lunes, 15 de junio de 2009

TRIBUALACIONES DE UN ESCRIBIDOR EN MEDIO DE LA TORMENTA

Una vieja máxima que me aplico es que cuando hay tormenta, como ahora mismo, tendría que escribir con un bolígrafo y a la luz de una vela. Ya me pasó una vez y no me gustaría que me pasara la segunda, porque tampoco es que los proveedores sean muy rápidos solucionando problemas técnicos. Me refiero a que la fuente de alimentación del ordenador sufrió un ataque al corazón del que no salió.
Los relámpagos abren sus brazos de fuego sobre el cielo y dibujan extrañas imágenes fantasmales. El trueno que acaba de sonar lo ha hecho justo encima de mi cabeza. Y la sensación no ha sido muy agradable. La verdad es que el aire fresco que entra por la ventana, que acabo de abrir, se agredece.
Y casualmente de algo de esto pensaba hablar yo hoy.
Cuando titulo Tribulaciones de un escribidor... teman todos ustedes lo peor. Es que no se me ocurría otra cosa mejor o me apetecía compartir con ustedes, o sea mis lectores, alguno de mis pensamientos relacionados con este oficio. (Con independencia de que sea o no remunerado, que esa es otra cuestión).
Y decía yo que iba a decirles que no me gusta escribir sobre vampiros. De hecho nunca he pensado escribir sobre vampiros. Y justo empieza la tormenta. (Alguno dirá que se trata de una figura literaria. Aseguro que no es así. Aseguro que llueve y truena y relampaguea). Vaya, aquí hay gato (o vampiro) encerrado, me he dicho. Quizá hubiera tenido que buscar otro tema, pero es que uno tiene, además otra cualidad, es muy cabezota, y para una idea que se me ha alojado en las mientes a lo largo de este día, pues no voy a cambiarla ahora, total por unos cuantos truenos y relámpagos. Espero que la fuente de alimentación de esta máquina opine lo mismo que este escribidor, pues de lo contrario tendremos un problema.
Esto viene a que según la prensa Guillermo del Toro, el director de cine mexicano, ha presentado la primera novela sobre el asunto. Parece que se tratará de una trilogía. Se confirma, pues, se aposentó entre nosotros la moda de los vampiros. ¿Cuánto tiempo...? Empezamos con la saga del joven vampiro que se enamora de la joven humana (¿o es al revés?) con cuatro o cinco entregas y ahora se añade el director de cine que se apunta al éxito asegurado. Raro sería que a alguien no se le ocurra reeditar Drácula.
Claro que tiene un duro hueso que roer por la competencia con las novelas del género negro procedentes de Suecia, cosa no sencilla. Porque Larsson y Mankell, sobre todo el primero, están haciendo de las suyas. O sea mucho dinero. Stieg Larsson, desde que murió, un poco menos, lo estarán haciendo sus herederos que no sé si lamentarán el recuerdo de los veinte cafés diarios que se tomaba el escritor, las tres cajetillas diarias de cigarrillos que se fumaba y que aquella mañana no hubiera ascensor en el edificio donde el corazón se le partió para siempre. (¿Quizá se había estropeado el artilugio por la falta de electricidad que causó una tormenta?). Pero de las novelas de detectives no hablo, porque uno en sus tiempos libres las escribe, incluso tiene un par de personajes, allá en Euritmia, que de vez en cuando le remiten (en secreto, claro) los dossieres de algún caso. Los más avisados sabrán ya que me refiero al Comisario Gayano y al subinspector Del Río.
Digo que yo no escribiré novelas de vampiros, porque no me gustan los vampiros, ni el terror en general, ni tampoco me gusta la sangre.. Es decir que comunico que no me sumo a la moda. (Así no llegaremos a ninguna parte. Ni falta que hace).
Pero sobre todo lo que me planteo a estas horas en que llueve y relampague y truena como si un colmillo hambriento descendiera desde el cielo enlutado con una capa de raso, es por qué a tanta gente le da por leer sobre lo mismo.
O dicho con más crudeza: ¿Por qué la moda también invade el mercado editorial?
A alguien se le ocurre algo, no sé, escribir sobre el crecimiento de las adelfas en Sebastopol. Por casualidad la novela tiene éxito, dado el evidente interés del tema, y, de pronto, todo el mundo lee sobre la susodicha planta o la susodicha parte del mundo. Y no sólo un escritor escribirá sobre el asunto, sino que varios de ellos lo harán. Con evidente éxito, por su puesto.
Aunque soy de la opinión que para que un libro tenga éxito ha de atesorar otros componentes imprescindibles, cuya proporción se distribuirá con cierta equidad: amor, aventura e intriga, sobre todo. Si se se quiere añadir algo de sexo (no muy explícito) y un poco de violencia (no muy brutal), se corren riesgos, pero quizá se acierte.
Porque, y esta es la conclusión que saco mientras el rayo ilumina la noche, al final, aunque se hable de vampiros, siempre se habla de lo mismo: de amor, de alguna clase de amor... También ocurrió con el mago que pasó su adolescencia con nosotros, y con las catedrales, y con las novelas históricas, y con las prehistóricas..., incluso con las de detectives se habla de amor...
Quizá algo menos. ¿O no?

