domingo, 5 de julio de 2009

CUBÍCULO AZUL

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La palabra de cada día. Año 2004
Diario de un opositor.


La mañana es un cubículo azul. De un azul claro, pero intenso. De un azul de porcelana transparente. El verano almidona con sus dedos cálidos las puntillas invisibles de los segundos, que nos envuelven con sonrisas etéreas. La mañana es una cajita de cartón forrada con papel charol azul brillante y con espejos de lapislázuli. El verano hinche los azogues opalinos de latidos sensuales y vivos, antónimos de las lágrimas o de los miedos. La mañana es una ventana abierta al horizonte revestido de azul, azul transido de luz y sonrisas. Me gustaría enjaular esta mañana azul dentro de la vasija de arcilla oscura que transporto cada día, para que su luminosidad de plenitud sin tacha reverbere por entre las porosidades del barro tosco que me conforma. Me gustaría atrapar un solo centímetro cuadrado de esas puntillas invisibles, almidonadas por el verano, para que creciera en el estuche casi hueco que tengo aquí dentro, y llenar mi respiración ahogada y torpe con sus latidos esponjados. Me gustaría que uno de los espejuelos de lapislázuli eterno iluminara el ataúd fétido que paseo a diario.

16 comentarios:

Isolda Wagner dijo...

Acabas de atraparlo, amigo, y no un centímetro, sino el cubículo entero. Con tus palabras que no sólo llenan tu estuche, también el nuestro. Quizá entre todos y con tantos espejos de lapislázuli, logremos caminar sobre senderos llenos de hortensias de todos los colores.
Todos mis besos para que los guardes en tu vasija de arcilla.

Amando Carabias dijo...

Isolda: Serán uno de los mejores combustibles, para que la melancolía no convierta en madrugada pesarosa la luz de los días.
Gracias por tan tremendo regalo.

María A. dijo...

Querido Amando, "La mañana es un cubículo azul. De un azul claro, pero intenso..." Leí tu texto y, rauda, salí a intentar enjaular esta mañana que describías y que era muy similar a la que tenía ante mí: azul claro,intenso...azul de porcelana transparente...llevé conmigo la cajita de aromática madera de "tuya", para atraparla y hacértela llegar... No se ha dejado...no he podido atraparla...Flotando en las aguas azules, transparentes, límpidas, ha quedado un beso para tí y los que aquí te acompañan. Beso Mediterráneo-africano, por supuesto.

Maria Sangüesa dijo...

Qué maravillosa prosa poética. Como dice Isolda, con tus palabras la has guardado ya para siempre. Y para llenarnos el espíritu con la belleza de esta mañana que nos regalas vestida de luminosas palabras. Un beso.

Flamenco Rojo dijo...

Ojala todos los días de tu vida amanezcan “de un azul claro, pero intenso. De un azul de porcelana transparente…”

Un abrazo de color añil.

Alena.Collar dijo...

"Estos días azules y este sol de la infancia"...
Antonio Machado.

Cuando leí por primera vez esas palabras solo tenía 17 años, y aunque las entendí, porque mi infancia ya era una nostalgia, no supe cuánto iba a entenderlas hoy.
Y tu texto me lo ha traído otra vez, ya ves.

Esas mañanas de abandonada pureza, de cristal y agua...
Un beso.
(Sí, ando nostálgica...)

Amando Carabias dijo...

María A:Eso te ha parecido a ti. ¿Sabes lo que ocurre con estas mañanas?
Parece que vuelan, que son como hipocampos convertidos en nubes, criaturas que vuelan en nuestra fanatasía, que, de tan puras, parece que no existen.
¡Bobadas!
Ahota, si te miras dentro, seguro que encuentras un pedacito de esa mañana, quizá sólo tenga el tamaño de un dado del parchís, pero da igual, ya sabes que en una gota de agua está la esencia de todo el mar.
Un beso, casi tibio, desde Castilla cubierta por nubes cansadas y curiosas.

Amando Carabias dijo...

María Sangúesa: Hay días, hubo días en que necesitaba de esas palabras.
Anoche, cuando las seleccionaba para subirlas a este cuaderno intangible (a diferencia de los que a ti y a mí nos gustan), estuve tentado de retocar algo, de descargar algo de sus grasas, porque aunque me siga reconociendo en este texto, veo que ya no soy el mismo.
Algo parrecido a lo que me ocurre con mi propia imagen, si rescato alguna foto de hace cinco años.
Y sin embargo, al leer la entrada esta mañana, me doy cuenta que no ha cambiado tanto, quizá sobre algún adejetivo, pero éste era yo y no tengo derecho a falsearme o a disimular. Y además, la mañana la de hace cinco años y la de hoy, hasta hace unas horas, era un cubículo azul...
Otro beso. Y que el viaje te sea propicio.

Amando Carabias dijo...

