lunes, 9 de noviembre de 2009

TRIBULACIONES DE UN ESCRIBIDOR DEL CLUB LETAL (y II)



Recordarán ustedes que en la entrada del miércoles pasado este escribidor dejó medio insinuada la promesa de que mantendría informada a la concurrencia sobre el memorable hecho de su novela compartiendo tabla con otros textos, durante las mañna de los jueves en la Plaza Mayor de la muy noble y muy leal ciudad de Segovia, con motivo del secular mercado que allí se celebra tal día de la semana, salvo festivos, en cuyo caso pasa a celebrarse la víspera.
Como estaba anunciado, amaneció con ganas de gresca, con mucho alboroto de viento y nubes grises de abundosa panza a punto de explotar, pero la mañana no pasó de ser ladrido de perro que, por suerte, en cumplimiento del viejo refrán, no muerde. Quiero decir que la amenazante lluvia que el entoldado cielo nos prometía, no cayó y Rafa y colaboradores, acudieron a su cita con el mundo de los negocios. El viento no fue suficiente para evitar acudir al cumplimiento de su deber.
Nosotros, quiero decir Marián y yo, aprovechamos el rato del desayuno para acercarnos hasta allí. Una vez que calentamos los estómagos con el reconfortante café, y a pesar del viento y de la temperatura que parecía una lechuga recién sacada de la nevera, dimos con nuestros pasos en la mentada plaza batida por un viento de rostro huraño.
Allí estaba el puesto de Rafa, sin Rafa, obviamente.
La primera mala noticia es que ya ni los libros de este singular mercader son el principal género de su negocio. Ahora le ha dado por las telas, no sé dónde habrá encontrado este hombre la tienda o almacén que haya chapado el negocio y haya liquidado tanta pieza de tela de todos los colores, géneros y especies.
Así que, ya recluidos en segunda fila tiritaban los libros.
La segundo mala noticia es que no soy el único escritor vivo que forma parte del club LETAL (Libros entre Endivias, Telas, Aceitunas y Lechugas). Y no es que uno quiera exclusividad, ni mucho menos. Lo que me sienta peor no es eso, no, sino que alguien del CAS (Club de las Almendras Saladas) y además quien ocupa uno de los mejores puestos del CAS, también pretenda presidir el LETAL, y Rafa que no sé yo si habrá leído Arturo Pérez Reverte, por alguna razón especialísima ha puesto El club Dumas un euro más caro que Aquel sábado lluvioso. Y por el peso del libro no ha sido, eso fijo . Y uno sabe que El club Dumas es una grandísima novela, como la mayoría de las escritas por el cartagenero, pero claro que además de ser el escritor más vendido en España y por tanto presidir o casi, el CAS, también pretenda hacerlo con el Club LETAL clama a los cielos. Digo yo.
Y la tercera mala noticia, es que los tres ejemplares de Aquel Sábado lluvioso no estaban juntos. No podían hacerse compañía. Uno había sido desterrado a otra esquina, a otro lugar, como si hubiera sido castigado. Y encima costaba menos, dos euros menos.
Lo tomé en mis manos, le eché un vistazo. Y no entendí por qué su abandono, por qué esa diferencia en el precio. Descubrí que su único lector lo había dejado en la página ciento cincuenta y nueve, pues la esquina inferior de es página estaba doblada, donde su último párrafo dice:
Mi primera intención fue alejarme lo más posible de esos lugares, protegerme a mí y a la madre de Jesús de probables complicaciones de última hora. Era necesario que regresáramos a casa de Marcos y esperar acontecimientos. Mi cabeza no daba para más. Pero fue la propia madre de Jesús quien me rogó que fuéramos hasta el Calvario. "No podemos abandonar a Jesús ahora, al final su vida". Me fue imposible hacerle variar de idea, me lo impidieron sus ojos suplicantes, negros y ardientes, profundos y llorosos.
Luego sonreí. Recordé las palabras de Alena Collar... Quizá el rubio gitano de pelo rizoso y andares vaqueros, estaba esperando a esa joven que apenas tenía los cinco euros para comprarlo...

Javier, nuestro serpa cumplió con su parte y fotografió para la posteridad la prueba documental del acontecimiento. Según su propio testimonio, esta foto no está tomada como vulgar paparazzi que persigue a los famosos y los fotografía de cualquier modo... No, queridos lectores, están ustedes ante un auténtico posado.

