domingo, 27 de septiembre de 2009

SI ME QUEDARA CIEGO

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La palabra de cada día 2005.
El camino que serpea.
Enero.

¿Qué podría hacer si me quedara ciego?No es una pregunta retórica. Conozco alguien joven que, en teoría, o al menos hasta donde se me alcanza, disponía de buena visión, y, de repente, se ha quedado prácticamente ciego. Una degeneración en la mácula, me ha parecido entender. Lleva tres meses de tratamiento y la cosa tiene oscuras perspectivas, nunca mejor dicho. De momento, le es imposible leer, y a cierta distancia no ve nada o, mejor dicho, lo ve todo distorsionado. He estado hablando esta tarde con él y he llegado a la conclusión de que ha entrado en un proceso de resignación, aunque no exento de esperanzas.
Lo que más me ha impresionado ha sido lo que me ha repetido varias veces, ‘Leer me es completamente imposible’. Y las palabras me han resonado en la mente como aldabonazos. Si a mí me sucediera, repito, qué podría hacer. Me aterra. No poder seguir disfrutando de la lectura ni de la escritura, al menos del modo al que estoy acostumbrado. Pero, por lo que se ve, uno está expuesto a cualquier tipo de riesgo. No quiero parecer demasiado trágico, pero uno ha de estar preparado para cualquier eventualidad, para poder disfrutar de las cosas a las que no se suelen dar importancia por cotidianas.
Damos por hecho que ver es lo más natural. Uno abre los ojos y ya está, las cosas, las gentes, en fin, lo que nos rodea, entra en nuestro cerebro. Es algo sencillo, normal. Sin embargo, sería bueno que me concienciase de que cualquier día uno hace el mismo gesto infinitamente repetido, y no es capaz de ver absolutamente nada. Como si todo hubiera desaparecido, como si se hubiera sumergido en la angustia. Es algo tan terrible como girar y girar el grifo y que el agua nunca saliera. Parece que damos por hecho que las cosas suceden sin más, y no somos conscientes de la cantidad de variables que se han de conjugar.Probablemente somos la especie animal más frágil, aunque dispongamos del mayor de los tesoros que pueblan la naturaleza. Me refiero al cerebro, al cerebro humano que razona, se abstrae, saca consecuencias, crea. Sin embargo, su funcionamiento implica tantos mecanismos, tantas conexiones que, a veces, parece imposible que pueda funcionar correctamente cada día, cada instante, en cada ocasión. Nuestra relación con el mundo exterior que nos rodea, y lo que podemos aportar a ese mundo, depende del correcto funcionamiento de nuestro cerebro: ver, oír, oler, palpar, gustar, reflexionar, aprender, observar, hablar, leer, todo, depende de él. Y no somos capaces de concederle la más mínima importancia. Simplemente lo damos por hecho.

46 comentarios:

Gaspard dijo...

Mientras leía se me hacía un nudo en el estómago. Todo, visión incluida, depende del correcto funcionamiento de nuestro cerebro, dices. Correcto. Una pérdida de visión, de lectura y lo que no es lectura, perder lo que damos por hecho, es aterrador, dices. Correcto. Mi hija mayor no tenía problemas con la mácula. A mi hija le diagnosticaron hemianopsia. Causa: accidente cerebrovascular. Eso fue el 17 de abril, 11 días después, mañana hará 5 meses, llegó el aldabonazo.
Como diría aquel, hay que joderse. A seguir, se dice. Eso hago: he ido a la exposición de los surrealistas, y no he podido dejar de pensar en ella. Seguir, ¿para qué?, ¿para ver qué?
Bueno, me voy a dormir, y lo último que pensaré antes de caer en el sueño será en ella.

Amando Carabias dijo...

Gaspard
Llevo cinco minutos empezando a responder. Y no puedo. No sé qué poner. Así que sólo mi sentimiento.
Cualquier otra comentario sobra.

María A. dijo...

