lunes, 14 de diciembre de 2009

EL FESTIVAL DE SEGOVIA Y LA ESCRITURA CONSCIENTE

Imagen tomada de internet
Los escritores eran Ana Isabel Conejo, Alberto Olmos, Vicente Álvarez, y Eduardo Fraile. Los cuatro jóvenes (relativamente jóvenes, al menos), los cuatro publicados y los cuatro con premios a sus espaldas, algunos premios sonoros, casi de campanillas. Sólo citaré un galardón por individuo, por no abusar, y en el mismo orden citado: Accésit del Adonais de poesía, finalista del Anagrama, , ganador del Destino Guión, y finalista en el Gil de Biedma de poesía, respectivamente, y entre otros…
Habían hablado sobre diferentes cuestiones, sobre nuevas posibilidades, sobre los problemas actuales de la escritura, sobre aspectos generacionales (si los había), y sobre muchas otras cuestiones, todas ellas interesantísimas, qué duda cabe, y de capital importancia para quien escribe, e incluso para quien lee, puesto que el lector es, de algún modo, el destinatario de las conclusiones a las que llegan los escritores.
La pregunta produjo un silencio de expectativa entre el público y entre los cuatro escritores. La pregunta era muy sencilla, se ha repetido muchas veces, pero a veces se olvida con excesiva frecuencia: “¿Cuándo supieron eran escritores?”.
No preguntó mi joven vecino de atrás por cuándo empezaron a escribir, sino cuándo supieron que eran escritores.
Las respuestas fueron todas diferentes, como las letras y los versos de los cuatro escritores. Pero en los cuatro casos hubo un punto en común. Esa vocación se manifestó siempre de modo muy temprano. Y los cuatro matizaron muy bien, no es que empezaran a escribir a muy temprana edad (que también) sino que, además de empezar a escribir, sabían que no podían ser otra cosa en este mundo. Que por mucho que en sus vidas civiles fueran periodistas, editores, profesores…, ellos no podían dejar de ser otra cosa que escritores. Su corazón sabía con total certeza que era el latido de un escritor. Y este descubrimiento, esta plena certeza supeditó sus decisiones juveniles, ésas que se toman pensando que quizá sean modificables, pero que en verdad son las más definitivas, y las más complicadas de variar.
Cada vez que escucho o leo las líneas generales de la vida de cualquier escritor descubro que desde muy temprana edad supieran que querían ser escritores, que quizá sea el primer modo de ser. Cuando uno desea ser algo, generalmente ha empezado a serlo. Otra cosa bien distinta (y que aclaro para evitar confusiones) es que haya publicado desde temprana edad, incluso si ha llegado a publicar… Más aún, se podría decir que ser escritor y no haber publicado nunca nada (con independencia de repercusiones y número de ejemplares de las ediciones) tiene más valor que vivir de la propia escritura, puesto que la verdadera tarea del escritor es la de escribir, no la de publicar. ¿Por qué algunas veces se olvida lo esencial?
Saber que uno es escritor, con independencia de su calidad, del género literario que cultive, de su sexo, de su estado civil, de su forma física, de su salud general, del modo con que se gane el dinero en esta vida, es saber que uno existe de una manera muy especial.
Y no, no es que los escritores formen parte de una orden religiosa o una cofradía laica (dios nos libre) que les obligue a unas determinadas reglas de vida, más o menos similares a las de un monasterio. No, en absoluto, en eso cada escritor es un mundo. Ser escritor, incluso tener clara conciencia de que uno es escritor, en realidad afecta a un modo de ser. La lengua o la pluma de cada uno lo expresará del personalísimo modo que sea capaz, pero en el escritor se aúna exacerbadamente algo que quizá no sea muy habitual. Ser escritor obliga, como tantos han repetido tantas veces, a ser un solitario solidario. Sólo en la soledad se puede crear obra literaria; pero sin ejercer una profunda mirada sobre el mundo (ya sea ésta puñalada, ya sea caricia), es imposible hacer literatura.
Tampoco hablo de compromisos específicos, ni siquiera hablo de ideologías, ni de posturas teóricas sobre tal o cual tema.
Es algo más sencillo.
Aunque, por ejemplo, un escritor narre la biografía de un bolardo, hablará del ser humano (o de los seres humanos) que han tenido que ver con ese bolardo o de la última rodilla que se golpeó contra ese maldito bolardo.

34 comentarios:

Ventana indiscreta dijo...