28 comentarios:

catherine dijo...

Porque las Almendras Saladas se creen superiores a las Endivias, Telas, Aceitunas y Lechugas?

Amando Carabias dijo...

Catherine
Te resumo. El miércoles pasado, expliqué que otro escritor español, Andrés Trapiello, antes de ser él famoso, decía que los escritores importantes formaban el CAS, Club de las Almendritas Saladas, en referencia a que este tipo de frutos secos se suelen colocar en los hoteles de alto standing donde se producen las reuniones, cócteles, aperitivos, etcétera donde se dan cita este tipo de escritores.
Y no es que se crean superiores, simplemente es un modo de clasificar.

Alena.Collar dijo...

¡Prometo solemnemente NO invitar a ALMENDRITAS!...
¡Mon dieu!...
Por lo demás, qué dulzura tiene ese libro pidiendo un lector...
¿Podría serlo yo?...¿querría ese libro, si es que sigue en ese puesto que yo tuviera el honor de que Amando lo recogiera (ese y no otro, porfa) y me lo enviara, y yo lo cuidara de la lluvia, y él me contara la historia de Jesús?...

¿Sí; podría yo volver a mis 15 años gracias a un blog, gracias a un gitano, gracias a un libro que aguarda?...

¿Sería posible, don Amando, que rescatara usted ese libro- ese precisamente- para mí?...

¿Podríamos creer en la Magia?...

Amando Carabias dijo...

Alena Collar:
Podrás creer en la Magia, y quizá vuelvas a esos 15 años... Todo es posible, absolutamente todo.

Marian Raméntol dijo...

Los libros nos llaman, Amando... Me sucede a menudo que en una librería, sobre los muebles donde los libros de "ocasión" se amontonan unos encima de otros (los delas estantería no suponen ningún reto), despues de invertir tiempo y mimo en buscar y rebuscar, elijo uno, y tiene que ser ése y no otro, cada libro tiene su lector... sí.

Un besazo
Marian

Amando Carabias dijo...

Marian Ramentol:
Me sucede exactamente lo mismo.
También me pasa en las bibliotecas. Y es curioso que en muchas ocasiones has pasado delante del mismo libro y te has percatado de su exitencia. Sin embargo, cierto día parece que toma voz y te grita o te susurra, en fin, se hace visible y no te queda más remedio que abrazarlo y llevarlo hasta tu casa...
Un beso.

maririu dijo...

a mí también me pasa ¿qué será?
Veo que cuando vas al mercado histórico de la histórica Segovia llevas a tus guardaespaldas y con camera por si atacan.
Me intriga el párrafo citado y la tapadel libro con una que tiene aire de Santa Teresa pero segun parece es la Madre...
A mi Alena me gustan las almendras saladas y me da igual lo que simbolicen, a estas alturas!

Amando Carabias dijo...

maririu:
Pues sí llevo guardaespaldas, por si acaso me ofrecen un buen contrato editorial: necesito fotógrafo, abogado, portavoz, vamos una parafernalia...
Es broma

La verdad es que la Plaza de Segovia la tenemos a unos 300 metros de nuestro puesto de trabajo. Y allí nos acercamos en un momento. Javier dijo que cogería la cámara y la trajo. Nuestra duda era si Rafa colocaría el puesto. Y lo colocó.

Alena.Collar dijo...

Maririu:
( Con permiso de los demás):

-

Si tú llegaras, como un pájaro,
ola que vuela, onda, línea,
si llegaras, aire, mar entre niebla,
libro abierto abiertamente
se abriría, alas;
y por supuesto:
¡Habría almendras!...

;)

Flamenco Rojo dijo...

Yo lo veo como una premonición...la coincidencia de un libro como “El club Dumas” con “Aquel sábado lluvioso”, es una señal, es un sueño, es una sensación. Llegará el día, tod@s tus amig@ lo esperamos y confiamos, en que compartas estanterías de librerías importantes junto a escritores como Arturo Pérez Reverte.

Un abrazo.

maririu dijo...

cuestión de magia pues, gracias Alena
y Amando no tengas celos que todo vendrá lo dice el flamenco que además es rojo fijate si tendrá razón.
voy a darme un paseíllo por un París que tirita con 6º esta mañana y 10º a la hora y en pleno sol.
frrrríííío!

javier dijo...