Con permiso Amando...
Gaspard, seguir para intentar disfrutar de lo que amaban los que se fueron: la vista de la Concha; las hortensias veraniegas; la Corniche...o lo que ´tu quieras añadir. Continuar, no olvidando lo que fueron y fuiste para ellos/as... y pese a todo, no enojarse demasiado con el destino, que te permitió vivir momentos maravillosos con ella. Vivir por los que se fueron y, por los que aún están a tu lado -esa nieta espectacular por dentro y por fuera...-. Es duro, lo sé... hay que pasar el duelo... ese dolor del alma y del corazón... pero llegarán días soleados de nuevo, volverá la vida a tener sentido. Así lo pienso y lo deseo fervientemente para tí y los tuyos. Y te aviso: el próximo verano no te me escapas. Si te gusta, el pata negra lo pongo yo. Besos africanos para todos y uno muy especial para ti,con permiso...

Isolda Wagner dijo...

Un beso para que te ayude a soñar con ella esta noche.

María a. dijo...

Efectivamente, dicen que nuestro cerebro es la máquina más compleja, perfecta y diferenciadora de los seres vivos... Y que no nos damos cuenta de la importancia del correcto funcionamiento del organismo hasta que algo nos falla. Sin duda, la pérdida de visión es terrible. Como de cualquier otro sentido o capacidad vital. Yo, que hablo por los codos, pasé un par de meses muda del todo. La curación, tras la intervención quirúrgica, dependía del obligado silencio.
Mi gente pensaba que no iba a soportarlo... yo temía hablar de dormida y a punto estuve de ponerme por las noches un esparadrapo en la boca. Resultó una experiencia muy enriquecedora: aprendí a pensar; a comunicarme con los ojos y con un poco del lenguaje de signos, con las manos. Y me di cuenta de la enorme capacidad de adaptación que tenemos, mucho mayor de lo que podemos imaginar. Desde entonces, me molestan más las voces: como no hablaba, todo el mundo me gritaba...no se daban cuenta de que estaba muda pero ¡no sorda! y me gritaban. Un amigo del colegio de árbitros de Sevilla, me regaló un silbato y yo respondía a las voces dando pitidos. Me acostumbré y no lo llevé mal pero, eso sí, uno de los días más felices de mi vida fué aquel en que volví al mundo "hablante", cuando balbucée mis primeras palabras al historiador... y mi primera clase, sin micro ni nada: una hora sin parar... para mi, la mejor de mi vida y lloré cuando me aplaudieron al terminar.
Lo que yo no tengo claro es si podríamos podríamos adaptarnos a la vida sin sentimientos, sin querer, sin afectos...aunque hay gente que parece que sí, que es capaz de ello... bueno, en todo caso creo que lo que se da en esta Brasserie nos tiene inmunizados a este problema... Voy a leer un ratito. Amando, ¿vas a ir a escuchar a Magris? Yo iría...es otro sabio...
Besos africanos.

Gaspard dijo...

Simplemente, gracias.

Sobre las funciones vitales, para aquellos que no sabemos de Medicina -ni estamos muy interesados en saber mucho más, no por tener nada en contra de la ciencia o la profesión- salió un libro sencillo y bien expicado, de Rojas Marcos y Fuster (ed.Taurus), muy ameno.
Buenos días.

maririu dijo...

Cuando te leí, Amando, de 2005, pensé escribiré "¡qué niño sos!" (en argentino suena más cariñoso)
pero entré
y me encontré que la condición humana o la tragedia había entrado antes y que bromear sonaría falso. Gaspard un abrazo para que tus sueños te "apaisent" =te den algo de paz.
El surrealismo es difícil que ayude en ello porque justamente pone en evidencia lo absurdo de la vida.
Sabes María A, tiene razón pero ha olvidado lo esencial, para mí, mientras viva alguien que la recuerda tu hija está con nosotros. ¿cómo la conoceríamos si no?

