lunes, 6 de julio de 2009

TRIBULACIONES DE UN ESCRIBIDOR SORPRENDIDO

Admitamos que no me van a creer. No me creerán seguro. Es imposible que me crean. Y sin embargo todo lo que seguirá líneas abajo es completamente cierto.
Y ha sucedido en Segovia. La tarde del domingo. No es, pues, una noticia de esas que se le ocurren a Elio Baeza para el Diario de Euritmia. Tampoco se trata de un asunto literario o imaginativo o metafórico, ni siquiera la construcción de un poema de carácter dadaísta o patafísico.
Me dirán ustedes, dónde están las pruebas. No las tengo, salvo que alguno de los testigos del hecho que referiré, sea visitante de este cuaderno cibernético y quisiera intervenir, aunque fuera sólo por esta vez. Ni siquiera tenía cámara encima. Es un error, lo sé, pero a pesar de que uno lo escribe en muchas ocasiones, nunca lo cree del todo. Ya saben, aquello de que la realidad supera a la ficción y todas esas cosas que se dicen.
Dejaré ya lo rodeos, las introducciones y las disculpas. Paso al asunto.
*
Acababa de marcar el teléfono de emergencias 112.
- Mire, no sé si lo que le voy a explicar es muy creíble, pero se lo cuento... Le llamo desde Segovia, a la altura de la universidad IE, una cigüeña está interfiriendo el tráfico...
Este escribidor, hacia las seis y media de la tarde del domingo, bajaba junto con Marián por la conocida popularmente en Segovia como Cuesta de Santa Lucía. Como todos los que pasean por esta zona, sabe que al llegar a la altura de la iglesia de Santa Cruz La Real, hoy perteneciente a una universidad privada, si gira su vista hacia la derecha, verá varios nidos de cigüeñas.
Pero hoy no hemos girado la vista. La hemos tenido que colocar bien al frente, puesto que al alcanzar la pequeña rotonda que existe en ese punto, había varios coches detenidos y sonaban los cláxones.
Estábamos a unos cuarenta metros del lugar exacto de los hechos.
Por un momento he pensado en algún accidente o incidente entre vehículos o conductores. Pero al acercarnos un poco más ya hemos visto... una cigüeña.
Una cigüeña que no se inmutaba a pesar de que el sonido de la bocina del todoterreno estaba prácticamente encima de su cabeza.
Lo peor del asunto, es que los coches que se detenían tras el nervioso conductor también se impacientaban. La cigüeña ha decidido moverse, aunque dudo que haya sido por que el ruido del coche le haya intimidado, y ha cruzado el paso de peatones (¿de cigüeñas?) con la misma parsimonia y la misma elegancia de cualquier zancuda, ese paso que a veces a uno le recuerda a la de las modelos sobre una pasarela.
En fin, que la cigüeña ha cruzado el paso de cebra, pero no del todo. Como si se hubiera convertido en un guardia de la circulación, se ha parado justo en mitad del otro lado de la calzada, con lo que, durante otro par de minutos, han sido los coches que descendían, o sea, los que iban en nuestra misma dirección. En cuanto que nos hemos acercado a la zona, como si quisiera que comprobásemos su aspecto, la cigüeña, en realidad un ejemplar joven que estará ultimando sus clases de vuelo, puesto que faltan pocas semanas para que las cigüeñas abandonen esta parte de la Meseta, ha subido de un grácil salto a la acera. Al llegar nosotros a su lado, tampoco se ha inmutado mucho. Quizá algo más que con los coches, pero casi nada. A penas ha avanzado unos pasos largos y veloces. De vez en cuando giraba su pequeña cabeza perfectamente redondeada para comprobar que los dos bípedos que caminábamos por la acera no acechábamos su integridad, y para mayor seguridad, o así lo ha pensado ella, ha vuelto a bajar a la calzada.
Un coche se ha empleado a fondo en la frenada para no atropellar al ave, que seguía tan tranquilo.
Hemos decidido pararnos. Ya no podíamos perdernos el acontecimiento. Cuando ha llegado el quinto coche de la misma fila, el conductor se ha puesto a vociferar, pidiendo que el primero de la hilera tocase el claxon. Le he dicho que daba igual, que no se inmutaba, y me ha mirado como si este escribidor fuera un extraterrestre. (Y eso que no sabe que escribo, si lo hubiera sabido...). A la mujer que acompañaba al primer conductor se le ha ocurrido bajar del vehículo y ha podido espantar al animal que ni siquiera se ha molestado en abrir un poco sus alas albinegras. Ha dado una carrerita para situarse nuevamente al otro lado de la calzada. El problema circulatorio se ha cambiado de lado.
Mientras acudía la policía local, varios jóvenes con pinta de estudiantes norteamericanos, han hecho varias fotos a la cigüeña, mientras daba varios paseítos por las inmediaciones, huyendo de los curiosos e interfiriendo en el tráfico cada vez en terrenos más peligrosas. Durante unos instantes ha llegado a estar en pleno trazado de la rotonda, que más bien parece una rotonda de juguete.
Han sido pocos minutos, la verdad, pero en varias ocasiones hemos temido por la vida de la osada zancuda. Hasta que ha llegado la Policía y han atrapado al animal al que han metido en la furgoneta de atestados.
No sé si le harían la prueba de alcoholemia, o la llevarían detenida por alterar el orden público o, más bien, la llevarían a un veterinario, quizá el de la protectora de animales, porque la situación no ha sido muy normal, que dijéramos.