35 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Amando, intentaremos no abusar del teclado, aunque en estas fechas, la burocracia que nos rodea, aquí también, no entiende de vértebras castigadas, ni de brazos, tendones y demás elementos...Habrá que poner un reloj de arena junto al teclado...
A mí tampoco me gustan los vampiros..ni las novelas que sin saberse muy bien por qué, se venden a miles...Como andamos escasos de tiempo, hay que establecer prioridades y debo de ser muy rara, pero de momento voy sobreviviendo sin haber comprado ni leído un solo libro de estos tan a la moda: magos, catedrales, cátaros, sábanas, milenios y demás, pienso que deben esperar por si se diera la casualidad de que yo viviera otra vida...porque en esta, me parece que entre los que debo releer y los que vaya encontrando en los estantes de 2ª fila, creo que el cupo está completo. Y con el cine me ocurre igual: huyo de las pelis que se basan en éxitos de novelas. Rarita que es una. Amanece con calor y brumas...Buena jornada para todos.Abrazos africanos.

Amando Carabias dijo...

María: Besos, sigue cuidándote.
Uno, confieso, no ha salido indemne de ciertas modas. Por ejemplo: el mago (en las dos versiones libresca y cinematográfica) y las catedrales.
Con una hija que siempre tuvo la misma edad que el mago británico, y debido también a mi mucha curiosidad, he seguido casi toda la serie.
Pero con las de terror nunca he podido

Pilar dijo...

Sí, realmente es muy misterioso descifrar el porqué existen los bestsellers, cuando casi siempre son absolutamente intragables. Yo creo que es un boca a boca muy peligroso, porque al final nadie se atreve a decir que el libro en cuestión es horrible, porque, a lo mejor, su opinión va a ser criticada, y así ,de uno en uno. se va inflando la bola del éxito inmerecido ( y el bolsillo del escritor ufano).No voy a dar muchos títulos, pero a mi me ocurrió con Los Pilares de la Tierra y Los Mundos de Sofía. !Qué peñazos!
De vampiros no entiendo ni papa, porque además son unos seres que me dan cierta pena, parece ser que la explicación científica de su anormalidad es que eran personas que padecía una enfermedad que les hacía necesitar la sangre. !Ay, Dios!
La verdad, Amando que no me importaría que escribieras sobre las Adelfas en Sebastopol o sobre las Orquídeas de Vietnam,si te viene en gana, porque seguro que lo harías de maravilla y con originalidad. Y si les pones métrica, mejor.
Bueno, por último, yo recomendaría leer literatura clásica, volver al siglo XIX español, por ejemplo, recuperar libros como La Regenta o Los Episodios Nacionales Yo lo estoy haciendo con mi hijo Pablo y parece que surte efecto.
Me da una rabia no haber estado despierta cuando la tormenta, creo que fue espectacular. Pero como duermo igual que una sirena narcotizada, ya podría haber ardido Segovia en napalm, que me quemaría viva.
Buen lunes, si es que eso es posible, amigo.

Besos submarinos.
Pilar desde la Pecera.

