que me voy a permitir una petición (mejor una sugerencia, Gaspard no necesita que nadie interceda por él): sería muy interesante que muchos de los que aquí intervienen se acercasen al blog de Gaspard, un sitio que acabaría complementándose con estas Pavesas y Cenizas. Amando ya lo hace. ¿Una recomendación, Amando, tipo de la que ya haces con Alenarte?
Lamentaría haberme excedido y que Amando me reproche que ¿quién soy yo para darle consejos? O que Gaspard se enfade porque evidentemente no necesita pobres valedores como yo….
Ando pensando...
Cuando realmente he publicado ha habido dos reacciones curiosas, la de la gente que se ha alejado precisamente porque me publicaban, y la de la gente que se ha acercado precisamente porque me publicaban.
Ambas me parecen patéticas por lo que indican.
Con toda sinceridad, yo escribo porque si no lo hiciera me moriría. Así de sencillo. Si me quieren o no a través de la escritura sinceramente me importa poco. Es decir, yo no escribo para que me quieran. Escribo para que me lean. No me es necesario que me quieran a través de mis escritos.
Entendédme: si la gente me quiere, ole con ole y olé. Pero eso para mí es absolutamente accesorio a la hora de escribir.
Bueno, son formas de verlo.
Y en todo caso con mi afecto sí que cuentas, wapo.
Beatriz:
Gracias por tus palabras y por tus gestos. Sobre todo por tus gestos. Compartir amistad contigo es uno de los lujos impagable que me ha regalado la existencia y esta incursión en internet.
Isolda:
Y cada día que pasa en público y privado manifestáis vuestro cariño.
Como he dicho tantas veces, escribir es una necesidad, algo de lo que no puedo prescindir, así que el día que prescinda de ello es que prescindiré de mí mismo...
Otra cosa es que publique o no publique. Eso es otra cosa. Pero mientras haya alguien me aguante, al menos él o ella sabrá de mis palabras.
Desde hace años tengo una lista a la que llamo lectores experimentales, y últimamente ha acrecido, ya sabes.
Miguel Mora:
Quizá sean estas palabras la venda que me pongo antes de tener la herida, preveyendo que como escritor mi futuro está decantado hacia el mutis por el foro sin a penas haber intervenido en la función...
No, en serio.
Conozco a más de uno y de una que les encanta ser odiados por sus escritos, que desa provocar, que busca eso, ser odiado...
No me interesa lo más mínimo.
Veamos...
Transcribo literalmente lo escrito:
"- ¿Todavía hay algo más importante…?
- Sí, no lo dudes. Que te quieran, a pesar de que escribes, que te quieran aunque escribas… "
A lo mejor suena a truco, pero en ningún momento digo que me quieran por lo que escribo, sino lo contrario.
Es decir, lo que vengo a decir que en el fondo lo que me importa es que me quieran.
Otra cosa bien distinta es que mis textos provoquen o no ese cariño. Eso quizá me es más indiferente.
Evidentemente no voy a presumir ahora de lo que no soy: transgresor, provocador... Tampoco me sale. No se trata de algo premeditado: sale o no sale.
En todo caso, estaba hablando de mí, de la persona, no de los textos que me salen. Si acaso de la tarea.
Y, en el fondo, si en vez de escribir, habláramos de cualquier otra profesión se podría sustituir. Lo que importa, lo que me importa, es que a pesar de esta tarea que tantas horas me absorbe para nada o para casi nada, todavía hay personas que me quieren tal cual soy..., incluso escribiendo.
Tampoco me sale lo del acíbar. Y tampoco hay muchas ocasiones para ello, la verdad. Quizá por mi propia actitud, quien aquí comenta lo hace normalmente con toda la educación y calma del mundo. Es más, desde el principio se mantuvo como único criterio censurable el insulto o la calumnia. Y creo que lo he cumplido a rajatabla.
En el diálogo se puede decir todo lo que se quiera, pero se puede decir de muchos modos. Y en este rincón el ambiente tranquilo prima.
¿Con una actitud más provocativa y cáustica conseguiría más tráfico en el blog?
