miércoles, 19 de agosto de 2009

PASEO LLANISCO

Caía el ocaso, quizá algo más prematuro de lo habitual, puesto que la tormenta, como una lágrima de bronce, se derramaba hacia el Poniente y se hacía perceptible desde la cresta del acantilado que recorre buena parte del septentrión de Llanes y que hoy es el Paseo de San Pedro. Un idílico lugar, una caricia para que la vista contemple la inmensidad ilimitada del Cantábrico. Recorrimos un buen trecho de su longitud, después de un cazcaleo tranquilo por las calles, callejuelas y plazuelas de un lugar tan turístico y festivo como se quiera imaginar un sábado quince de agosto en zona de playa.
La tarde abandonó los tonos nítidos del sol radiante y se cubrió de notas de suave languidez entre gris y púrpura, por culpa o gracias a la tormenta entonces presentida y que un par de horas más tarde se hizo real y asperjó el coche por la zona de Caravia y Ribadesella.
Acabábamos de llegar a los pantalanes del puerto de Llanes con el objeto de contemplar Los cubos de la memoria de Agustín Ibarrola.
A medida que nos acercábamos, en mí acrecía el sentimiento de melancolía de las despedidas. Esa es la sensación que me produjo la contemplación de esta creación gigantesca en la que los cubos de hormigón, en posiciones inverosímiles y de imposible equilibrio, desafían la lógica y la gravedad.


En algún lugar he leído que el artista vizcaíno pretendió reflejar el sentir de los llaniscos a lo largo de toda la historia, su forma de pensar, lo que les importó, les importa y acaso les importe. Y es así, sin duda; pero a mí no dejaba de zumbarme en la cabeza la idea de que si estos cubos de hormigón se ubican en la escollera del puerto es por algo, algo trascendental, sin duda:
¿Los que miran al horizonte inabarcable para ver si vuelven los pescadores un día de galerna? ¿Los que escrutan el límite del mar para ver si más allá encontrarán la salida a sus miserias? ¿Los que imploran el regreso de quienes marcharon? ¿Los que lloran porque tienen que partir muy a su pesar? ¿Los que son incapaces de volver la vista atrás en el momento en el que zarpa el barco y sólo arrojan un pensamiento que esperan que florezca? ¿Los que se besan sintiendo el aplauso del oleaje encandilado...? ¿Los que sueñan con vestir de colores felices el futuro...?
Al contemplar a las gaviotas sobre las aristas de estos cubos, estas ideas se hicieron aún más poderosas, porque en el reposo de las aves al atardecer, descubrí algo que aún no sé explicar muy bien, pero que tiene que ver con las despedidas y los reencuentros, con los abrazos y las lágrimas, con la distancia y la lejanía, con lo que se olvida, pero sobre todo con lo que perdura.


38 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Me lo llevo, como tantas noches, para que me haga soñar con esos sitios tan bellamente descritos.
Mañana vuelvo, buenas noches escribidor.

maririu dijo...

pura materia poética en el alma del escribidor
Al ver los cubos en las fotos, antes de leer, me dije que la Naturaleza es muy sabia y y nos da sin el concurso del hombre claros ejempos de belleza

(que el hombre sabe destruir.)

maririu dijo...

Venecia gracias por tus comentarios como siempre escribes deliciosamente, para el lector manantial de rocío


PS si haces click en nombre ypones Venecia a lo mejor no sales anónimo... si hay suerte

Amando Carabias dijo...

Isolda:
Espero que tus sueños hayan sido alegres y felices.

Amando Carabias dijo...

Maririú:
Pues muchas gracias...
Las intervenciones del ser humano en la naturaleza son constantes, y la historia de la humanidad, desde cierta perspectiva, se puede explicar como el afán de transformarla para nuestro servicio y en otras ocasiones para dejar señal de nuestro paso. Quizá el afán de eternidad.
Venecia, anoche encontró el modo de aparecer como Venecia en un comentario que hizo en la entrada del lunes opinando sobre el poema de Ferran. Intervención tan bella como todas las suyas.

Maria Sangüesa dijo...

Siempre es maravilloso recorrer los paisajes, ya vistos, desde tu óptica literaria. Tu aportación poética, incluso lírica, al entorno que describes enriquece las imágenes que reposan en el mundo de los recuerdos.
La serie de preguntas que formulas en tu texto son una llamada a la reflexión sobre la idea de que nada es aleatorio, ni casual, de que hay que alcanzar el fondo de aquello que mueve nuestra emoción, mientras lo contemplamos. Un beso.

