miércoles, 22 de febrero de 2012

Hoy voy a llegar tarde a mi cita con la vida



Ni soy demonio ni ángel moribundo.
Soy relato incompleto cuyo fin ya está escrito,
aunque aún desconozca su argumento.
Soy frágil y soy fiera.
Soy barro y fuego en sangre alimentado.
El espejo no entrega sus mensajes,
o son como la niebla: tan densa que me oculta
la luz que necesita mi mirada de túnel
llena aún del gusano de mi nicho.
Cuando era territorio de inocencia
murieron las semillas que esparciste
pero no me hice grano con que
otros aliviaran su cansancio
enterrando el dolor y su miseria,
haciendo de mi puerto su refugio.
Creí ser cordillera que roza las estrellas,
sin embargo mi fuerza y mi estatura
eran las de un gusano subterráneo.
Cómo evitar, Dios mío,
este peso que aplasta mi mirada
hacia los alacranes,
a la ciudad osario donde cabalga el odio,
donde tantas caricias se convierten
en viscosos fangales para farsas,
donde la espada nace en la sonrisa
y la muerte camina por las calles.
¿Basta mirar la luz de la alborada
que todo lo embellece como un sueño,
sin poner las pupilas y los dedos
en la herida siniestra
por donde se desangra el ser humano…?
¿Basta mirar la luz de la alborada
para olvidar el miedo y la ignorancia,
para olvidar cegueras o egoísmos…?
¿Basta mirar la luz de la alborada y
cerrar el ventanal de la conciencia
que evita el sufrimiento?
Hoy voy a llegar tarde a mi cita con la vida,
pero sólo me importa
la lectura correcta del azogue
y constatar mi ausencia en esta página,
porque la biografía que esfuminan
los renglones de piel
que asoman tras la bruma,
es la caricatura del miedo o del olvido
y no me reconozco,
y me alcanza este miedo inexplicable,
como un temible alud de mi pasado…
A pesar del susurro adormecido,
hoy voy a llegar tarde a mi cita con la vida. 

12 comentarios:

María Gladys Estévez dijo...

Uff menudo poema!! Eres muy bueno, en mi humilde opinión. Elaborado, preciso , lleno de un expléndido vocabulario y sobre todo el profundo sentimiento que llevan los versos de éste precioso poema. Quizás los miedos, nuestros propios fantasmans, el recuerdo o la impotencia..
Un abrazo!

Unknown dijo...

Leyendo tu poema, he sentido como una especie de retrato y son increíbles las coincidencias que nos golpean y nos llevan a escribir nuestros miedos y que estos trasciendan lo personal y volverse colectivos. Tu lo has hecho. El poema es inmenso, Amando, me ha encantado y estremecido.
Un abrazo fuerte.
Leo

Flamenco Rojo dijo...

"Creí ser cordillera que roza las estrellas,
sin embargo mi fuerza y mi estatura
eran las de un gusano subterráneo"...Ese es el problema, que nos creemos muchas veces lo que no somos. Tu pema es un baño de realidad.

Un abrazo.

Paloma Corrales dijo...

Qué bueno, Amando.

Un beso.

Paloma Corrales dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Isolda Wagner dijo...

Gran poema, querido. ¿Cuántos nos hemos sentido así, perdidos, inútiles al mirarnos en un espejo?
Pero tus imágenes son tan preciosas, que no duele sino lo imprescindible. Y es duro, realista y nos afeca a todos. Pero nadie lo escribe como tú.
No llegues tarde a tu cita con la vida, nunca es tarde. Este verso me conmueve.
Besos, reales como tus versos.

emejota dijo...

Intensidad, escrito en la clave de intensidad que te caracteriza y que tan sinceramente compartes con nosotros. Bs. extendidos.

Isabel Martínez Barquero dijo...

Estoy de acuerdo con Emejota: intenso, muy intenso.
Además, emociona, y mucho.
Un abrazo agradecido.

Marina Filgueira dijo...

¡Hola Amando!

Que bellas y reales son tus letras amigo. E un magistral poema.
Que estremecen el alma de las personas sensibles.

A la ciudad osario donde cabalga el odio, donde tantas caricias se convierten en viscosos fangales para farsas, donde la espada nace en la sonrisa
y la muerte camina por las calles.
Y mi corazón se encoge al leer estas frases entre otras!.

Cierto muy cierto. Ojalá haya muchas voces como la tuya.
No, no seremos capaces nunca de cerrar el ventanal de nuestra conciencia: para evitar sufrimientos.
Gracias Amando por compartir tu sentimientos con todos nosotros.
Te dejo mi gratitud y mi admiración. Un abrazo y se muy feliz. Perdón por mi demora.

Elvira Daudet dijo...

Hermosísimas imágenes que nos identifican a las pobres criaturas humanas, ángeles o monstruos incompletos, en algún momento de nuestra existencia.
Un abrazo anticipado.
Elvira

Nines Díaz Molinero dijo...

Amando, fue un placer conocerte y poder acceder a tu blog y compartir versos tan bellos como "esa lectura correcta del azogue" que me ha encantado.

Un abrazo.

Marina Filgueira dijo...

Hola Amando: paso a saludarte y a releer este poema que me atrapa y a la vez me estremece.

Gracias por ser como eres y -por tu cercanía.
Un abrazo y se muy feliz.