lunes, 19 de septiembre de 2011

Cerviz uncida en yugo inapelable


Tus dedos son un verso ensangrentado,
azul huella de espanto que acaricia
nuestras pieles ajenas a tu cárcel,
ajenas al desgarro que te asfixia,
el desgarro y la cárcel invisibles
para nuestras retinas siempre en fiesta,
fiesta cuyo cimiento es tu miseria,
fiesta endeble, tan frágil como un sueño,
tan fugaz como el brillo del diamante.

Sobre nuestras cinturas, tu sudor
es tejido invisible que nos cubre,
un sudor que ha castrado tu futuro,
un sudor como yugo con candado
unciéndote cerviz y pensamiento,
impidiendo el destino de su vuelo:
encontrar las respuestas que caminan
hacia ese mismo puerto compartido
mientras la huella esclava de tus dedos,
aún sangra en los tejidos que nos cubren
como invisible verso maniatado.

Si tus pupilas arden con el fuego,
el mismo que da vida a mi mirada,
el mismo que calienta mis latidos,
el mismo que ilumina mi sendero,
¿por qué tu esclavitud no me desgarra,
por qué nuestro silencio genocida
no cesa de crecer cada jornada…?

¿Por qué, si tu materia es mi materia,
nuestro dolor importa más que el vuestro?
¿Por qué, si tu materia es mi materia,
no cuento vuestro llanto como nuestro,
ni cuento vuestra cárcel como nuestra?

¿Por qué, si tu materia es mi materia,
no cuento la injusticia que sufrís
como una inmensa losa que me asfixia,
ni cuento vuestra sangre como nuestra,
ni cuento vuestra muerte como nuestra?

¿En qué parte del viaje compartido
en esta nave azul y milenaria
se decidió que vuestra esclavitud
sería el pedestal de nuestra dicha?

Y ahora que sabemos del engaño,
y ahora que ese yugo crece y crece,
como las sombras negras de la tarde
y aproxima sus fauces a nosotros,
quizá ya sea tarde y no haya tiempo
que evite compartir nuestro destino:
y al igual que la vuestra, nuestra carne
será un verso de piel ensangrentada,
macerada en barrotes de ignorancia:
cerviz uncida en yugo inapelable.

10 comentarios:

Unknown dijo...

Muchas veces me pregunto las mismas cosas y aún no acabo de entender porque no encuentro una respuesta.
Poema de esos que brotan como un puño, inapelable y deja su huella.
Un abrazo, Amando.
Leo

Isolda Wagner dijo...

El título me tiene sobrecogida. Es tan contundente, querido. Tus metáforas parece que alivian el sentido trágico de este planeta; sin embargo, ese mismo cuidado con el que empleas cada palabra, le da más fuerza a tu grito que aparece a mitad del poema con las preguntas que no dejan de acosarnos, por poco que uno reflexione.
De los que duelen.
Besos sumidos en la falta de respuestas

Anónimo dijo...

Tal vez no seamos tan culpables como creemos, y en realidad poco de lo que vivimos está en nuestras manos; tal vez el sufrimiento de sentirnos en una cárcel sea suficiente condena como pago por el dolor que obviamos; y, tal vez, todo esto sea parte de un plan mucho más elevado que no alcanzamos a comprender y que está por venir. Mientras tanto, seguiremos en este continuo desgarro que produce la incertidumbre y seguiremos escuchándonos gritar unos a otros, cada cual a su manera.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Tal vez no seamos tan culpables como creemos, y en realidad poco de lo que vivimos está en nuestras manos; tal vez el sufrimiento de sentirnos en una cárcel sea suficiente condena como pago por el dolor que obviamos; y, tal vez, todo esto sea parte de un plan mucho más elevado que no alcanzamos a comprender y que está por venir. Mientras tanto, seguiremos en este continuo desgarro que produce la incertidumbre y seguiremos escuchándonos gritar unos a otros, cada cual a su manera.
Un abrazo.

María Socorro Luis dijo...

... "fiesta cuyo cimiento es tu miseria"...

Maravilloso poema. Cuantísimo dice!

Abrazo

Flamenco Rojo dijo...

En la Biblia se puede leer: “No os unáis en yugo desigual”…

Todo yugo tiene cerca un aguijón (varita para enderezar a los bueyes)…Nunca me gustaron ni los aguijones ni los yugos ya sean desiguales o iguales.

Tu grito, amigo Amando, me gusta, pero me preocupa…

Un abrazo.

emejota dijo...

¿Por qué, si tu materia es mi materia,
nuestro dolor importa más que el vuestro?

Por decir algo: porque vivimos en el sueño de la individualidad. Beso.

catherine dijo...

Ignorancia voluntaria: nos tapamos los ojos y los oídos; cerramos la boca, sin decir nada. Aprecio el contenido y la forma de tu grito, Amando. Un beso.

Marina Filgueira dijo...

Desgarradoras frases pero ciertas, y, quizá ya sea tarde y no haya tiempo, como bien dices, que evite compartir nuestro destino.
Un abrazo y, tratemos de ser felices. Aunque esto es difícil viendo el horizonte oscurecer.

María Blázquez dijo...

Querido Amando, dejas patente tu sensibilidad con estos versos. Tú, y los que los leemos, probablemente estaremos de acuerdo y nos sentiremos identificados, pero, probablemente también, terminaremos pensando eso que al final nos lleva al individual automatismo que impera: ¿pero qué puedo hacer yo?
Es una lástima, pero la empatía se vende muy cara.

Tus versos me recordaron inevitablemente a mi querido Withman.

Tu poema es de esos que hay que leer más de una vez, lo merece.

Un abrazo.