Querido Amando, vaya mi comentario tras este poema/pensamiento de Carlos Bukowski. Algo entronca con lo que tú dices. ¿Nevó en Segovia?

Así que quieres ser escritor, ¿eh? (Charles Bukowski)

Si no brota de ti a borbotones
a pesar de todo,
ni lo intentes.
a menos que te salga por voluntad propia
del corazón y la mente y la boca
y las entrañas,
ni lo intentes.
si tienes que permanecer horas sentado
mirando la pantalla del ordenador
o encorvado sobe la
máquina de escribir
en busca de palabras,
ni lo intentes.
si lo haces por el dinero o
la fama,
ni lo intentes.
si lo haces porque quieres
mujeres en la cama
ni lo intentes.
si tienes que sentarte y
rehacerlo una y otra vez,
ni lo intentes.
si sólo pensar en ello ya te cuesta trabajo,
ni lo intentes.
si quieres escribir como algún
otro,
olvídalo.

si tienes que esperar a que salga de ti
con un rugido,
entonces espera tranquilo.
si no llega a salir de ti con un rugido,
dedícate a otra cosa.
si primero se lo tienes que leer a tu esposa
o a tu novia o tu novio
a tus padres o quienquiera que sea,
no estás preparado.

no seas como tantos otros escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman escritores,
no seas soso, aburrido y
pretencioso, no te dejes consumir por el
narcisismo.
las bibliotecas del mundo
se han dormido de
aburrimiento
con los de tu calaña.
no lo empeores.
ni lo intentes.
a menos que te salga
del alma como un cohete,
a menos que creas que la inactividad
te llevaría a la locura o
al suicidio o al asesinato,
ni lo intentes.
a menos que el sol en tu interior te
abrase las entrañas,
ni lo intentes.

cuando de veras sea la hora,
y si estás entre los escogidos,
cobrará vida por
si mismo y seguirá cobrándola
hasta que mueras o muera
en ti.

no hay otra manera.

ni la hubo nunca.

Amando Carabias dijo...

Ventana Indiscreta:
Pues no, no ha nevado en Segovia. Cuando la lengua de hielo entra desde Siberia es difícil que aquí nieve. Es más sencillo que lo haga cuando viene el beso frío desde el Atlántico, desde el Polo...

Este poema es, como todo lo de este hombre, una especie de radiografía. Sí entronca con lo que escribo en el artículo y es cierto lo que dice...
Y también sé dónde están los versos que me aluden, aunque a veces me aludan todos estos versos.

Tempero dijo...

Como dices a mi querida , amada y ajustada compañera Sofía, Amando, (y voy a hace un juego de palabras) que la nieve y la palabra nos sea alud. ¡Qué bonita esa palabra!

Abrazos.

Amando Carabias dijo...

Tempero
Sí, pero cuidado no nos pille debajo.

Marian Raméntol dijo...

Saberse escritor...Mmmmm, a mi me da hasta escalofríos, porque es una palabra muy grande, con un gran volumen y una respiración muy alta, y como me da un poco de vértigo siempre la acompaño con el binomio "aprendiz de", de este modo me siento más cómoda...

Abrazos.
Marian

Amando Carabias dijo...

Marian Ramentol
A mí me pasa un poco lo mismo, y uso lo de escribidor. Pero creo que eso es un poco una presencia al exterior, porque tú (incluso yo) nos sentimos escritores, al menos cuando ante la pantalla del ordenador, o la hoja de papel, comenzamos a dejar que las palabras que nos están empujando ahí adentro, salen. Aunque algunos días duelan.
Hay cosas que son inevitables. Y aunque no existiera este milagro llamado Red, y aunque nadie nos conociera, ni nos conociéramos, aunque sólo lo supieran las estanterías o los cajones de nuestras casas, seguiríamos siendo escritores, aprendices de escritores o escribidores.

Flamenco Rojo dijo...

Siempre he creído que un escribidor es una persona sensible, imaginativa y discente. El discente escribidor es aquel que aprende continuamente, y desde mi punto de vista será mejor escribidor en la medida que sepa aprender de lo que escribe, antes y después de haber escrito.

Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

Flamenco Rojo:
Una de las cosas que siempre me han intrigado más es la razón por la cual acerca de la mayoría de los temas, da igual el tema, se pregunta a un/una escritor/a para que dé una opinión.
Y me intriga, porque habitualmente me siento como ese humilde alumno del que hablas, ese discente que nunca termina de aprender.
No sé si eso me ayuda o ayuda a la tarea de la escritura, supongo que sí, pero a lo que ayuda es a mantenerme con vida, con la actitud de la curiosidad bien despierta.

catherine dijo...

