lunes, 19 de marzo de 2012

Los andamios de los pájaros



                              "Míriam"
© Mariano Carabias María, Acrílico sobre tabla. 68 x 60 cm. Principios de 2010

   
             
                 — I —
Su gesto firme, anclado en la retina,
no nació en la ribera de este tiempo,
lleno de contracturas y osamentas,
sino que es singladura inabarcable,
alejada frontera de un abismo.

Brotó nuestro ademán desde las aguas,
el rostro encontró al gesto como un parto de luz,
y por fin esa mueca, rompiendo mil cadenas,
nos convirtió en humanos.

Sobre la juventud de su piel vuela
el perfil de la historia,
rictus firme y sereno de otro siglo,
cuando era prohibición de mitras
sentir la piel volcán en llamas,
cuando era privilegio de orates o poetas
soñar con los amores imposibles,
cuando era peligroso satanás
acariciar las pieles con ternura,
cuando nacer mujer era castigo,
y cuando disentir era el menú preciso
que alimentaba hogueras siempre hambrientas.

Su imagen es icono al desafío,
al sueño de un futuro en que la vida
es presente continuo,
dejando que el pasado
nos tatúe la piel, no la mirada.
Es grave su actitud serena,
un aplomo de siglos decantados
sobre su corta vida,
como un amanecer por estrenar.

                         —II—
Es y no es la criatura que otorgó
a mis brazos su mejor sentido.
Es y no es la muñeca a quien cantaba
romances extraviados en estrellas.
Es y no es esa nuca que tornaba
muelle almohada mi codo.
Es y no es ese llanto torturado,
pesadilla en la mente de la noche.

No me cuesta pensarla
mandando fortalezas de ilusiones,
o palacios de sueños,
o a lomos de caballos de charol
disparando las flechas de la luz.
Incluso la imagino
en mitad de oleajes, sobre la piel del agua,
contemplando los surcos de vidas en el mar,
y también los andamios de los pájaros
sobrevolando anhelos de justicia.
Ya nadie aventará su decisión
difundida en el gesto firme.
Arrostrará la vida y sus galernas,
navegará buscando su destino:
seguir al corazón es lo que importa.

Me detengo en el vuelo del pincel,
descubro como un eco su sonrisa
que en la infancia nutría mis afanes.
Quizá sea de niebla mi mirada,
vencida por el miedo,
o tal vez necesite sajar mis cataratas
que impiden a mi espíritu
mirar con placidez su sonrisa, su cariño.

Sus ojos ya han volado, acaso para siempre,
y se han encaramado al brocal del futuro,
como elevan los pájaros andamios
sobre brisas y vientos y tormentas.

15 comentarios:

FranCCø dijo...

El título merece un premio. Y no digamos el cuadro y el texto.
Un trío ganador.
Felicidades.

Isolda Wagner dijo...

Querido Amando, lo que más me gusta de este poema dividido en dos, es hoy, la segunda parte, la del padre que tiene el recuerdo de su nuca que se tornaba muelle almohada en tu codo. Y cómo vas imaginando su devenir imparable y que ha de ser dichoso para ambos, sin duda. Este retarato maravilloso y tu poema es un regalo, no sé bien si para ti o para ella. Su custodia está asegurada.
Felicidides para el padre.
Besos para el trio.

María Gladys Estévez dijo...

Magnifica entrada: La pintura exelente, y el poema inspirado en ella , hermoso..
Un abrazo

Javier Ximens dijo...

Como la poesía no es lo mío, solo decirte que me quedo con "Sobre la juventud de su piel vuela el perfil de la historia". El título también me gusta. Está bien eso de pintar con versos los cuadros de tu hermano.

La Solateras dijo...

El cuadro transmite una fortaleza increíble; no es de extrañar que haya inspirado este magnífico poema.

Un abrazo

Isabel Martínez Barquero dijo...

Llegan directos al espíritu el cuadro y el poema. Los dos son hermosos, con esa hermosura que a veces duele, pero de la que conocemos su bondad infinita.
Enhorabuena a los dos y abrazos.

Laura dijo...

Los cuadros de tu hermano acompañados de esta belleza de versos que me has hecho leer ¡tres veces! para degustarlos en toda su extensión ...son una obra de verdadero Arte (con mayúscula Amando).

A mí, personalmente, la primera parte me parece trabajadísima. Pero no soy experta, sólo sé lo que verdaderamente me gusta.

Un gran saludo y feliz día (del padre).

fcaro dijo...

Es la descripción sostenida de una emoción. Gracias, Amando.

Mora Fandos dijo...

No sabía de tu pintura, Amando. Me gustan mucho esas bandas rítmicas, con la pincelada cayendo, continua, y el rostro como emergiendo. Y muy buen poema. Enhorabuena.

Amando Carabias dijo...

Gracias, Mora, pero el cuadro no es mío. Es esencialmente imposible que lo sea. Mis manos son inútiles para un menester similar. El artista, es mi hermano Mariano, el pintor de la familia.
Este cuadro en concreto es de 2010 y fue expuesto en la anterior exposición que colgó en Segovia, en septiembre-octubre de 2010. Ahora es propiedad de la retratada en él, y lo gozo cada día muchas veces.
Este cuadro y otros cuantos de aquella exposición, me inspiraron para escribir un poemario titulado como el poema de hoy.

Flamenco Rojo dijo...

Tal para cual...título poema, título pintura, pintura poema...redondo.

Felicidades y enhorabuena a los Carabias María.

Un abrazo.

María Socorro Luis dijo...

Felicidades a los dos. Y aplausos por ambas obras de arte.

y abrazos

Nines Díaz dijo...

Tengo problemas para dejarte un comentario de enhorabuena por la fluidez e imágenes de este hermoso poema.

Un abrazo.

elvira daudet dijo...

Tan bellos como emocionantes versos, Amando, llenos de lírica fragancia, de amor continuado, también de revelación del mundo a través de sus ojos. También es muy hermosa la pintura, felicita a tu hermano.
Besos
Elvira

Marina Filgueira dijo...

¡Bellísimo! El poema y el cuadro, su cara representa una gran personalidad.
Felicidades para todos, aunque sea un poco tarde.
Ha sido un enorme placer leerte.
¡Gracias por compartir tus letras y emociones de padre grande!

Te dejo un abrazo y se muy feliz.