24 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Pues claro que te creemos, faltaría más. Primero porque está relatado con el asombro que te ha causado y además, sólo podrías engañarnos con relatos de suspense. Dirás que en lo que nos cuentas, también hay su poquito de suspense, cierto es.
Pero teniendo en cuenta que las aves en general son casi las fundadoras de Segovia y están en su feudo, yo me creo todo.
Y además está demostrado ampliamente que la realidad supera a la ficción.
Finalmente, lo más triste es que a la cigüeña se la han llevado -a saber dónde- y entre tanto ¡qué mal rato se habrán llevado sus padres!
Confiemos en que las autoridades la devuelvan a su nido y descanse de su aventura pedestre.
Un beso de bueas noches para el escribidor sorprendido.

María A. dijo...

Amando, las cigüeñas también están cambiando... En la autovía Jerez-Los Barrios, dirección Algeciras, una pareja instaló su nido encima de uno de los paneles de señalización. Hemos seguido todo el proceso desde la construcción del nido, que pensábamos se caería en mitad de la vía, o alguien lo quitaría...nada, allí está. La última vez que pasé -hace 3 semanas- los cigüeñinos allí estaban, cual pareja de guardias civiles ...controlando el tráfico.
Parece ser que a las zancudas no les molesta ni el ruido ni la contaminación de los coches...En otra autovía, la 620, en el tramo Salamanca-Valladolid, pusieron a los lados unos armazones de hierro para que se instalaran y todos han sido ocupados... Desde mi infancia tengo sentimientos contradictorios sobre estas aves...Cuando llego la televisión a mi casa, una pareja tuvo la feliz idea de instalar su nido encima de la antena. La TV dejó de verse y mi padre decidió que había que elegir entre las cigüeñas o ver a los chipiritifláuticos. Ganaron las zancudas y pasamos una primavera y un verano sin TV. Muchos años después, cuando la casa del campo charro se vació, ellas también se fueron y no han vuelto. Parece ser que no le gusta la soledad, que prefieren el ruido... Yo comparto con ellas el estilo de vida migratorio. Abrazos africanos

Amando Carabias dijo...

Isolda: Me produce alivio saber que me creeis, porque no se trata de la desconfianza o no en mis palabras, sino de la anécdota en sí misma.
Respecto de la actación de la Policía que fue decidida y rápida, al principio pensamos lo mismo, pero luego llegamos a las siguientes conclusiones:
a) sino llevaban la prueba evidente del asunto, su jefe no creería a los agentes y tendrían un serio problema.
b) tienen obligación de hacerle el test de alcoholemía, puesto que interrumpir el tráfico de este modo atenta contra la seguridad vial, pero no llevaban en la furgoneta el aparato adecuado para que sople una cigüeña, por lo demás, cosa jamás vista.
c) Quizá la tiene que examinar un veterinario. A mí me pareció muy raro que no volara, ni lo intentara (sólo desplegó las alas cuando el agente la capaturó -a buenas horas-), ni que se inmutara por los bocinazos estruendosos que le tenían que expolotar en la cabeza. (¿Sería sorda?).

Amando Carabias dijo...