Amando Carabias dijo...

María Sangüesa:
Sí, es verdad, uno puede mirar las cosas, pero también las puede observar; más aún, las puede contemplar, y acaso desde la contemplación es desde donde se vean mejor, pero no es fácil, nada fácil.

Flamenco Rojo dijo...

Este recorrido no está descrito hipermétropemente (vaya palabro) amigo; quizás la compañía de Marian te esté corrigiendo esa mirada. Hay partes de la estampa que bien podían ser versos de un precioso poema.

El sentimiento de melancolía de las despedidas es algo que me ocurre con frecuencia. En mi caso lo achaco a la edad.

Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

Pepe Gonce:
Como mejor sabes (supongo que tener un óptico en la familia te habilita para ello) el hipermétrope, como es mi caso tiene más problemas con los primeros planos, por así decir. Y este defecto de visión, en mi caso, muchas veces no sólo repercute en los ojos, sino en la mirada del corazón. Por ello, como suele decirse, de la necesidad pretendo hacer virtud y si, como dices, me acompañan los ojos de Marián es todo más sencillo.
También hay un indudable afán por hacer este braserié un poco variada. He buscado (hoy y mañana) en vez de la extensión detallista y prolija un par de fogonazos.

Flamenco Rojo dijo...

Dª VENECIA, el otro día quise leer en una de sus intervenciones que era una enamorada de la poesía. Con el permiso de nuestro anfitrión Amando me permito comentarle, por si no lo conoce, el blog "El Vuelo de Hécate". Puede encontrar el enlace facilmente en la columna "estos son mis paisajes" de este blog.

Un abrazo.

Gaspard dijo...

Amando, me has traído a la mente las reflexiones sobre la separación que hace Camus en 'La peste'. Brillante.

Yo traigo esta foto sobre mar y piedras, de Biarritz: http://www.flickr.com/photos/gaspardpa/3836881996/sizes/l/

Isolda Wagner dijo...

Intento soñar dormida, pero bien sabes, que cuando dejamos de soñar despiertos, no somos dueños de nosotros mismos.

Pero ahí están las letras, otra vez, para ser leídas conscientemente y saborear cada una de ellas. Y como dice María, grabarse esas preguntas, para llegar a emocionarnos, en nuestro caso, tan sólo con leerte.

Vaya par de fogonazos que hacen saltar la melancolía de la que tanto hemos hablado en este sitio y que por supuesto perdura.

Pepe, siempre pensé que era un poema en prosa.
(No creo que sea la edad, es que somos sensibles)

Venecia, dónde estuviste tanto tiempo?

Besos de colores gris perla con que nos asperja Amando.

ferran dijo...

Amando, uno se pregunta si los lugares existen antes de pronunciarlos.

Gaspard..."On ne pense que par image. Si tu veux être philosophe, écris des romans" (Camus, 1936).

Gónce, que me riñes..."Sólo se piensa a través de las imágenes. Si quieres ser filósofo, escriba novelas".

No existe literatura amoral, no existe ni una intriga, una historia, una descripción que sea ajena a un impulso de escritor que, necesariamente, desea hablar de sí mismo a través de los paisajes, por medio de seres imaginarios. En una mirada sobre cualquier fragmento del mundo, se encuentra una visión de la totalidad. La pupila se dilata en la oscuridad y se densifica en la contemplación de lo concreto. Adentrarse en un hueco de la vida: una playa sacudida por el exceso de calor donde agoniza un árabe; el mar moldeando el aire de Alejandría; la nueva jornada a la que dices "Buenos días, tristeza"; las nubes que cicatrizan el color del cielo sobre los álamos de Soria; el volcán atento a una borrachera en un pueblo de México; la nieve que preserva a los muertos en las colinas de Irlanda...Los escritores no se limitan a describir, sino que inculcan sus palabras al paisaje y le dan su verdadera forma. Ésta no se averigua en silencio, sino al tacto de la palabra que delata las cosas. Nunca podemos ver sin que en nuestro interior el mundo sea pronunciado.

A veces, como ahora, nos lo pronuncian y lo vemos. Lo sentimos. Le damos un significado. Gracias, Amando...

Ferran dijo...

Isolda, creo que te toca pasarte por Barcelona...Maririu cortó la cinta de la bibliocasa. Ahora tienes que venir, lo prometiste...

Amando Carabias dijo...

foto de Gaspard

Ferran dijo...