Yo anoche en Montmartre celebraban "le nouvel an" (el año nuevo) belga, no me preguntéis a santo de qué lo averiguaré pero ni idea y en el Studio 28 había una sesión especial con un documental que se llamaba "Jean Jacques Rousseau" nos líamos la manta a la cabeza y fuimos resulta que hay un director de cine belga y surrealista (como no) que se llama así el documental es genial (una de sus películas después... pasable). Absurdo pero divertido y eficaz, muy eficaz, poesía en medio de paisajes industriales.

maririu dijo...

Amando con permiso
Gaspard he sido demasiado larga quería publicar antes de que te levantaras pero me has adelantado mientras escribía.

Beatriz Ruiz dijo...

Gaspard... un gran beso con todo mi cariño, que ya sé que no servirá de mucho... pero comparto tu dolor y el de tu familia, no puedo imaginar un desgarro del corazón más intenso... Lo siento de verdad amigo...

Amando Carabias dijo...

María A:
Sabios consejos... Magris se fue y no le escuché. :(
Siempre he dicho que somos una complejísima construcción llena de ventenas al exterior y al interior, porque el cerebro es tan complejo y tan delicado que no puede vivir aislado (ni siquiera de sí mismo), pero al mismo ha de ser protegido. Esas ventanas son los sentidos y el modo en que se interrelacionan.
Efectivamente cuando alguna de esas ventanas se tapian (por así decir) algo muy importante de nuestro capacidad para relacionarnos con el mundo se desbarata, y ya cojeamos de algo.
Sin embargo, como bien explicas, lo más importante son los afectos y el corazón y con ellos en funcionamiento, aunque se haga complejo e incluso doloros, alguna carencia importante en las otras ventanas (vista, oído, tacto, olfato, gusto...) se puede ir capeando.
Hace cuatro años bien largos, aquel encuentro me provocó tales reflexiones. Entonces comenzaba yo a enfrascarme (en serio) en aventuras pseudoliterarias, y pensaba que perder la vista era algo terrible, lo peor que me podría suceder. Hoy sé, sin embargo, que hasta eso, con ayuda y fuerza de voluntad se superaría. Eso sí me costaría tremendas lágrimas y sufrimientos. Pero lo importante es contar con una mano amigo que nos ayude a pasar tal trance, de lo contrario sería imposible.
Al final importa la vida y el recuerdo que dejamos y nos dejan los seres queridos.

Amando Carabias dijo...

Maririú
Efectivamente la tragedia, o su aviso, llega en cualquier momento y ninguna edad, como bien sabemos todos, está libre de semejante circunstancia. Ocurre que cuanto menos edad se tiene, parece que esos golpes pillan muy lejanos, casi son pesadillas que se pierden en una almohada, pero cuando llegan el golpe es mucho más doloroso.
En el fondo, lo que me quise decir a mí mismo en esta reflexión del dirario, era que aprovechara lo que tenía, por en ningún sitio tenía firmado un contrato de garantía por muchos o por pocos años, por los que fueran.
La intervención de Gaspard ha llevado aún más al límite esta reflexión. Tras su testimonio, mi entrada empalidece, pero su sentido se realza: y como bien dices, mientras tenga a alguien que le recuerde a su hija, ella estará viva en su corazón.

Amando Carabias dijo...

Gaspard
Buenos días. Espero que la noche no haya sido mala. Gracias por la recomendación.

Maria Sangüesa dijo...

Tremendo tu texto, Amando. Un beso para Gaspard, no hay palabras de consuelo para semejante dolor, aunque, como dice María A, siempre nos quedará el recuerdo del tiempo compartido. Y es el tiempo el que nos hace comprender que la luz que nos deja un tiempo de amor vivido, aún con el dolor de la ausencia, es infinitamente mejor que no haberlo tenido, que no haberlo vivido. Me quedo sin palabras. Besos, muchos besos.

Ferran dijo...

Ninguno de nosotros puede sobrevivir de una forma distinta a ser parte del recuerdo de los demás. "Serán ceniza, mas tendrán sentido...": las palabras de Quevedo se refieren al enamorado constante más allá de la muerte. Pero, en otra lectura, nuestras cenizas tendrán sentido en la forma en que alimenten la vida de quienes sigan. Chéjov díce, en uno de sus cuentos: nosotros no importamos por lo que somos ahora, cuando estamos hablando de nuestras expectativas de existencia. Lo único que contará será el mal o el bien que hayamos hecho.