María: Me dejas más tranquilo. Aquí en Segovia ocurre lo mismo y distinto. Me explico. Cuando han arreglado tejados de iglesias donde de toda la vida había cigÜeñas, se han instalado plataformas como si fueran el armazón que invitaba a las aves a construir su nido. Sin embargo ni uno, que yo sepa, ha sido usado por ellas, han seguido en esas torres, pero han edificado su nido justo al lado del armazón que los hombres les habíamos colocado. Quizá es que no se fíen.
Por otra parte vuestro padre era un verdadero amante de la naturaleza y vosotros unos niños muy sensibles. ¿Quién se podía perder los chipiritifláuticos?
Un beso.

Maria Sangüesa dijo...

Me encanta la narración de un hecho tan insólito, contado con un humor tan fino, con unas pinceladas tan agudas, que te trasladan a los hechos tal y como Marián y tú los presenciasteis. Qué maravilla que las cigüeñas puedan vivirse tan de cerca, aquí, entre el asfalto y la contaminación de la gran urbe, sería impensable. Me río pensando en la pobre ave, apresada en el furgón de atestados... y en lo que apuntas sobre la prueba de alcoholemia (si no la llegan a apresar se la habrían hecho a los diligentes guardias). ¿Podrán las cigüeñas contarle a sus descendientes las aventuras vividas entre los humanos?
Muchos besos.

arquitecturach dijo...

pero es que tu movil no tiene cámara?????????....

maririu dijo...

chuss ¿crees que el escribidor tiene móvil?
relato encantador y lleno de humor.
A lo mejor las cigüeñas conseguirán que los humanos vayan a pie.
En Ávila ví un nido en una grúa y siempre pienso ¿qué se habrá hecho?
pero en la antena detelevisión es .... extraordinario.
Maririu

Pilar dijo...

Pues muy normal no es, la verdad, pero yo me lo creo a pies juntillas (!ay más quisiera yo tener piés!), sobre todo porque lo dice Amando,y punto,que además se está convirtiendo en un gran competidor de Hitchcock, en cuanto a ornitología se refiere, pues en el terreno de la imagen lo desconozco,aunque me da que debe ser también algo experto en el tema (aunque fuera sin cámara ese día).

Debió ser una experiencia inenarrable. Bueno narrable, sí, ya vemos que narrable y narrada de maravilla, increible, más bien. !Pobre cigüeñit@!(no tenemos datos de su sexo así que me curo en salud con la socorrida @ ), ¿dónde estará?
Me da que, aterrorizada, todavía está en estado de "shock", debido a la algarabía de cláxones, voces y griterío en general,tan bien descrito todo por Amando ( me imagino perfectamente el pollo) y que por desgracia es una costumbre muy generalizada en nuestro país, que notas más que es nuestro, nuestro, pero nuestro, cuando sales fuera de las fronteras patrias . El pobre ave no se movería de puro pavor.A mí, también, los gritos me provocan urticaria y alergias varias. No me extrañaría que la pobre esté todavía medicada en la unidad de psiquiatría del Hospital General, puede que hasta haya perdido el juicio y se crea un ornitorrinco.
¿Por qué gritaremos tanto los españoles? ¿Problemas de audición? ¿Será que al ser más bajitos creemos que así crecemos?
!!Bravo Amando!!!. El final del relato es genial, como de Berlanga, sólo faltaba la Guardia Viril montada a caballo.
Poeta funcionario. Con tu post me he divertido, me he reído y me lo he pasado bomba. Hoy,lunes de un día anodino de julio, no podía haberme venido mejor. Creo que hasta veo todo más luminoso. Como en un cubículo azul.

Besos de mar y cielo azul.
Pilar desde su Pecera

Pd.- Ferrán,mi pecera a tu disposición, te aseguro que te iba a gustar.
Isolda, me encanta que le des al play.

Alena.Collar dijo...

Necesitamos saber qué ha sucedido con la cigüeña...
Vaya a ser que tengamos todos un disgusto...
A la cigüeña supongo que le habrán leído sus derechos constitucionales. ¿Iba en calidad de detenida, o solo era un proceso administrativo ?...
¿Tiene abogado la cigüeña?...
¿Se ha comunicado a los padres de la cigüeña que ha pasado a disposición judicial?...
¿Permanece incomunicada?...

Si no se responde convenientemente a estas cuestiones haremos una manifestación en Segovia pidiendo los inalienables derechos de las cigüeñas. paso, tránsito y vuelo.