Me gustaría que se cumpla la visión de Flamenco Rojo y de esta manera fueran más los lectores que pudieran disfrutar de su obra, lectores que aún no saben que Amando Carabias María existe y que algunos privilegiados ya disfrutamos de ella. Yo pienso que se está madurando.

catherine dijo...

Mi comentario de la noche era ironìa y me lo confirmas, Amando, las Almendras son pijas.Me voy a luchar contra el frìo en una peluquerìa y compraré en la tienda de la esquina endivas o una lechuga.
Otro dìa pasaré por la librerìa de libros viejos a rescatar el que me haga un guiño.
Con magia o sin ella me uno al deseo del flamenco (rojo).

Isolda Wagner dijo...

Pues por lo que parece, los libros nos llaman a todos. Yo también se lo pedi al escribidor, pero quizá sea más importante para cualquiera que pase y note el guiño... Lástima de la distancia!
Pues sí, me encanta que figure junto al Club Dumas, no sé que precio la ha fijado el tal Rafa, pero lo recuerdo gordito.
Algo tendrá que ver.

Alena, para tu presentación con unas aceitunitas y un queso manchego, quedas de lo mejor.

Pero después de los versos que ha enviado Maririu, pon lo que te parezca, que lo importante son los libros.

Besos hoy, rodeados de libros, como en el puesto de Rafa.

María A dijo...

Siempre he tenido debilidad por los puestos de libros de ocasión,ante los que doy rienda suelta a mi tendencia a la compra compulsiva de libros´y me da igual dónde me encuentre. De Costa Rica, me han acompañado media docena.. El primer lugar que visitamos, nada más llegar, fue, como casi siempre..una librería. En América Latina, siempre se encuentran joyas en los "mercados de viejo",que así lo llaman. Hace ya unos cuantos años, cuando la crisis del corralito, en Montevideo, en el rastro de Tristán Narvaja, encontramos librerías enteras de familias e incluso de instituciones -el colegio de los jesuitas, por ejemplo- y nos pusimos las botas. Compramos más de 200 libros. Hubo que meterlos en cajas y enviarlos por avión. Una pasta...pero aún los estamos esperando...Y me dan ganas de llorar cuando recuerdo el poemario de Benedetti con dedicatoria y firma. Y otro de Borges. Y algunos manuscritos de la época de la Independencia, que adquirió el historiador...Reclamaron amigos uruguayos bien ubicados: Correos de Uruuay nos respondió con documentos que acreditaban que habían llegado a España. Aquí reclamamos y...se nos informó que "se habían perdido en la Aduana". Bueno, espero que hayan servido para algo más que encender una chimenea...
Escribidor, digo yo que, ya que tienes que ir al rescate de un ejemplar para Alena, ¿tendrías a bien rescatar otro para una servidora? Estaría dispuesta a pagar lo que pida el rubio y más. Y a ir a buscarlo -y pagarlo, por supuesto- personalmente en cuanto se tercie. Bueno, usted dirá. Ah, yo no tendría envidia del tipo del Corsario... Abrazos africanos, aún en fase de adaptación.

Amando Carabias dijo...

Alena Collar:
Precioso poema, qué sensibilidad.

Amando Carabias dijo...

Flamenco Rojo/Pepe Gonce:
Ojalá así sea, a nadie amarga un dulce.
Lo que voy a escribir sonará a peloteo puro y duro, pero es que si no lo hago puede que haga carrachisplón y explote. Mantengo lo de más arriba, que conste.
Pero es más importante para mí, haber conseguido que a través de mis letras, algunos (los que escribís en esta ventanita y los que no lo hacen, pero nos leen) hayamos establecido un vínculo personal especial.
Repito, no negaré lo innegable, pero lo importante es lo importante.

Amando Carabias dijo...

maririu:
Era pura ironía. En el fondo y si vas a ver es una desgracia que en una casa se tengan que deshacer de un libro como El Club Dumas. A mí me gustó mucho en su momento. Arturo Pérez Reverte tiene la capacidad de enganchar desde la primera págian. Su admiración por el autor francés y por su obra más importante, "Los tres mosqueteros", es pública y notoria y en este libro, el Académico hace una espectacular novela de aventuras.

Isolda Wagner dijo...

Alena, al ver el comentario del escribidor, me doy cuenta que me equivoqué. El poema sigue siendo precioso, pero tuyo. Lo siento, un beso.

Amando Carabias dijo...