Tampoco me interesa. Si por ello obtuviera algún estipendio quizá me arriesgara. Pero no me interesa lo más mínimo. Nada. Simplemente escribo algo de vez en cuando y lo comparto con quiera leerlo. Poco más pretendo. Divertirme y conocer a personas. Lo otro es sufrir por sufrir. Tuve una sola mala experiencia en otro lugar. Y no iba a tener más. La vida tiene ya lo suyo, como para duplicar preocupaciones, que a pesar de todo son inevitables.
En absoluto me molesta tu sugerencia. Simplemente aclaro que tanto el blog de Gaspard, como el de tantos otros que lo tienen y aquí participan está seleccionado en la lista de los blogs que sigo que aparece a la derecha del blog, bajo el epígrafe ESTOS SON MIS PAISAJES.
La referencia que hago a Alenarte Revita se debe a que en ese espacio, nuestra querida Alena permite mi colaboración y por tanto, en cierta parte lo siento como algo propio. Al igual que La Esfera o 7 Plumas o Euritmia en la red -pobrecito blog, haber si le doy algún movimiento- son lugares donde también publico de vez en vez.
De todos modos acudir al blog de Gaspard es muy recomendable y desde aquí invito a todos que lo hagan. se llama Le Quai d'Orsay y esta es su dirección electrónica: http://lqdo.wordpress.com/
Alena Collar:
La verdad es que las reacciones de la gente son de lo más variopinto y muchas veces sorprendentes. La envidia y el peloteo son dos cualidades extendidísimas, al menos en este país de nuestras entretelas.
No me queda más remedio que repetir parte de lo que acabo de contestar a Miguel Mora. Como lo acabo de escribir, sólo lo resumo.
Entiendo lo que dices y de hecho estoy de acuerdo, lo que digo y sostengo es que a la hora de la verdad lo que más me interesa es tener cubierto el lado de los afectos, pero quien me quiera tiene que saber que acompaña a un escribidor, y para eso hay que tener unas cualidades que no todo el mundo atesora, como bien sabes, porque, como también sabes, convivir con un escribidor no es tarea sencilla, tal y como he indicado en alguno de los comentarios.
¿Esto quiere decir que no llegaré muy lejos en este campo, puesto que pongo por delante del oficio otras cosas...?
Pues probablemente, pero es lo que hay.
Como diría Unamuno, 'Cada uno es cada uno y sus cadaunadas'
Un beso
Acabo de detectar un error imperdonable en la respuesta a Miguel Mora:
El siguiente párrafo debe quedar del siguiente modo:
La referencia que hago a Alenarte Revita se debe a que en ese espacio, nuestra querida Alena permite mi colaboración y por tanto, en cierta parte lo siento como algo propio. Al igual que La Esfera o 7 Plumas o Euritmia en la red -pobrecito blog, A VER si le doy algún movimiento- son lugares donde también publico de vez en vez.(...)"
Perdón por tan lamentable error.
Alena dice que se moriría sin escribir. Una primera lectura de la frase tiende a relativizarla, dan ganas de decirle que exagera, pero hay gentes que han escrito en las condiciones más adversas, en los sitios más inverosímiles, en todo tiempo y bajo cualquier circunstancia, incluso sin esperanzas de que sus escritos llegaran algún día a alguien. Otros - contradiciendo las más elementales ganas de trascendencia – quemaron, o mandaron hacerlo, sus obras para que no duraran más que su vida: ningunas ganas de perdurar, pues. Y así la frase se nos presenta con todo su sentido: algunos, efectivamente escriben para seguir viviendo, para no morirse ellos, sin esperar lo que venga después. Aunque, a veces, todo acabe siendo contradictorio y grandes escritores, grandes artistas se mueren – pronto o tarde importa menos – como consecuencia de su propia obra, de su propia actividad incesante: les va la vida en ello, se la juegan. Y se la juegan viviendo, además, fuera de los márgenes de lo que se llama salud mental: benditas locuras, benditos locos que nos han dado tantas grandes obras. ¿ Grandes obras producen locura o es la locura la que produce grandes obras? ¿El arte brut no es un poco el paradigma de todas las artes, la difícil frontera entre la cordura y la genialidad? ¿El arte, la literatura nos sanan o nos enferman? ¿Cuál es mejor?