La curiosidad bien despierta es la ùnica manera de aprender.

Isolda Wagner dijo...

Me conformo con escribir, no quiero ser nada, quiero escribir y que la curiosidad me pueda y me llegue un alud de palabras.
Hay quien canta en la ducha, para sí mismo, a mí me gustan las teclas, antes, más los cuadernos.
Leer y escribir van juntos.
Ahí dejo cinco letras, que quieren decir besos.

Anónimo dijo...

sigue escribiendo, esto pinta muy bien..

Amando Carabias dijo...

Catherine:
Cuando se habla, en el ámbito educativo, de motivación, creo que lo primero que hay despertar es curiosidad, sí.

Amando Carabias dijo...

Isolda:
Me da la impresión que escribir es ser poca cosa, pero a la vez ser todo. Porque escribir, como sabes, también es zambullirse en las honduras de lo que se habla, y de algún modo es como hacerlo tuyo, al menos en parte.
Sí, tienes razón, escribir y leer van juntos.

Amando Carabias dijo...

jordim:
Gracias por tus palabras de ánimo. He pasado por tu casa y allí he descubierto a un escrito de ritmo y nervio.

Evaasecas dijo...

¿Por qué escribo? supongo que porque lo necesito, aunque a veces cuando más necesito escribir no me sale...
no lo se, no se que es y que me da, pero si se algo, que me gusta compartirlo.

Abrazos.

Amando Carabias dijo...

Evaasecas:
Me gusta lo que dices. Pero sobre todo me gusta el final, eso de que te gusta compartirlo.
Sobre eso he pensado muchas veces. En el fondo no sé si se trata de narcisismo de quien escribe, de necesidad de cariño o simplemente que la razón de escribir es que los demás puedan leerlo.
Al final llego a una sola conclusión, quiero compartir muchas de las cosas que escribo, pero lo único determinante en todo esto es escribir. Eso es lo que importa.

Gaspard dijo...

Solitario y solidario se declaró Camus. En el prólogo del 58 a 'El revés y el derecho', escrito 30 años antes, decía que si no era capaz de escribir algo como aquello, no habría logrado nada. Lo logró, porque entre el 58 y el 59 escribió 'El primer hombre', cuyo manuscrito encontraron junto al cadáver del escritor, muerto al instante al estrellarse su coche contra un platanero, el 4 de enero del 60, va a hacer medio siglo. Camus escribió esa obra, ajena a compromisos, ideologias ni teorías, en una mesa de una terraza que daba a los cipreses de la Provenza, solo, concibió una obra maestra. Estas Navidades -para mí ya estamos, rodeados de adornos y nietos... ¡y frío!- estoy leyendo el 'Diccionario de Albert Camus', compilado por Jeanyves Guérin. Es como un diccionario de divulgación médica, pequeño, con dos columnas y acepciones numerosas. Un bombón navideño. Si os gusta Camus, os parecerá original y apasionante este diccionario.

Alena.Collar dijo...

Yo es que no sé hacer otra cosa...
Y si no escribiera me moriría. Perdón, no es intento de frase solemne, es que no sé ponerlo de otro modo más sencillo.
Y este texto tuyo está por algo en Alenarte, mi querido Escritor.

Amando Carabias dijo...

Gaspard:
El solitario solidario, es una de las mejores deficiones que he escuchado sobre la esencia del escritor.

Amando Carabias dijo...

Alena Collar:
No sé si me moriría, pero desde luego sería una vida muy poco atractiva, aunque para muchos sea inexplicable.

Beatriz Ruiz dijo...

Bueno... para los que no somos escritores, no es nada inexplicable... Se os entiende perfectamente...

Y yo???... Pues es claro... yo disfruto de vuestro arte...

Anoche tuve el placer, inmenso placer, de asistir a "El Mesías" de G.F. Händel...

Todos, escritores, músicos, pintores... haceís de nuestro mundo algo muchísimo más llevadero...

Así que gracias...

Amando Carabias dijo...