Javier
Muchísimas gracias por tus palabras. Da un poco de vértigo lo que dices, pero sé que tus palabras son auténticamente sinceras.
Será que estoy madurando, pero hay procesos lentos, en verdad. :).

Amando Carabias dijo...

Isolda:
Ponga lo que ponga Alena en la presentación del libro, todo quedará estupendamente, y más aún con ese libro que nos ha regalado a quien queramos leerle.
Por lo que veo, habrá que hacer una entrada sobre las distintas voces con que los libros nos convocan y sus circunstancias.
El precio que ha puesto Rafa es de 8 euros al Club Dumas. Sí es un libro gordito, más que Aquel Sábado lluvioso, pero la calidad del papel (y no es ninguna ironía como podrás comprobar) no tiene nada que ver, nada. No es el mismo papel el que utiliza Alfaguara que el que usó la Diputación. Pero eso no lo ha tenido en cuenta Rafa. Seguro.
Y ya vendrás aquí a darme la razón.

Amando Carabias dijo...

María A:
Eso sí que es de una novela o de un relato. ¿De modo que en la aduana española se han perdido varios baúles o cajas con libros?
Hilemos... Este sí es un caso para Gayano...
Hoy venimos diciendo que los libros nos llaman. A mi me da en la nariz que los libros, una vez que salen de la jurisdicción del autor y del editor tienen vida propia.
¿Qué libros, además de los citados, iban en el lote...? Bueno no es necesaria la respuesta con que hubira uno de Benedetti es suficiente para que se preparara la revolución...
Aquella noche, mientras los aduaneros dormían, los libros pusieron en práctica el plan. Con la preparación que les había dado permanecer en ubicaciones tan ilustres como el colegio de los jesuitas de Montevideo (toma ya) la cosa fue fácil. Descerrajaron las cajas y salieron en busca de la libertad.
Buscaron el vuelo, quisieron cumplir con lo que algunos de los textos decían...

Ahora en serio, tú dices que ojalá no sirvieran para alimentar el fuego de una chimenea. Esperemos que el librero de viejo español que se quedó con ellos por una pequeña 'mordida' no los haya malvendido...
Pensando al contrario, qué perra puede ser la vida de un libro...

Pues no es que tenga envida de APR, pero me lo he pasado pipa con sus novelas (no hablo de otra cosa, su patente -cuando la leía- ni fu, ni fa-). Ya sé que no será literatura en el más alto concepto, pero a veces tengo mis dudas.
¡Cuánto se ganaría si nuestros jóvenes accediesen a la lectura con sus textos y no con otros que les son más ajenos...!
Quizá el historiador pueda decir algo al respecto.

María A. dijo...

Escribidor, tu interpretación de la vida propia de los libros y de su búsqueda de la libertad, puede que me consuele a partir de ahora. Pero hemos pasado mucho tiempo con la esperanza de que llegaran a casa para darle la acogida que se merecían. Venía también uno de Borges y, claro, muchos de Historia del Uruguay del XIX. Yo "salvé" una joya, uno chiquitito de Anatomía con unas láminas maravillosas. Lo guardé en mi mochila y lo utilizo en mis clases. Creo haber contado la historia del poemario de Benedetti: iba también en mi mochila y se lo enseñé a la mejor amiga uruguaya, historiadora y novelista, amiga de Benedetti. Ella fue la que me dijo que la firma era del autor y la que hizo las gestiones para recuperar las 4 cajas perdidas. Como yo lo metí en una de ellas y se perdió..y yo lo lamentaba tanto, poco tiempo después me dijo que se lo había comentado y le había dicho "la próxima vez que venga tu amiga, invítame a comer a tu casa y yo le llevo un libro y se lo firmo. A cambio deberá hacerme un cocido castellano". Cocido y ¡hasta un poquito de jamón!, prometí. En eso quedamos, pero hace ya 8 años que no he vuelto...y en estas se nos fué... y bien que lamento no haber cumplido la promesa. Respecto a APR,reconozco que escribe bien, pero...ay, prefiero no preguntar al historiador... porque una cosa es la novela y otra meterse en asuntos de historia... Ya lo contaré en otra ocasión, pero los miembros del CAS,no pocas veces escriben por encargo y, supongo, por el parné...No sigo que me pierdo... A mí me gusta Alatriste, sobre todo la película de Díaz Yanes. Abrazos africanos.

Flamenco Rojo dijo...