Eso que hayamos sido: un cuerpo deseado, una vida que se desea compartir, un deseo hacia quien nos recuerde, la protección prestada a los niños, el ejemplo a algunos amigos...Nuestra ausencia, al pronunciarse en una conversación, nos hace eternos o, cuanto menos, perdurables. Quizás por algo tan elemental por nuestra condición de individuos que sabemos que lo somos y, por tanto, que adquirimos conciencia de los otros, se su impacto en nuestra vida y del efecto de nuestra vida en la suya.

Del mismo modo, transportámos las pérdidas como extrañas ganancias. Mejor perder lo que se ha tenido que no haberlo tenido nunca. ¿Alguien cambiaría perder al ser que se ama por no haber amado, por no haber sido amado? En ceremonias funerarias se dice: venimos a celebrar la vida de tal persona, el privilegio de haberla conocido. No venimos a lamentar su muerte más que como resultado de esa dicha más importante.

Nuestro sistema afectivo se rige por carencias, por necesidades, lo que provoca el impulso del conocimiento, la corpulencia del deseo. Pero también se alimenta de todo lo que, a su espalda, deja lo que hemos tenido y ha partido ya. Una casa tiene sentido porque alguien la ha habitado. Resuenan las palabras escuchadas entre sus paredes. El tacto aún parece prender de los objetos. La ausencia es tan concreta como esa permanente presencia de algo que da significado último a lo que nos rodea, sencillamente porque estuvo allí, porque pulsó las cosas, las miró, se apoyó contemplando la calle desde lejos, observó el amanecer desde su cama...Una calle nos trae la presencia de quienes caminaron por ella. La ausencia no es el vacío: la ausencia es el recuerdo. Y ese recuerdo funciona para ver el presente. Siempre, las palabras de Faulkner en "Luz de agosto": "La memoria conoce y la mirada recuerda".

maririu dijo...

Esa extraña ganancia nunca mejor descrita que en "La Bestia en la Jungla" de Henri James, lectura obligatoria es une nouvelle o sea un cuento, relato corto como queráis pero es una verdad como una casa, y la belleza inmensa.

Ferran dijo...

Esta tarde miro en la bibliocasa, maririu, porque creo que no me falta nada de H. James: he leído muchos relatos suyos, pero éste no. A ver.

Aunque parezca una exploración metafísica: "dar por hecho", nos decía Amando. No. Es parecido al Dasein (estar ahí) heideggeriano. Dar por hecho significa que entendemos la vida como algo que nos aguarda como establecida ya, en lugar de ser el resultado de nuestra propia existencia en contacto con lo que no somos nosotros. La vida es experiencia. No damos por hecho nada, lo hacemos. La vida no son dos entidades fijas (sujeto y objeto), sino la RELACION que existe entre ambas. Lo que está fuera de mí no está HECHO en el sentido riguroso del término. Está POR HACER si lo que me interesa (y sólo puede interesarme eso) es mi relación con el mundo, que sólo existe para mí cuando intervengo en él.

maririu dijo...

Ferran estará en la bibliocasa y con sus libros, pero nunca había visto tan bien explicado mi credo, gracias.
Aquí ese relato encabeza y da título al "reccueil" en Español no sé en inglés tampoco, claro.
Puede tener otro tçitulo pero no creo

maririu dijo...

en Wikipedia

La bestia en la jungla (The Beast in the Jungle) (1903);

Flamenco Rojo dijo...

¿Qué podría hacer si me quedara ciego? Vaya preguntita hijo…Pues mientras te leía Amando se me ocurrían cosas, pero después de leer a Gaspard, un abrazo muy fuerte amigo, y la reflexión de Ferrán: “Mejor perder lo que se ha tenido que no haberlo tenido nunca. ¿Alguien cambiaría perder al ser que se ama por no haber amado, por no haber sido amado?” confieso que se me ha desmontado el comentario que hubiera hecho. Y ahora no tengo palabras…pero tengo a mi mujer, a mis hijos, a mi familia, a mis amigos de toda la vida, a mis amig@s de Pavesas…al maltrecho corazón bajo control… ¿Qué más puedo querer?