Asociación de Cigüeñas Rebeldes.

Beatriz Ruiz dijo...

Buenos días...

Amando lo que daría yo por haber estado allí contigo y con Mariam, y de paso aplaudir a la Cigüeña... Es un relato magnífico, bueno a esto ya nos tienes acostumbrados...

Yo creo que la actuación de esa Cigüeña probablemente sea de protesta, por el cambio de clima, por la contaminación, por el ruido... Mira que no está tan claro que no sean susceptibles a todas estas ruindades humanas...

Por aquí no las vemos, no tenemos el gusto.... pero a mi siempre me recordarán a la sierra de Madrid...

Saluditos cariñosos desde Tenerife...

Flamenco Rojo dijo...

¿Para cuando "Una cigüeña en apuros II"? Imagino que tendrá continuidad. Que menos que una trilogía.

No sé si creerte. Ahora mismo tengo dos angelitos, uno a cada lado de las orejas. El blanco me dice: Créelo Pepe, créelo. El negro replica: no es verdad Pepe, Amando se lo ha inventado. Bueno los voy a dejar peleando a los dos a ver quien gana.

Verdad o mentira, que más da...está tan bien narrado que parece cierto.

Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

María Sangüesa: Se dice que las ciudades pequeñas tienen una tamaño humano, quizá se refieran a esto, a la proximidad que se tiene aún con la naturaleza. No es que exista la misma unión que existe en el campo, pero los límites están muy próximos efectivamente.
Es una pena que no tenga ningún conocido próximo a la Policía Municipal que nos pueda informar sobre la cigüeña, pero si consigo la información (o si alguien la tiene) me encantaría poner el colofón al suceso, puesto que, al final, también va a resultar un relato de suspense.

Amando Carabias dijo...

Chus: ¿Los móviles tienen cámara...? En serio, el mío no la tiene y tengo móvil, por casualidad, ya sabes. Lo peor del asunto es que el de Marián sí tiene, pero no lo llevaba encima y tampoco tenemos el cable para pasar la imagen a esta máquina. Y lo más grave, es que seguro que habría habido foto, porque la cigüeña estaba tan tranquila.
Un beso.

Amando Carabias dijo...

Maririú: ¿Será posible que hoy tu conexión a internet funcione todo el tiempo? Esperemos que sí. Efectivamente el escribidor tiene móvil por una necesidad imperiosa, como bien saben quienes me conocen. Si no hubiera sido por tal emergencia, quizá aún no le tuviera. Algo parecido me ocurrió con internet. Y sin embargo... Pues no sería mala idea para reducir el tráfico que las calzadas se ocuparan por estas aves, pero no creo yo que aguantaran mucho tiempo sobre la faz de la tierra, su índice de mortalidad iba a crecer tanto en tampoco tiempo que sólo las tendríamos presente en... fotografías.
Y lo de la antena me plantea otra pregunta, ¿en qué universidad obtienen las cigüeñas el título? Ha de ser genial ver a sus sabios profesor@s explicándoles cálculo para que un 'edificio' como el que ellas construyen aguante sobre una antena.

Amando Carabias dijo...

Pilar: Digamos que los experimentos con gaseosa. Bastante tengo yo con mis letras y algunas de mis osadías en este campo, como para echarme una cámara al hombro y emular a otros que saben del asunto.
Pues fíjate que salvo los cláxones, en general no hubo voces. Fue más la sorpresa y la sonrisa. Sí hubo ese conductor que chillaba al de delante para que tocara con más ímpetu al que le dije que daba igual que el animal inmutable. Pero en lo de que aquí se chilla mucho, tienes razón... Si se compara con cierta parte de Europa, porque en otras latitudes más calurosas me parece, y no tengo yo mucha experiencia viajera, que el ruido, hablar casi gritando, la noche, como tantas veces nos dice María desde África, decorada por los ritmos de orquestas y grupos, los fuegos artificiales (que no es que sean mudos precisamente)...
El final del relato es real, aunque quien lo provoqué fui yo al llamar al 112. No pretendía darle un final para el relato, que conste, es que temí por la vida del ave, o temí más aún, algún choque de vehículos. Uno, en concreto no se llevó por delante a otro que en plena rotondita esperaba a que la cigüeña se decidiera a moverse, porque el sistema de frenado le funcionó bien.
Porque, y esto me parece más grave, los límites de velocidad que se señalan en las carreteras para algunos son simples metáforas de complicada comprensión e imposible puesta en práctica.
Y recuerdo, para que no digáis nada, que no tengo coche ni carné ni ganas de poseerlos
Un beso.