Gaspard, que eres camusiano: una recomendación:

A.M. Amiot y J.F. Mattéi (eds.) "Albert Camus et la philosophie", PUF, Paris, 1997.

Amando Carabias dijo...

Gaspard:
Aunque desconozco con exactitud la parte a la que te refieres, conociendo la pasión que sientes por Camus, me siento más que halagado superado.

Amando Carabias dijo...

Isolda:
La vida es sueño y los sueños, sueños son... Y me encanta eso que dices de que llegas a emocionarte sólo con leerme.
¿Sabes una cosa...? A medida que pasan las semanas, los meses, me doy cuenta que cierto tipo de escritos míos levantan un tipo diferente de comentario. Y cuando me dejo llevar por el lirismo, no sé por qué, se pulsa una cuerda especial, como si todos estuviésemos afinados en el mismo tono.

Amando Carabias dijo...

Ferran:
Si no quedara cursi diría que no veo bien las letras que escribo ahora, porque unas lagrimillas me fragmentan la pantalla, como si fuera un caleidoscopio de emoción.

Isolda Wagner dijo...

Eso está hecho, Ferran.
Espero llegar de Bruselas el 7 de octubre por la noche, al día siguiente tengo cita con mi dentista en la C/ Mallorca Muntaner, así que ya ves lo cerca que puedo estar de la bibliocasa. Que conste que me encantará conocerla, pero lo que verdaderamente me hace ilusión es encontrarme contigo y con Carmen.

Tiempo queda, antes tengo que visitar otros sitios, que os contaré.

Muchas gracias por las cosas bonitas que escribes y muchos besos

Isolda Wagner dijo...

Amando, pues va a ser eso, de hecho estoy segura, afinados en elmismo tono. Precioso.

Ferran dijo...

Isolda...¿tendremos que cuidarte porque vendrás dolorida? será un placer para nosotros. A partir del 15 de octubre voy a ir de cráneo, con infames viajes de trabajo, pero en la primera quincena estaremos aquí.

Isolda Wagner dijo...

Seguro que iré en perfectas condiciones! Pero si hay que dejarse cuidar, adelante.
Estupendo porque yo también me quedaré hasta mediados de mes. Hablaremos, pues. Besos a los dos

Gaspard dijo...

En realidad, Amando, el tema de la separación se extiende por toda la novela, aunque es cuando se cierran, primero, y se abren, después, las puertas de Orán, cuando magistralmente habla Camus de lo "que tiene que ver con las despedidas y los reencuentros, con los abrazos y las lágrimas, con la distancia y la lejanía, con lo que se olvida, pero sobre todo con lo que perdura." Además, la playa y el mar, donden se dan un chapuzón Rieux y Tarrou, juega Jacques Cormery con sus amiguitos, o el encuentro con los árabes enemistados con Raymond arruina la vida extranjera de Meursault, está muy presente en toda su obra. En todas sus imágenes, en efecto, Ferran. También la asistencia a ejecuciones o la madre que mira por la ventana.
No he leído el ensayo que me indicas, Ferran. En todo caso, puede que él no fuera un gran filósofo, los nacidos en Argel tenían difícil serlo, pero tampoco lo eran en realidad los que se calentaban a la vera de las estufas del Coupole, en palabras de Malraux. Decía nuestro hombre: "La cuestión es saber si 2 y 2 son cuatro. La evidencia tiene una fuerza terrible... no es admirable, sólo consecuente. Los moralistas piden que nos arrodillemos... La salvación del hombre es una frase demasiado grande para mí. Yo no voy tan lejos".
Lejos iban los balleneros que partían de Biarritz, que antes de balneario real fue pueblo de pescadores. Desde la Atalaya, jardín ahora en obras y que en la imagen siguiente se aprecia a la izquierda del edificio blanco situado tras la pasarela, veían volver de aguas lejanas las mujeres a sus maridos. Perdón por no dominar el lenguaje HTML, pero no sé poner el link directo. http://www.flickr.com/photos/gaspardpa/3837295004/sizes/l/

Ferran dijo...

No es un ensayo individual, Gaspard: y los autores están muy cerca de los planteamientos de Camus, por eso te lo recomendaba. El "avant-propos" se titula, precisamente: "Albert Camus ou le naturel philosophe". Echale un vistazo.

Beatriz Ruiz dijo...

Despedidas y reencuentros, con los abrazos y las lágrimas, con la distancia y la lejanía, con lo que se olvida, pero sobre todo con lo que perdura...

A mi, mi querido Amando, me suena a pedacitos de corazón que uno/a necesariamente va regalando por la propia vida...