Pues mandaros un cariñoso abrazo porque ahora formáis parte de lo que tengo y quiero conservar.

Isolda Wagner dijo...

Iba a escribir un comentario pero Pepe se ha adelantado y ha transmitido lo que hubiera escrito.
Asi que os mando besos para los que formais también parte de lo que quiero conservar.

Gracias Amando, sin tí, nada de esto hubiera llegado.

Amando Carabias dijo...

Ferran
De alguna manera, cuando nos enfrentamos con el hecho inevitable, por más que se demore o se precipite es inevitable, nos queda el ansia de cierta prolongación. Permaneceremos en función de nuestro presente, por tanto nada de lo que hagamos o no hagamos será ocioso. "En la última tarde nos examinarán del amor", por hacer otra referencia literaria que conecta con las primeras que citas, aunque lo lleva hacia otra cuestión que no está presente ahora.
Como ha dicho Pepe, enmarco ese "MEJOR PERDER LO QUE SE HA TENIDO QUE NO HABERLO TENIDO NUNCA". Cuando llega la estocada, a veces se piensa lo contrario, porque es tanto el dolor, tan inmeso el desgarro del alma que sólo vemos nuestra sangre barbotar, pero cuando comienza a declinar la sangría, cuando el golpe duele un poco menos, empezamos a comprender eso, que tenemos el recuerdo, que poseemos de un modo milagroso la posibilidad de refugiarnos en la evocación de esa cuerpo, de esas palabras, de esos momentos. Más aún, esos recuerdos, algunas veces actúan como rescoldo que calienta el espacio congelado del corazón, ése que corresponde a su ausencia.

Ay, lo de la explicación metafísica. No llego a tanto. Y digo que "damos por hecho", porque rara vez al acostarnos (salvo grave enfermedad, claro) pensamos en la posibilidad de que mañana nuestro cuerpo se haya des-almado. A eso me refería nada más.

Amando Carabias dijo...

Maririú
Gracias por tu aportación, otro más a la lista.

Amando Carabias dijo...

Pepe Gonce:
Tus palabras o tu ausencia de palabras son una buena aportación, porque a veces no queda otra que sumarse a la corriente del río para que éste acrezca.
Las cosas cotidianas de cada día, a veces pareciera que nos estorban, pues tenemos no sé qué metas que alcanzar en esta vida. Y no, cuando estas cosas se tambalean, nos damos cuenta de lo que importa de verdad. Y tú, amigo, ya te has dado cuenta.

Amando Carabias dijo...

Isolda
Y no te creas que no me alegro. A pesar del esfuerzo, me encanta. Y si la tarea de escribidor lleva a estas cosas, o a otras como las de otros días, pues está bien. NO, ESTÁ MUY BIEN.

Alena.Collar dijo...

Venir de las pérdidas también significa mantener la memoria. La memoria no se establece hasta que no perdemos lo que amábamos. Y a través de la evocación hacemos perdurable el tiempo, las miradas, las palabras...
Vengo de demasiadas pérdidas, alguna en exceso temprana, y he tenido que re-construir el tiempo mediante la evocación.
Pero a través de ese proceso también he crecido; porque no me he quedado en él, sino que he aprendido que construimos cada día la memoria del después, y que, cuanto más vivamos el presente, con más intensidad, con más apasionamiento, más podremos, cuando sea pasado, recordarlo con alegría.
A Gaspard ese abrazo de verdad que sabe sincero.

María A. dijo...