Sin negar, por supuesto, que grandes cuerdos, perfectos integrados, han hecho obras notables. A mi me gusta pensar que son los menos.
Mientras escribía lo anterior me contestaba Amando. Quisiera aclarar que lo de la “miel y el acíbar” no lo decía en el sentido de que sus escritos me parezcan dulces o blandos, ni lamentando que el tono del blog no sea más tenso. Mi intención era la de señalar que, a veces, las constantes referencias laudatorias (más que merecidas por otra parte) de los que intervienen pudiera parecer que le otorguen una cierta monotonía. A mi me encanta la música de cámara – de hecho es la que prefiero – pero ¿quién puede no necesitar ocasionalmente el estruendo de la gran orquesta?
Miguel Mora:
Aunque parezca contradictorio, en el hecho de la escritura lo que prima es el propio acto, la necesidad que puede ser brutal de escribir. En ese momento sublime no importa nada. Diría que no importa nadie. Ni siqueira que seamos leídos... Ahora bien, en la mayoría de los casos, en cuanto algo se ha escrito uno empieza a desear que los demás también participen de ese texto...
Sin embargo, como dices, hay autores que nunca han dado a conocer sus textos, hasta después de muertos y otros hay y ha habido que prefieren destruirlos antes de que les puedan sobrevivir.
No sé si es o no lógico, pero en este caso, digamos que se trata de un acto de coherencia.
Sobre si la locura produce grandes obras, o algunas obras producen grandes locos, no me pronuanciaré, quizá porque en el fondo creo que da lo mismo. Quiero decir que la salud mental del artista no es lo fundamental para la creatividad. Si acaso le dará unas características especiales...
Miguel Mora:
Mientras te escribía, me escribías...
Creo que todos te hemos entendido y creo que todos pensamos cosas similares, pero hay muchos modos de participar en los sitios.
En mi caso particular, claro, no debo ni quiero generalizar, la literatura, el hecho de escribir, el hecho concreto de tener en "el futuro la meta" de ser quien soy fue lo que me hizo no ser una inválida en la cama.
Si no hubiera sido por ese Sueño, no estaría aquí, no sería quien soy. Pero, volviendo a lo que hablábamos, yo no tenía ese sueño para que entonces me "quisieran", de hecho a mí me han querido muchísimo más en la infancia que cuando he sido adulta, yo no "quería escribir", yo escribía, como se respira. No me sé explicar, yo no escribo "para", escribo "porque". Si me quieren o me odian por ello es cosa de los otros, yo seguiré escribiendo me odien o me quieran. 4mpecé a escribir con cinco años, en una máquina de escribir Olivetti (creo) porque no sabía escribir a mano, porque soy disléxica; y no lo he dejado jamás. Recuerdo que, de pequeña, muchísimas veces mis Padres me decían " ese cuento[por ejemplo] no me gusta"; bueno, yo no sentía que no me quisieran, ni que no valoraran lo que escribía, al revés: les preguntaba porqué y luego elegía si cambiaba o no.
Vaya coñazo he largado...
Alena Collar:
Luengo dicen que no son importantes las preposiciones...
no escribo para, sino porque...
Fundamental la distinción. Ese detalle es clave. Trascendental diría yo.
Y otro detalle importante, o a mí me lo parece de lo que dices, es que el hecho de que algo no guste, no quiere decir que por eso se nos deje de querer. A veces creo que todo lo personalizamos en exceso.
Muchas gracias, Miguel, sabes que te aprecio mucho, porque desde la humildad, el buen humor y la elegancia de discrepar sin escupir, como CR9, hay un gran espacio para hablar y debatir.
Amando, cuántos autores se desviven por querer ser queridos. Esa necesidad de estima. Cuántos abandonan aquella línea literaria que les interesa por otra que creen que se les va a dar mejor, y al final es para peor, en todos los sentidos. Luego están los casos excepcionales, como Truman Capote o Carmen Laforet. La biografía de Ana Caballé e Israel Rolón es im-presionante, en dos palabras. Qué personas tan especiales, tan frágiles, tan inestables... y geniales.
Gaspard:
Bien dices que se puede discrepar de manera diferente a como lo hace CR9, que en realidad en Portugal es CR7.
Y discrepo contigo.
