Uno de los últimos retratos de D. Antonio.
Imagen tomada de Internet
Hoy se cumple el septuagésimo primer aniversario de su muerte
en el pueblecito francés de Colliure.
El último verso escrito por el poeta decía:
Estos días azules y esta luz de la infancia.
In memoriam
Estos días azules y esta luz de la infancia se arrugan en el viejo gabán que será mi mortaja. Estos días azules y esta luz de la infancia quedan tan lejos que no calientan mis huesos ateridos y tristes. Estos días azules y esta luz de la infancia me empujaron al temblor del recuerdo de sus manos tan blancas mientras el Duero cantaba canciones de gesta vestidas de arco, alzadas en flechas de olmos hendidos, a las afueras de Soria. Estos días azules y esta luz de la infancia recorren la huella de otros días azules de otro sol sin niñez, de otros días de salmodia en francés tras la lluvia que quería ser manto de plata envolviendo la voz de los jóvenes recitando a Verlaine. Estos días azules y esta luz de la infancia se asoman tras el andamio de mis ojos y son horizonte a la inversa, como si la brújula de mi mirar, sabiendo que se acerca la hora de emprender el camino sobre las aguas, me obligara a revestirme de infancia. Estos días azules y esta luz de la infancia son la meta hacia la que me gustaría retornar en una singladura desprovista de equipaje, desnudo como los hijos de la mar. Estos días azules y esta luz de la infancia son el tesoro que acaricio y que me atavía después de desnudar de ecos a las voces. He surcado las tierras grises de los olivares andaluces. En las altas parameras de Castilla, junto a las torres de cigüeñas, he amado la más pura inocencia de la juventud intacta y la más apasionada locura de la madurez serena. He soñado una España que no deje el corazón helado al españolito que llega. Mi torpe aliño indumentario y el humo de mi cigarrillo me han acompañado en el bullicio parisino (ay, París de infantiles pulmones agrietados) y en el Madrid acogedor y cálido, como regazo de matrona de Roma. He esperado, sin esperanza cierta, junto a las caricias de espuma mediterránea, el milagro de una victoria... Ahora que en mi último viaje me veo triste y solo y enfermo y derrotado, ahora que en esta pensión de febrero el sol quiere aventurarse a una primavera fría y temprana, ahora que mis nudillos llaman a las puertas del vacío, ahora sólo me resta el recuerdo de un patio en Sevilla, de un limonero que huele a sol, de un cante quedo en la fuente, y de este tesoro que tintinea en mis manos vacías: estos días azules y esta luz de la infancia…
33 comentarios:
"...días azules y esta luz de la infancia…"
Bella historia de VIDA y sueños,deseos con un final de esperanza
que alimentará el tiempo.
Me encantó,
GRACIAS,por compartirla
AMALIA
ZARINA
Ay dios mio, Amando...que me has emocionado una barbaridad con este escrito...
Tantos días azules, tanta luz de la infancia llevo en mis ojos...
Tanta belleza...
Estimado Amando, qué carta más desgarradora nos has traído de Antonio, a pesar de ser una despedida serena. Después de haber vivido una aventura tan intensa, de haber experimentado tantas emociones, es esta una carta de recuerdos desde la soledad. ¿Será verdad que en el último tramo, como nos cuenta este poeta, ya no vives, arrastras lo vivido hasta el final como un bastón para apoyarte?
Hermosa carta y hermoso homenaje el que le has rendido a este gran poeta.
Un abrazo.
“Estos días azules y esta luz de la infancia…” Sin ir más lejos ayer mismo estuvimos algunos de los amigos de este blog comprobando ese cielo azul y esa luz delante de la casa donde nació y pasó sus primeros años D. Antonio…en una vivienda del Palacio de las Dueñas, cerca del sevillano barrio de San Román, donde D. Antonio conoció la luz, el huerto claro, la fuente y el limonero.
Un abrazo.