Con tu permiso, Amando, quisiera dirigirme a Dª Venecia: Estimada señora, lamento muchísimo que un comentario hecho por mi parte le haya causado tal enojo. Lo siento de verdad y me comprometo a no volver a hacer otro relacionado con su persona, que no es estilo ir enfadando a las buenas gentes y menos entre personas que no tengo el gusto de conocer o en foros ajenos. Pido disculpas por el daño que le haya podido causar, a usted, o a a terceras personas. Dicho esto, me gustaría que tampoco usted hiciera juicios ni apreciaciones sobre mi persona… el espacio en el que tienen cabida mis quereres, sea un puño o un estadio, poco importa aquí… lo mismo, respecto a mi pensamiento sobre los ciegos… Creo que yo, en ningún momento he hecho apreciaciones de ese tipo hacia nadie en este foro… Respecto a si entro aquí como pasarato cuando el trabajo se convierte en un inacabable e insoportable muermo, tengo a bien informarle que está muy equivocada: tengo la fortuna de trabajar en lo que me gusta y de ser enormemente feliz haciendo lo que hago. Muy feliz. Y le aseguro que el corazón lo tengo para algo más que impulsar la sangre hacia todo mi cuerpo… Coincido con usted en que todos los seres humanos necesitamos sentirnos queridos… mi experiencia vital así me lo ha demostrado, pero también me ha enseñado que, para conseguirlo, lo primero es que nos dejemos. Bueno, espero no haberla molestado con lo que acabo de escribir y, si me lo permite, para solventar el daño causado, quisiera ofrecerle el siguiente poema de Mario Benedetti.

Hagamos un trato

Compañera
usted sabe
puede contar
conmigo
no hasta dos
o hasta diez
sino contar
conmigo

si alguna vez
advierte
que la miro a los ojos
y una veta de amor
reconoce en los míos
no alerte sus fusiles
ni piense qué delirio
a pesar de la veta
o tal vez porque existe
usted puede contar
conmigo

si otras veces
me encuentra
huraño sin motivo
no piense qué flojera
igual puede contar
conmigo

pero hagamos un trato
yo quisiera contar
con usted

es tan lindo
saber que usted existe
uno se siente vivo
y cuando digo esto
quiero decir contar
aunque sea hasta dos
aunque sea hasta cinco
no ya para que acuda
presurosa en mi auxilio
sino para saber
a ciencia cierta
que usted sabe que puede
contar conmigo.

Me despido afectuosamente de usted y aquí cierro la polémica.
Gracias Amando. Besos africanos, especialmente dedicados a Dª Venecia.

Ferran dijo...

María, no sé a qué te refieres en tu respuesta a Venecia. ¿Se ha borrado?

Ferran dijo...

María A., ahora lo he visto. Y la cosa se refiere a mí también...En fin. No puedo comprender cómo alguien se ofende por haberle aclarado que no soy colaborador de EL PAIS y que, si JC me ha citado o ha reclamado mi presencia, es algo que agradezco mucho sin dejar de valorar las aportaciones que otros hacen pero, como es lógico, sin que se me pueda ocurrir buscar una explicación que, en sí misma, contiene una falsedad y un reproche. Falsedad de un dato tan obvio como cobrar de la empresa. Reproche por considerar que otros eran postergados en favor mío. Un reproche que, como es lógico, debería hacerse a JC y no a quienes somos citados o convocados por él.

Las referencias a María A. me han parecido de una falta de elegancia que no es digna de las aportaciones que se hacen, con tanto respeto y, en algunos casos, cariño, en este espacio. Creo que hacía meses que no se escribía algo parecido, incluyendo palabras gruesas y bocetos imaginarios sobre cómo vive o deja de vivir María. La sensibilidad es un don del cielo, pero ocurre como con el sistema inmunológico: su exceso provocan dolencias tan graves como la artritis reumatoide, que conozco de muy cerca. Tengamos el sistema inmunológico de nuestra sensibilidad no como una mera defensa que se excede y nos daña: sino como un ejercicio saludable de identificar lo que conviene a nuestra salud y protege nuestra manera de ver al mundo y a quienes comparten espacios como éste.

Ferran dijo...