Amando Carabias dijo...

Beatriz: Pues en esto no había caído en una posible protesta por el cambio climático. Y ya que el CO2 es la causa mása importante de este problema que nos acecha, por eso decidió parar el tráfico...
Oye, Beatriz, ¿no la enviaría alguna de las ONG,s que tú conoces...?

Amando Carabias dijo...

Alena: Intentaré recabar toda la información necesaria. A ver si por un casual alguno de los miembros de la Policía Local que conozco me puede informar.
Respecto de lo de la lectura de sus derechos, que es lo más que puedo decir, pues presencié su detención y posterior ingreso en el furgón de atestados, no pareció que se hiciera en condiciones. Pero tampoco hubo excesiva resistencia. Como acabo de decir a Beatriz, quizá pertenezca a una ONG, y lo más probable, dada su actitud durante esos minutos parecía discípul@ de Ghandi o Madre Teresa

Amando Carabias dijo...

Pepe Gonce: Ya lo sabía yo, ya lo sabía que alguien iba a dudar.
Ahora que se acaba la jornada laboral, estoy comentando el caso a los compañeros y me creen por el lujo de detalles que doy, pero es que el caso es increíble.
Creo que es vital ya que indague ante los servicios de la policía local.
Con esto, amigo Pepe, conseguirías al menos el díptico de la cigüeña sobre el asfalto.
En cuanto sepa alguna cosa os la comento, en serio.

Beatriz Ruiz dijo...

Igual Amando... igual...

Amando Carabias dijo...

Beatriz: Ya decía yo.

Isolda Wagner dijo...

¿Alguien sabe cómo ha terminado este espisodio? Estoy con Alena, no podemos dormir sin saber cómo y dónde está.

Maririu, me alegro de que por fin parece que se han arreglado los problemas con Internet; aunque yo creo que con el calor que está haciendo en tu tierra y los 40º de ayer en la mía, lo raro es que funcione algo.
Diréis que nos quejamos de vicio, pero ¿alguien sabe cómo podíamos vivir hace cuarenta años sin aire en los coches, un poner, o sin Internet, otro poner?
Me lo cuentan y no lo creo.
La especie humana que es así de acomodaticia.

Besos de atardecer que os refresquen a todos.

Amando Carabias dijo...

Isolda: Aún no he podido hablar con quien creo que me puede informar lo intentaré. Pero a veces es que se hacen difíciles ciertas cosas.
Fíjate que anoche mismo me estaba planteando lo mismo. Pero yo no me alejaba tanto. En mi caso ni siquiera hace dos años tenía internet.

catherine dijo...

Rara y preciosa esta anecdota. Y con los comentarios con antena/television, autopista, derechos de las ONG y la mala fe de Pepe, màs raro. Lo traduci por la tarde para mi nieto y mi hermana y qué risa nos dio! Digo yo que serà por demasiada cerveza: en Alsacia tienen muchos nidos de cigüenas Y hacen buena cerveza. Una inmigrante habrà pervertido las aves de Segovia, hasta las jovenes. Para la cura de desintoxicacion te propongo unas semanas para la ciguena rebelde en el castillo de Rochecolombe en las afueras de Grenoble donde cuidan aves de todas especies, con alas rotas, patas lesionadas y alcoolismo probablemente.
Y qué suerte para nosotros que tengas Internet ahora! Un beso.

Amando Carabias dijo...

Catherine: O sea que este texto ya ha sido traducido al francés. ¿Y eso se puede poner en el currículum?
Las cigüeñas alsacianas beben cerveza. Y una de ellas se enamora en su migración hacia Europa, desde África de otra que anida en Segovia. Discuten: ¿En tu casa o en la mía? Y claro, Segovia está más cerca, llegan antes, tienen prisa. Anidan en Santa Cruz la Real y, en un descuido, su cigüeño a punto ya de tener la mayoría de edad, bebe más cerveza de la cuenta. Sale a la carretera y decide protestar por el exceso de contaminación, convirtiéndose en gendarme de tráfico... Sí es perfectamente lógico. Creo que eso es lo que pasó.
Un beso.