A título anecdótico que no estadístico, no me gustaron de APR ni “Cabo Trafalgar” (exceso de términos marinos que solo consiguió hacerme perder el interés en muchas ocasiones) ni “Un día de cólera” (Tanto nombre y tanta gente al final termina por perderte, distraerte de la historia real y el ritmo de la narración se hace muy lento). Desde mi punto de vista que me he leído casi todos los libros de APR (incluidos por supuesto la saga de Alatriste) es un escritor que nos da bastantes de cal y algunas de arena.

Abrazos trianeros.

Amando Carabias dijo...

María A:
Completamente lastimoso lo que cuentas del libro de Benedetti. Por qué será que ocurren estas cosas. En fin.
A Alatriste, precisamente me refería, cuando decía lo que decía sobre el acceso de la lectura a de los jóvenes. La película de Díaz Yanes, yo que me he leído creo que toda la serie, menos el último, se me hizo corta, aunque es un buen resumen de las aventuras del personaje, como una novela de varias novelas. Se nota que está la mano del autor en el guión. Porque para ser su literatura como es ha tenido muy mala suerte con el cine, sobre todo con La tabla de Flandes. No he visto peor adaptación de un libro que esa.

¿Por qué escribir por encargo es malo?
Me explico.
Yo escribí por encargo "En busca del día y su horizonte". Fue un capricho del protagonista y puse mi pluma a su servicio.
Pero siempre ha figurado mi nombre en el libro, y por mucho que se hable de autobiografía (cosa obvia, por otra parte), nunca quiso que mi nombre desapareciera del texto.
Otra cosa distinta hubiera sido que por un precio, hubiera desaparecido mi nombre y toda referencia a mi trabajo... Pero eso, más que escribir por encargo, es utilizar un negro, como se dice en el argot literario.
Que escribir por encargo cercena la libertad del escritor es cierto o puede ser cierto (depende de los pactos a los que se llegue), pero supongo que también los del CAS, como los del LETAL necesitamos comer, y no todos los del CAS tienen la bendita suerte que yo tengo de tener un trabajo que me permita la subsistencia digna....
Ah, y no te pierdas, por favor, no te pierdas.

Amando Carabias dijo...

Flamenco Rojo/Pepe Gonce
Ya sabes que al de Cartagena lo del mar le puede, y más si se trata de barcos de vela, como aquellos de aquella singular batalla que tanta sangre inútil y valiosa derramó, sólo por no dejar a quién sabía el mando. Pero bueno eso es otra historia.
Un día de cólera parece la guía de teléfono, pero, por otro lado es apasionante saber que cada nombre que allí aparece se corresponde con el nombre de un ser humano de carne y hueso que el dos de mayo de 1808 estaba en Madrid. Creo que con este libro trató de hacer un homenaje al famoso pueblo anónimo, sacándole por una vez del anonimato y haciendo visible sus nombres.

Fíjate, amigo, que ambos libros que citas, yo veo una cosa en común, que no es muy distinta de lo que se pretende con Alatriste y que también destila en algunos de sus artículos: Que buen siervo si hubiera buen señor...
El pueblo llano, la España profunda dando una lección a nuestros dirigentes, como casi siempre. Arrojo, valentía, incluso demasiado arrojo y demasiada valentía. Un hombre es capaz de defender a su patria, cuando estaba en galeras, y un pueblo es capaz de derramar su sangre por una familia real que se acabaría burlando de ese mismo pueblo, no muchos años después.
Pero este pueblo es muy suyo.
Precisamente Días Yanes en la última escena de la película que comenta María A lo resume a las mil maravillas, o eso me pareció a mí.
Ustedes disculpen la extensión.

María A. dijo...

Que no,que no quiero perderme... y claro que me parece dignísimo escribir por encargo... como ser negro en archivos, buscando papeles para muchas figuras de la Historia, la Literatura, el CAS...Excelentes profesionales, por cierto... Y Díaz Yanes, además de cineasta, es historiador y excelente guionista, por cierto. Y torero frustrado.

Amando Carabias dijo...

María A:
Ya, sí ya sé. Y te entiendo. Uno no hablaba de ciertas cuestiones, lo de hacer de negro tampoco es indigno, es indigno que otros se lleven la fama por un trabajo que otros hicieron. Y eso sí me parece peor, pero, como dice el dicho, obligado te veas...
Yo sólo hablaba de los que escriben por encargo que, además, en cierto sentido es una disciplina que puede venir bien.