María A., ahora lo he visto. Y la cosa se refiere a mí también...En fin. No puedo comprender cómo alguien se ofende por haberle aclarado que no soy colaborador de EL PAIS y que, si JC me ha citado o ha reclamado mi presencia, es algo que agradezco mucho sin dejar de valorar las aportaciones que otros hacen pero, como es lógico, sin que se me pueda ocurrir buscar una explicación que, en sí misma, contiene una falsedad y un reproche. Falsedad de un dato tan obvio como cobrar de la empresa. Reproche por considerar que otros eran postergados en favor mío. Un reproche que, como es lógico, debería hacerse a JC y no a quienes somos citados o convocados por él.

Las referencias a María A. me han parecido de una falta de elegancia que no es digna de las aportaciones que se hacen, con tanto respeto y, en algunos casos, cariño, en este espacio. Creo que hacía meses que no se escribía algo parecido, incluyendo palabras gruesas y bocetos imaginarios sobre cómo vive o deja de vivir María. La sensibilidad es un don del cielo, pero ocurre como con el sistema inmunológico: su exceso provocan dolencias tan graves como la artritis reumatoide, que conozco de muy cerca. Tengamos el sistema inmunológico de nuestra sensibilidad no como una mera defensa que se excede y nos daña: sino como un ejercicio saludable de identificar lo que conviene a nuestra salud y protege nuestra manera de ver al mundo y a quienes comparten espacios como éste.

Ferran dijo...

María A., ahora lo he visto. Y la cosa se refiere a mí también...En fin. No puedo comprender cómo alguien se ofende por haberle aclarado que no soy colaborador de EL PAIS y que, si JC me ha citado o ha reclamado mi presencia, es algo que agradezco mucho sin dejar de valorar las aportaciones que otros hacen pero, como es lógico, sin que se me pueda ocurrir buscar una explicación que, en sí misma, contiene una falsedad y un reproche. Falsedad de un dato tan obvio como cobrar de la empresa. Reproche por considerar que otros eran postergados en favor mío. Un reproche que, como es lógico, debería hacerse a JC y no a quienes somos citados o convocados por él.

Las referencias a María A. me han parecido de una falta de elegancia que no es digna de las aportaciones que se hacen, con tanto respeto y, en algunos casos, cariño, en este espacio. Creo que hacía meses que no se escribía algo parecido, incluyendo palabras gruesas y bocetos imaginarios sobre cómo vive o deja de vivir María. La sensibilidad es un don del cielo, pero ocurre como con el sistema inmunológico: su exceso provocan dolencias tan graves como la artritis reumatoide, que conozco de muy cerca. Tengamos el sistema inmunológico de nuestra sensibilidad no como una mera defensa que se excede y nos daña: sino como un ejercicio saludable de identificar lo que conviene a nuestra salud y protege nuestra manera de ver al mundo y a quienes comparten espacios como éste.

Ferran dijo...

Perdón, los duendes de la informática han hecho que me convierta en la Laicísima Trinidad.

Ferran dijo...

Perdón, los duendes de la informática han hecho que me convierta en la Laicísima Trinidad.

maririu dijo...

María A, Ferran no veo en donde está el desaguisado pero dejad correr el agua bajo el puente, por favor, os lo ruego.

Ferran ¿Encontraste el H. James?

Ferran dijo...

Claro, Maririu...pero el desaguisado está ahí. Sin prestarle ya más atención.

No, no he ido a la bibliocasa. ¡Mañana tengo que explicar la Libération de París...! Eso a unos, porque a otros les tengo que empezar a plantear por qué Auschwitz no es una simple aberración ajena a la cultura europea...

María A. dijo...

Por mi parte, así será, Maria...
Ferran, ¿para cuando el desembarco? Avisa con tiempo, por favor, que la agenda está apretada, con viajes a las Américas incluídos... el escribidor puede darte mis coordenadas.
El otoño ya se instaló por estos lares. Abrazos africanos.

Anónimo dijo...

¿sabes? me gustaría mucho ser oyente en una aula de la autónoma, ¿has leído tu correo? y tu Qmqndo recibiste la foto. He dicho que estaba contenta de haber recuperado mi ordenador parisino pero me parece que el campesino enviaba mejor el correo.

maririu dijo...

y además éste no me reconoce !!!!!!!!!!!!

