Imagen tomada de Internet. Google Images.
La palabra de cada día.
El camino que serpea.
Junio de 2005
El camino que serpea.
Junio de 2005
Algunas veces la vida cae como una sucesión de escombros inútiles bajo nuestros pies. Miramos hacia abajo y notamos con cierto pavor y asombro que esos pedazos mutilados fueron cosas que en una ocasión nos importaron. Normalmente nos importaron mucho, y, sin embargo, yacen inertes, como trastos, junto a nosotros. Lanzar una mirada hacia esos desperdicios, en general, produce una dolorosa punzada en lo más íntimo del corazón. Porque verlos allí despedazados, inservibles, yertos, es una especie de reflejo de lo que se ha convertido nuestra vida.
Quizá los que vienen detrás de nosotros no puedan comprender a fondo qué nos sucede, por qué de pronto se nos ha quedado el rostro exangüe, o las manos inanes. Para ellos observar el cataclismo que se extiende ante nuestra visión vidriosa no es más que contemplar los restos de un naufragio lejano, nebuloso; algo que forma parte del lindero entre el sueño y la realidad. Ellos no pueden comprender —ni acercarse a ello, que es peor aún— por qué este desasosiego que nos invade y nos supera y nos lacera el alma. Ellos sólo ven lo que ven: material de derribo, mejor aún, de escombrera. Material de deshecho. Para sus ojos es imposible columbrar que allí hubo latidos de corazón, o ilusiones extendidas a raudales, o sueños que por caprichos siniestros del destino se tornaron en pesadillas insoportables.
Pero hay algo peor aún: por mucho que intentemos que comprendan todos esos sentimientos que nos arrumban contra la melancolía más fría y destructiva, casi fúnebre, seremos incapaces de explicarnos.
Quizá consigamos que entiendan que estamos abatidos, poco más.
16 comentarios:
En uno siempre hay momentos de ceniza. Nada de preocupaciones que para eso está el Ave Fénix.
Tempero
Magnífico, sí señor.
Es lo que tienen los diarios, y más sus fragmentos aislados y fuera de contexto, que parece que son todo un mundo, cuando en realidad son un instante que suele pasar a toda velocidad.
Habréis visto que he colgado otro vídeo. La idea, claro, no es mía. La canción la sugirió Catherine con su comentario en el otro blog, en el de la novela, "Mañana amanecerá", y pretendo seguir siendo utópico. En la novela a la que os invito que acudais y en Pavesas, a pesar de desvanes, luz sin piel, y otras lágrimas.
Como ha dicho Tempero para algo está el Ave Fénix, y para algo estáis vosotros, qué coño.
A veces, esas cosas son personas, en vez de estar guardadas en el desván lo están en tumbas, y la melancolía es entonces enteramente fúnebre. En el día de hoy muchos se acercan, nos acercamos, a ellos, con independencia de que nos convezca más o menos el envoltorio que se les da, que no puede esconder el cataclismo producido por la ruptura de ese lazo rojo que nos mantuvo unidos a ell@s. Mañana será otro día.
No sé que tienen tus diarios que son siempre actuales, pero no estoy del todo de acuerdo; hay que transmitir a los que siguen, lo que representaron para tí.
Tempero, yo soy el Ave Fénix, que para eso soy escorpio y guardo los recuerdos, nada de ceniza, guardo realidades que me rodean y no piso jamás un cementerio, Gaspard.
Yo tuve la inmensa suerte de que me hicieran sentir el latido de las cosas que tuvieron sentido para mis ancestros, y ahí están junto a mí, respirando ahora mi latido y sé que mis hijas lo harán también.
Besos evocadores, ah y flamencos y operísticos y de toda buena música.
Islasola, el ave fénix es la capacidad de vuelo que cada un@ tiene. O sea estar contento, pensar y, a veces, pasar. No quiero que me adivinen con los posos el futuro. Me gusta vivir el día. Por eso os dejo una rumba intencionada. A esta hora, que mejor que un cafe y ser uno el azúcar.
De todo corazón, a todos:
http://www.goear.com/listen/09b0052/Color-café-chanson-flamenca
De parte de Tempero
A mí me me gusta el café solo.
Me acaban de decir que en Asturias ya llueve.
Gaspard:
Ánimo, amigo. Lo mejor de ellos no está allí, está en nuestro recuerdo, en nuestro corazón...
Isolda:
Sí hay que transmitirlo, pero no siempre se puede. Algunas veces aparecen de golpe, casi los teníamos olvidadoes y, son casi como apariciones.
Las cosas presentes no son sorpresas y esas claro que son importantes y lo serán para quienes nos siguen.
Tempero:
No es mala filosfía esa.
Afortunadamente han pasado más de cuatro años de esta reflexión amigo…No creo que tu visión hoy sea la misma que la de junio del 2005 ¿o sí?
Yo no veo por ningún lado material de derribo, veo materiales para construir vida a la que agarrarnos…Y ahora hacía falta que entrara nuestra sirena particular y nos colgara a Coldplay y su…¡¡¡Viva la vida!!!
Yo solía gobernar el mundo
Los mares se alzaban cuando yo lo ordenaba
Ahora en la mañana yo barro solo
barro las calles que solía poseer
Yo solía tirar el dado
Sentir el miedo en los ojos de mi enemigo
Escuchaba como la gente cantaba:
Ahora el viejo rey está muerto, ¡larga vida al rey!
Coldplay
Un abrazo.
Pep Gonce/ Flamenco Rojo o viceversa
Pues me parece hermosísimo lo que dices. Y ha cambiado la perspectiva, pero no siempre, algunas veces tenéis que venir vosotros a invitarme a café con una rumba, o decirme que venceremos, o que viva la vida.
Y, que sepas que este tema ya lo colgué en alguna entrada, pero bueno tus deseos son órdenes para mí. Un abrazo a la Sierra de Cadiz
¡¡¡¡LLUEVE, LLUEVE, LLUEVE...!!!!
Se han equivocado los meteorólogos y el agua, quizá convocada y alarmada por las noitcias vistas en los telediarios de alcance nadcional, se ha anticipado unas horas a lo previsto.
Lleva un par de horas intentándolo, como si le diera vergüenza. Pero ahora lo hace con decisión.
No es que sea una tromba, pero según diviso por los cristales, el aguan fina cae deprisa, en diagonal, arrojada por el viento...
Por fin llueve y que dure y que dure...
Llueve.
http://www.youtube.com/watch?v=HE3ld86Oh7U&NR=1
Olvida la anterior, esta es mejor.
De parte de Isolda.
Publicar un comentario