Qué emoción, Amando, leer tu homenaje a D. Antonio. Ayer, sin ir más lejos, vimos el Palacio de Dueñas, dónde están guardadas (en el recuerdo) estas primeras vivencias del insigne poeta. Ahora, desde un Madrid frío y lluvioso, el recuerdo de una estancia en Sevilla junto a vosotros: tú y Marián, Flamenco Rojo y su extraordinaria familia, Isolda, Beatriz, María A...¡Qué regalo de la vida! Parece que el gris plomizo del día se me ilumina. Muchos besos, muchas gracias, y todo mi cariño.
Ante textos como éste, hay que dejar que la emoción cale en las fibras, de nada vale añadir palabras, tan solo el silencio hace justicia...
Un abrazo
Marian
¡Hasta pronto, mi queridísimo Antonio!
Mi blog se llama ahorn ESPACIO y he queitado mis fotos y las de mi familia. Un abrazo fuerte. Fernando.
Hola, Armando:
Invitado por María Sanguesa, he llegado hasta tu blog y realmente me ha gustado tu manera de escribir, seguiré pasando a leerte.
Sentido homenaje a Machado, es muy gratificante leer sus bellos poemas.
Saludos.
Ahora entiendo como Pepe logrò que Amando salga de su Segovia querida: con otra casa de Don Antonio.
Qué pandilla màs simpàtica en Sevilla!
De tu hermoso texto, Amando, sòlo decir: emociòn, encanto, también en los comentarios.
Estoy segura de que cuando llegue el día de nuestro último viaje, vendrán con nosotros los recuerdos de la infancia, como se fueron con D. Antonio, el patio de Sevilla de y el huerto claro donde madura el limonero.
Escribidor Poeta, gracias por este homenaje al que alguien ha dado en llamar Poeta de Poetas.
Besos eocionados y aún recientes.
Caramba! Me ha puesto el ballo de punta. Simplemente fantástico... a medida que uno se va aproximando al atardecer de la vida, lo que más asoma es precisamente, esa luz de la in fancia. Queda tan lejos! Pero yo tovía siento colorcito en mis huesos. Besos- para todos/as. ser felices
Zarina:
Muchas gracias por tu incorporación a este rincón, que ya tiene un espacio reservado para ti.
Gracias por tus palabras y por tu sensibilidad
Alena Collar:
Aún tengo que ponerme al día, pero me pasaré por tus rincones.
Gracias por tu emoción. Es la misma que sentí cuando lo escribí.
Es lo que tienen los grandes poetas, como D. Antonio, con un solo verso (estos días azules, y esta luz de la infancia) arrugado dentro de un papel arrugado de un viejo gabán, fue capaz de sugerir toda sus vida.
Besos.
Mercedes
Más que carta. No sé. Posible pensamiento, posible resumen... En fin leve homenaje a una las más altas cimas de nuestra poesía, llena de cimas por otra parte.
No sé, no sé lo que nos pasará al final, si llegamos con la lucidez necesaria para ello. Pero pudiera ser que la fatiga del cuerpo, haga que sea el recuerdo del pasado lo que nos impulse a seguir vivos.
PD: También a ti te debo visitas. Me pondré al día sin falta.
Flamenco Rojo
No me extraña que el bueno de don Antonio (bueno en el buen sentido de la palabra bueno), cuando le costaba alcanzar el final, recordara los días azules, la luz de la infancia. Ese patio del Palacio de Dueñas, casi cualquier patido de Sevilla, es digno de tal alabanza. Y en medio del dolor, del sufrimiento y del frío, lo más lógico es volver los ojos a ese instante de la infancia.
María Sangüesa:
¿Recuerdas...? El amarillo albero, el blanco azulejo, la letra, el aire cálido y húmedo, el sol gitano, las nubes veloces, las naranjas visitiendo de aroma el aire (y aún no ha florecido el azahar), calles estrechas después de dejar la Macarena y San Gil y la fachada romana en mitad de una calle de Sevilla...Sí, amiga, qué regalo la vida.
Marian Ramentol:
Gracias por tan grande elogio.
Fernando
Gracias por la aclaración y el aviso.