Beatriz:
Pues es una razón más para continuar adelante con la tarea.
Y no creas que es algo menor..., sobre todo después de algunas cosas que uno tiene que escuchar en ciertos ambientes.

maririu dijo...

los que sean escritores y los demás os saludo, hoy en Tortosa al fin con internet¿cómo he podido aguantar sin...? os aseguro se sobrevive sobre todo cuando hace muy mal tiempo,muy muy malo y la calefacción eléctrica está en pana y no te puedes permitir que la lumbre se apague así que a por leña y los 5 0 8 metros que me separan de "leñero" eran una expedición !!!!!!!!!!
he tomado la pluma para deciros que la curiosidad no hay que esperar la edad escolar ya es demasiado tarde hay que despertarla en la cuna y por la palabracontestando a las preguntas más 2absurdas" surrealistas.
os contaréque vaya bien abrazos

Amando Carabias dijo...

maririu:
Estoy seguro de que se sobrevive,pero en determinadas situaciones se echa de menos una palabrita amiga.
Pero si alguno de nuestros ancestros no hubiera encontrado el modo de controlar el fuego y hacerlo el alidado contra este frío (ahora al mediodía por aquí aún andamos a bajo cero y pisando pequeñas lágrimas de nieve), creo yo que estas tierras serían territorio solo de ciertos animales, más fuertes desde luego que los humanos.
También estoy de acuerdo en lo que dices sobre despertar la curiosidad.
Esperamos tu aportación.

la palabra en cierne dijo...

Tengo pesadillas con Bukowski. Supera a cualquier dios en el don de la ubicuidad.
Esperábamos tu crónica del festival. Yo ya he asumido que no ganaré un puñetero duro con la poesía. Gracias por las reseñas. Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

Palabra en ciertne:
Asumir que no ganaremos ni un duro con la poesía es la primera liberación necesaria para que la poesía no se enrede en otros temas.

Alena.Collar dijo...

Con Bukowsi me temo que lo único que se puede tener son pesadillas... es una broma...
Lo he leído tarde y mal, no me interesó mucho, ciertamente. Demasiada "pandereta" para mí; me explico, demasiado "todo es tremendo", me sonaba (entonces, hablo de hará veinte años) a "ahora os váis a enterar"...y una se quiere enterar solita. Creo que se me entiende.
Aunque reconozco sus muy más que posibles méritos en crear una nueva forma de decir. Eso desde luego.
Un beso con sol frío de invierno.

Amando Carabias dijo...

Alena Collar
De Bukowski, cero. Lo siento.

Amando Carabias dijo...

Ya sé que está media España bajo los efectos de la nieve, el hielo, etcéra...
Si pinchais aquí, podréis ver, lo que han visto esta mañana nuestros ojos

Amando Carabias dijo...

La verdad es que poniendo el enlace se ve mal. Quizá se mejor que accedais a la página en tamaño completo, esta es la dirección:
http://www.nortecastilla.es/20091215/local/segovia/nieve-obliga-cadenas-varios-200912151130.html

Marina Filgueira dijo...

Solitario? Si, me gusta... para mí, en la soledad de este coarto, es quzá el mejor momento... para meditar- pensar y escribir. Reconociendo que a veces son tonterías, pero es lo que me gusta hacer... loque quería cuando fui niña y joven,solo que entonces eran malos tiempos de misería... de posguerra y no tuve ninguna oportunidad. Me casé sin cumplir los veite años. fui y muy feliz con mi pareja y con mis cinco hijos. Hasta hace 6 ños que me parecen 6 siglos. que me abandonó para irse al cielo. ¿No ves... creo que estoy escribiendo tonterías. Gracias Maestro por tu gran lección. Un beso y ser felices.

Amando Carabias dijo...

Marina Fligueira:
No, no son tonterías. Es tu vida, es tu afán, es tu ilusión. La misma ilusión y el mismo afán que tuvieron estos escritores que acudieron a este acto que comento.
Tú no pudiste, fueron otros tiempos. Ahora puedes, a tu manera, con tu estilo, con tu vida ya a cuestas, empapándolo todo.
Eso es lo que importa esas ganas. Otros serán los que lleguen a más número de lectores, pero la ilusión será la misma.
Sólo yerras en una cosa, no soy maestro de nada ni de nadie, por favor, no me digáis esas cosas, por favor...
Un beso.

Marina Filgueira dijo...

También me gusta esa humildad que abrazas y que tiene un valor incalculable y, no, no yerro. No porque eres lo que está demostrado. Y yo lo valoro muchísimo, sin ningún miedo a equivocarme. Amando- gracias por tus palabras de ánimo. Un abrazo y ser felices.

Amando Carabias dijo...

Marina Fligueira
Procuraré no decepcionarte, lo digo con un poco de sonrojo. Gracias.