La estima no me preocupa en exceso. Me preocupa lo que venimos diciendo, algo mucho más profundo e íntimo que la estima.
Tengo claro que en esa aceptación de mi persona también va incluido lo que escribo, cuando lo escribo y cómo lo escribo. No pienso alterar ni un ápice mi escritura por esas cuestiones.
Leí algo relativo a Carmen Laforet en uno de los úlitmos números de Babelia hace algunas semanas, y me dejó de piedra.
Lo veo como un don que se da o no.
Algunos los tienen, y de ahi parte todo lo demas que pones en tu lista.
Cariños
Leerías -sobre Laforet, digo- que su excelso compañero, el presunto escritor Agustín Cerezales, la prohibió escribir porque a él, excelso dandy del existencialismo, le jodía muchísimo que ella, señorita de provincias, oh, escribiera mucho mejor y le hiciera sombra.
¡ Eso no podía ser!. Claro, oh. Laforet era bastante asustadiza, de caracter vulnerable, y se plegó a las exigencias del machito de Iberia (oh) para ser mujer de su casa; Cerezales siguió perpetrando chorradas existencalistas cual cuervo diletante.
Angelico...
Manuel Cerezales, que se me bailó el nombre
Abuela Cibe:
Sí también lo veo de modo similar, pero que a uno le hayan regalado tal don no implica casi nada de lo dicho, sobre todo nada de lo que concierne a los demás. Aunque, sin el regalo lo demás sería imposible, eso sí.
Alena Collar:
Lo leí y no daba crédito. Por desgracia no es el único caso, ni será el último. Quizá más extraño entre personas dedicadas a lo 'artístico', pero también se da.
Anular a la compañera de uno (en estos casos denominarla compañera sé que es un sarcasmo) parece norma.
¿Qué se busca: sólo el dominio, sólo demostrar que la carga de testosterona es tan importante que se puede subyugar al otro?
No deja de ser casual, aunque en cierta medida fantástico, que la entrada de más arriba hable de la anulación de una mujer por parte de su pareja aprovechando su debilidad y vulnerabilidad.
Aparte de los datos de historia del siglo XIX por ejemplo, que muy posiblemente corresponden a otros tiempos, en el siglo XX y sobre todo a partir de la dictadura del generalito hemos tenido en España un tipo de escritor que a mí me ha dado siempre grima: el presunto "siempre" hacía mucho por la libertad, "siempre" era un incomprendido, "siempre" vivía su buena temporadita en París, y Siempre "toleraba" con ánimo displicente a esa "compañera" que pretendía escribir como él. Y si no, que se lo digan a la Matute...
Solo que Ana María Matute fue capaz de hacerles una sutilísima peineta.
Quiero decir; en España la literatura siempre se ha considerado cosa de "machos". Incluso hoy, si escribes bien y eres mujer, el elogio que a los angelicos se les ocurre es que "escribes de forma muy masculina".
No les entra en la cabecita dura que la literatura no tiene géneros; es mala o buena sin más zarandajas.
Lo triste precisamente es que muchos de estos "dignísimos intelectuales" hayan sido quienes hayan ninguneado a gente como Laforet, como Chacel, como Carmen Kurtz, y cito ejemplos muy distintos.
Luego iban de progresistas.
¡Quizá aún algo más? Que tú mismo te respetes y crezcas más según escribes, y alguien te querrá
!seguro!
Alena Collar:
Es verdad lo que dices, pero creo que se podría ampliar a más literaturas, no sólo a la española, acaso aquí con el agravante de la dictadura, con lo que las mujeres escritoras tenían doble sospecha: ser mujer y además escribir.
Espero que las cosas estén cambiando.
A mí me gustaría escribir con tanta sensibilidad como muchas amigas a las que leo con sumo gusto.
Y como bien dices lo más curioso del asunto es la supuesta progresía del miembro masculino de la pareja.
mateosantamarta:
Quizá ese ha sido el proceso durante unos años. Quizá sin yo saberlo, sin yo pretenderlo, sólo por el afán titánico y secreto de la escritura llegué a crecer, llegué a considerarme, llegué a liberarme, y llegó quien aún me quiere.
Ángeles:
Desde luego que estoy satisfecho, eso es indiscutible.
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