Supongo que estos cambios obedecerán a alguna razón muy poderosa, que sólo tú tienes que conocer y por eso se agradece el aviso. Espero, en todo caso, que tales cuestiones no se deban a ningún tipo de problemas que haya podido suceder con tu imagen o con la de los miembros de tu familia.
Si sólo es un cambio de imagen voluntario, bienvenido sea. A mí el café, personalmente, me encanta.
RAFAEL LIZARDO:
Gracias por tu seguimiento (gracias, María por recomendarme). Como le decía más arriba a Zarina, bienvenido a este espacio donde ya tienes reservado tu rincón.
Gracias por tus palabras.
Catherine
Será lo primero que haya que explicar en su día, cómo lograron que saliera. Pero a fe que lo consiguieron y a fe que lo he disfrutado.
Muchas gracias por tu emonción que adivino también.
Isolda
Gracias a ti por tu cariño y tu manera de ser.
Hoy no había duda posible sobre el contenido del texto. Lo demás ha sido obra del silencio y de seguir el cabo del hilo de una idea.
Marina Fligueira:
También gracias por tus palabras y gracias por compartir tus propias vivencias con nosotros.
Si lo crees oportuno lo cuelgas…aquí te dejo un enlace de Serrat interpretando a D. Antonio.
http://www.youtube.com/watch?v=pHwhhVWoFJI
Un fuerte abrazo.
Hoy está siendo un día muy triste…
De parte de Flamenco Rojo
Tampoco para nosotros está siendo fácil retomar la vida cotidina...
Y si nos regalas esto, pues qué quieres, me dejas a punto del pellizco en el corazón.
Mil gracias.
Días azules. Hermoso hermoso hermoso.. me encanta y lo comprueban los escalofríos que recorrieron mi espalda mientras leía.
Un abrazo =)
Si lo que hizo Machado fue modernismo entonces viva aquel modernismo.
Maravilloso.
Krlos Reyna
Muchas gracias por tus palabras. He intentado solamente un sencillo homenaje a uno de los más humildes y mejores poetas que ha dado nuestra lengua.
urbanoyhumano:
En realidad el modernismo de D. Antonio fue fugaz. Es verdad que comezó siguiendo en algo la estela de Rubén Darío, pero prefirió retroceder hacia Bécquer (él mismo lo reconoció), pero sobre todo hacia el simbolismo francés, que también abandonó pronto, en busca de su propio paso.
D. Antonio es ajeno, en el fondo, a clasificaciones, esquemas, etcétera. Vive en su época y camina su sendero.
También, gracias.
Hoy tengo un día que nada tiene que ver con Sevilla, ni con la luminosidad de esos corazones vuestros...
Así que a la tarde, cuando tenga la tranquilidad suficiente, volveré...
Decir que tras esos "ejercicios espirítuales sevillanos"... no se si seré capaz de entrar de nuevo en la vorágine del día a día...
Y Flamenco... sin palabras para ese enlace... Nos quedo alguna iglesia por ver, seguro... La próxima... que no dudes que será...
Mil besos...
Pues vaya Amando, mira que me he sentido transportada a Colliure gracias a ti. Y la emoción ha sido tan fuerte como el día que visité la tumba de Machado. Aun recuerdo el sol de aquel día y la fuerte impresión que sentí al dejar flores en su tumba y de eso hace...muchos muchos años. Un abrazo Mentxu.
Mi amigo... ahora lo he leído y releído con tranquilidad y respeto... El que siento por ti, y por supuesto el que guardo desde los catorce años por D. Antonio... y que permanecerá... para siempre...
Mil besos...
Beatriz I y II:
Los días grises también acaban por pasar. Cuando se está en plena lucha, enfangado en el barro, no somos conscientes de que al final, antes o después, brillará la luz de la justicia.
Mentxu:
Si no me falla la memoria, es la primera vez que comentas en este rincón, por ello te doy la más cordial de las bienvenidas y ya sabes que aquí tienes reservado tu lugar especial.
Son muy especiales tus palabras para mí. Si he llegado a tanto, uf...
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