Amando Carabias dijo...

Alena Collar:
Es cierto, como venimos diciendo, pero yo matizaría algo. "La memoria no se establece hasta que no perdemos lo que amábamos", dices. Yo diría más bien que es cuando se hace sólida e irrompible, porque, bajo mi humilde opinión, el inicio de la memoria está en el inicio del cariño, del amor.
Creo, contigo, que el proceso de reconstrucción de los afectos perdidos e irrecuperables, es un hondo proceso de construcción o de reconstrucción que sólo puede ser en el presente que siempre se proyecta hacia el futuro.

Amando Carabias dijo...

María A
Pensaba obviar el comentario, suponiendo que sólo estaba un par de pisos más abajo, pero ya que lo traes aquí, digo que me alegro de tu decisión de no entrar en más polémicas.
Ya sabéis que me gusta la tranquilidad en este lugar, ya sabéis que quiero divertirme con lo que más me divierto que es escribir y aprender de vuestas aportaciones humanas, literarias, intelectuales, de todo tipo.
Como le he contestado a Venecia, quizá metiéndome donde no me llamaban, no entendía mucho la interpretación que hace de tus palabras. Quizá todo sea provocado por una suerte de desconocimiento. Quizá aún está acostumbrada a otros tonos de otras personas en otros lugares.
Esto es más hogareño. Aquí se está en zapatillas y con rebeca de andar por casa, como digo yo (y eso que no la tengo, soy más de camisestas), la corbata y los zapatos de tacón los dejaremos para otras galas.
Y creo que si nos interpretamos en ese tono, todo se suaviza.

Amando Carabias dijo...

Ferran
Quizá a estás horas hayas visto de dónde viene todo. Para mí, y repito lo de más arriba, es todo una confusión, una mala interpretación.

Amando Carabias dijo...

Maririú
Gracias por tu intermediación. Esperemos que todo pase. ¿Sabéis, cuando me habla de poesía me encanta, y además escribe cosas muy hermosas?

Amando Carabias dijo...

Maririu
Y a más de uno que yo me sé, no sólo a ti.

maririu dijo...

bis por si ...
Si todavía llego a tiempo. No os perdáis en la 2 a la 1 de la madrugada "Los espigadores y la espigadora" veréis lo que Agnès Varda es capaz de hacer con la sociedad de consumo; desnudarla

Amando Carabias dijo...

Maririú
El despertador me suena a las 6.50, no puedo verla. Es una lástima, seguro.
Felices sueños.

catherine dijo...

Llego tarde, quiero mandar a Gaspard palabras afectuosas; ya he leido vuestras reflexiones sobre la memoria el presente y el futuro y vuestros deseos afectuosos.
Volviendo a la ceguera y todas las discapacidades creo que la primera etapa, la màs dificil, es aceptar: ya no es posible..., ya no puedo... Pués hay que adaptarse, a menudo es bastante simple, raras veces nos pide un esfuerzo enorme: ahora debo hacerlo de otra manera, ahora debo encontrar otras ocupaciones. Pienso en la gente, y especialmente en la gente muy joven, que debe usar una silla de ruedas después de un accidente sin esperanza de ir andando.
Amando, es cierto que sin mirar los cielos de tu Castilla te sentirias muy disminuido, pero te quedaria la memoria de su hermosura.
Un fuerto abrazo para ti escribidor, y para Gaspard, MariaA y Ferran que se lo necesitan hoy.

Maririu, con todo lo interesante que ves en Paris, hasta Les Glaneurs et la Glaneuse no vas a anorar el ordenador de tu muntanya. Un beso.

Amando Carabias dijo...

Catherine:
Desde luego, lo peor es asumir lo que nos llega, cuando nos llega. No todas las personas, a pesar de lo que dices, lo asumen tan fácilmente. Para ello hay que contar con una fuerza interior poderosa y la ayuda de los próximos.