Besos a todos desde Tenerife...

Ferran dijo...

Maririu...¿sigues escribiendo la historia familiar?

Amando Carabias dijo...

La nueva foto de Gaspard, impresionante

Amando Carabias dijo...

Ferran e Isolda;
Desde mi intervención anterior he estado desconectado y no he podido intervenir en vuestra conversación. Y me alegro, nuevamente, de que esta braserié pueda propiciar otro encuentro entre los habituales. Y me alegro, vaya si me alegro

Amando Carabias dijo...

Gaspard:
Gracias por la explicación. ¿Por qué puede ser que unaas palabras recuerden a otras cuando, en apariencia la situación es tan distinta? ¿Quizá el mar? ¿Quizá saber de la dura vida de quienes transitaban por litorales tan distintos?
Es curioso, pero este Llanes o el Lastres del otro día, antes de ser pueblos eminentemente turísticos, fueron puertos pesqueros, y ambos importantes en la pesca de la ballena, como el Biarritz, que tan hermosamente nos ha fotografiado.

Amando Carabias dijo...

Beatriz:
Tú también tienes la experiencia cercana de una despedida que sin duda será parcial, y por eso entiendes mejor esto que he escrito, porque en ti abunda la sensación de lo que perdura.

maririu dijo...

pues sí, Ferran, estuve escribiendo toda la tarde y estoy pensando en el fragmento 5 desde que empecé y no sale, y me propuse uno por semana o máximo 10 días pero la materia es densa y terrible y una servidora no publica sobre este tema sino lo siente acabado.
Lo bueno (de verdad) es que lo intento y quiero hacerlo "mais l'enfer est pavée de bonnes intentions..."
en andaluz no sé pero algo como "el suelo del infierno está empedrado de buenas intenciones."

maririu dijo...

Estoy muy orgullosa de haber inaugurado la bibliocasa, no os la perdáis, hay un ambiente especial de luz recatada sobre paredes blancas que se adivinan entre libros, suelo tradicional de mosaico rojo en forma de flor geométrica, algo de monacal pero en el mejor sentido: devoción a la lectura sin silicios y con sillones mullidos. Un placer mediterráneo.

Amando Carabias dijo...

Maririú:
Ánimo que estás haciendo algo grande y difícil, porque es ahondar sobre las propias raíces y tiene que doler.
Y lo tuyo es más que intención, mucho más.

Tomo nota de lo que cuentas de la bibliocasa, pero espero que no se produzca una invasión.

Flamenco Rojo dijo...

Me acuerdo ahora de una frase de Federico Nietzsche:

"Todo el que disfruta cree que lo que importa del árbol es el fruto, cuando en realidad es la semilla.
He aquí la diferencia entre los que creen y los que disfrutan"

No soy creyente, ya lo sabéis, y ahora quiero que os enteréis que con este blog disfruto. He dicho.

Buenas noches desde la Sierra de Cádiz.

alena.collar dijo...

Confieso que escribo el comentario sin leer a los comentaristas, cosa que no suelo hacer. Pero es que me ha emocionado el tema. Me ha hecho regresar a los días del fin fe verano, cuando mi Maddre y yo la última tarde de Asturias volvíamos al mar y quedábamos mirando sin decir nada, solo viendo aquellas gaviotas que se acercaban a la playa, y el sol iba dorando las cosas, y todo se volvía de plata y perla, y la luz tamizaba el aroma de sal y algas.
Era tan bello...tan dulce estar allí; mirando aquella playa sabiendo que había regresos...
Amando, tienes la facultad de regresarme a la nostalgia, a la nostalgia agradable, no triste; porque aquel tiempo fue precioso, allí en el mar, en mis veranos, en Asturias.

Amando Carabias dijo...

Pepe Gonce:
Pues en otro sitio se dijo: "Por sus frutos los conoceréis". Y también, "La semilla que no muere, no da fruto".
Y no sé qué tiene que ver esto con lo que dices, porque lo que importa es el dis-frute, sea con la semilla o con el fruto.
Así que este escribidor gozoso con que haya personas como tú que dis-frutéis con mis letras.
Un abrazo

Amando Carabias dijo...

Alena Collar:
Creo que una parte importante de la literatura consiste en eso, en hacer partícipe al lector de los textos, y si se logra reverdecer los recuerdos entrañables hasta revivirlos de ese modo, a uno no le queda más remedio que reconocer humildemente que el esfuerzo ha merecido la pena y dar las gracias a quien ha leído las palabras en tal sintonía.