Pepe Gónce: Qué deseo tan hermoso. Lo mismo te digo a ti y a través de ti a cuantos lean estas líneas, comenten o sólo lean.
Sincemeramente me han emocionado tus palabras. Y sí es un gran deseo. Si consiguiéramos que cada mañana nuestro corazón tuviera ese color, y esa luz, y esa pureza, y esa intensdad y esa sonrisa. Ofú, el mundo sería otro.
Repito, muchas gracias y un fuerte abrazo.

Amando Carabias dijo...

Alena Collar: Supongo que sabes, porque sé que nos lees cada día, o casi cada día, que aquí se fundó el club de los melancólicos optimistas. Debido a una moción realizada por Gonce que la mayoría aceptamos, hubo una refundación aquel mismo día, un rebautismo, y la cosa quedó en el Nostálgicos optimistas, o algo así.
Es algo que en este rincón reaparece con cierta reiteración y hoy no iba a ser menos.
Es lo que tienen, a veces, las palabras. A unos nos producen nostalgia los que a otros les produce intensidad.
Los versos que citas de D. Antonio, los leí quizá a los dieciseis años, y como tantos otros del sevillano de Castilla, supusieron algo así como un camino, como una explicación de la vida.
De alguna manera, y ya que lo citas, soy nostálgico al modo machadiano, más que al modo lacrimógeno de otros (por supuesto muy respetable), pero es que a uno le sale la adustez de estas tierras, así por los poros.

Ferran dijo...

"Estos días azules y este sol de la infancia..." El primer verso de un poema que Machado no llegó a acabar nunca...

Como decía JRJ:

Dios está azul: la flauta y el tambor
anuncian la cruz de primavera

O T.S. Eliot:

Cuando el cielo se tiende
como un paciente anestesiado...


Josep Pla, que se volvía loco buscando adjetivos, decía que la mañana estaba "tirante como un pañuelo de seda..."


¿Cómo hablar de esa sensación del aire limpio, cuando incluso las nubes escasas son perfectas, con su humedad clandestina, abultadas pero inofensivas, blancas de algodón, copos de cielo...? Cuando los colores de las cosas las hacen más duras, de perfiles más bruscos, de cercanía más honda...Cuando la vida parece extenderse como un espectáculo al que se te invita. Para que lo pronuncies, Amando.

Amando Carabias dijo...

Ferran: Sí esos versos que fueron los que le acompañaron a la tumba en su destierro que no pudo soportar más que unos días. Me gusta creer, siempre lo he barruntado así, que si escribó esas palabras, fue para clavarse en las retinas esa imagen y que esa imagen le guiara las horas o días finales de su existencia.
Casi, casi es un verso que exorciza los demonios del suplicio final, de esa derrota que sintió tan amarga, de ese caínismo que llenó de caníbales este territorio.
Es que estos días así, bueno estas mañanas, porque como he escrito hace unos minutos las nuebes ya han cubierto el cielo de muchas imágenes de animales de algodón, a uno le da por escribir y pensar cosas... Incluso cuando escribe en su diario.
Un abrazo

Catherine dijo...

las mananas en el campo, en la montana, cerca del mar traen sonrisas de bienestar cuando llegan con esta calma azul.
Palabras azules: lapislàzuli (igual en francés), anil, porcelena... Con el color azul hay algo de melancolia, si.Encantada de concocer el pacto de optimismo.
Llega el nieto de la casa de su padre, con sonrisas.Hasta luego

Amando Carabias dijo...

Catherine: Ahora que leo tu entrada, creo recordar que fuiste tú quien habló o preguntó entre las similitudes del blue/blues/azul y la melancolía.

Catherine dijo...

Si el color azul, Amando; el blues y la enfancia con el azul marino y celeste(!) del uniforme del colegio de internas durante 7 anos. De vez en cuando, me atrevo a comprar ropa azul marino pero no la llevo mucho. De vez en cuando anoto lecturas, pero me viene el recuerdo de los libros que traia al colegio y que firmaban las monjas como si mis padres o mi abuela me daban malos libros, y decian que leia demasiado y que debia hacer fichas de lectura.
Hay tantos otros azules, màs verdes, o màs grises como el cielo de hoy al anochecer o como los ojos del nino que volvio no solo con sonrisas sino con enormes risas. Buena semana la que viene ahora que arreglé todo lo previsto para la semana anterior, mucho tiempo a compartir con el nieto.
Buenas noches, hasta pronto o luego, que puedo entrar y salir de repente. Besos y a ver tu proximo post no sin decir
Maririu, intenté dejar un comentario en tu blog, ayer y ahora mismo. Los gnomos y fantasmas son de fiesta, no funciona. Besos aqui para ti con permiso de Amando.

Amando Carabias dijo...

Catherine Creo que fue Saramago el que escribió en su blog que en el Amazonas, los indígenas tienen más de cien palabras diferentes para explicar los distintos matices del color verde.
No sé si se llegará a tantos con el azul, pero también tiene muchísimos desde luego.
Por supuesto que desde aquí mandamos un saludo a Maririu, que debe tener internet metido en la vorágine de una sauna catalana.
Un beso.