Beatriz Ruiz dijo...

Buenos días amig@s...

María... ya estaba pensando que tardabas demasiado... Cuídate mucho...

Pilar... estoy contigo... por muy famoso que sea un libro, si no me gusta, lo descarto... De hecho tengo una esquina, enorme... en la biblioteca de libros para regalar.... Esperando estoy que pongan un mercadillo solidario para donarlos todos...

Amando... a mi me encantan las tormentas, claro que resguardada y si puede ser con una buena chimenea y compañía, mejor... Pero de vampiros tampoco tengo mucha idea... No me gustan los libros de terror y tampoco las películas... Además ya tenemos suficiente en el día a día... no???

Un beso con cariño desde Tenerife...

P.D.: Pilar... ahora soy yo la que espera por la PAU... dichosa prueba... que creo no prueba absolutamente nada...

Flamenco Rojo dijo...

Pilar, los vampiros se alimentan de sangre porque no han probado el tinto…

Bueno amigos, pues me confieso que yo he sido lector de “best Sellers”. Reconozco haber leído a Dan Brown, a Falcones, a Noah Gordon, a Pérez Reverte… ¿Qué le vamos hacer? Cumpliré la penitencia y los donaré a la tómbola del cole de mi hija Carmen… Deciros que por muy bien vendidos que sean, ninguno de ellos me ha llenado tanto como el que ahora estoy terminado, “Aquel sábado lluvioso”, está magníficamente narrado por un chico segoviano, no me acuerdo ahora de su nombre, Armando, Amado o algo así. Este escribidor del que os hablo no se si llegará a ser un “best seller” pero lo que si tengo claro es que es un “best friend”. Ea, pos lo dicho a partir de ahora prometo informarme y buscaré libros de escribidores del estilo de este chico de Segovia, de Alena, de Luis Vea, etc.

Un abrazo para tod@s.

Maria Sangüesa dijo...

Hola, Amando, has tocado un tema espinoso y es el del negocio editorial. Cuando una editorial grande quiere hacer negoci se dedica a promocionar a un autor y a una obra con un bombardeo publicitario de dimensiones inmensas. Y lo vende. Igual que puede venderse un detergente o una lavadora...lo de menos es la calidad, en general, lo único que pide un lector medio es entretenimiento y evasión. Da lo mismo lo que se cuente, y lo que es peor, cómo se cuente.
A mí los vampiros literarios no me caen mal, otra cosa es que me gusten, pero a quienes temo es a esos otros vampiros que se te agarran al costillar para soltarte cien mil desgracias y te vampirizan tiempo y energía para luego marcharse tan contentos, después de haberte descargado encima todas sus angustias, dejándote a ti hecho una pena...estos vampiros son los que me dan pavor.
En cuanto a las tormentas, me apunto a lo que dice Beatriz, son preciosas en buena compañía y mejor resguardo...¡Qué bonitas con la chimenea encendida! Pero qué temibles en medio del campo.
Me ha gustado mucho tu texto. Un abrazo.

Amando Carabias dijo...

Pilar:Seguro que escribir sobre las orquídeas en Vietnam es mucho más interesantes que lo de las adelfas...
Luego hablaré de los bestsellers. Así en en general y según mi humildísima opinión ni todos los bestsellers son malos, ni todos los bestsellers son buenos. Cantidad y calidad tienen poco que ver. Por ejemplo, según se dice, el Quijote, en su momento, fue uno de los libros más vendidos, aunque las cifras no tienen nada que ver con los números que se manejan ahora, pero tampoco había tantos lectores. Sin embargo, muchos de los que sabían entonces lo clasificaron, sin más, en el género de novela de caballería (pues eso era), pero no sólo eso.
Respecto de los títulos que citas, me imagino que tendrá que ver con los gustos, pero a mí Los mundos de Sofía ne pareció interesante..., como buen divulgador de la filosofía, no como literatura. Sobre el de Kent Follet pues te digo que no he vuelto a leer nada suyo, y que me gustó muchísimo más el de Ildefonso Falcón, sin que me pareciera una joya literaria.

Amando Carabias dijo...

Beatriz:A mí también me gustan las tormentas, sobre todo esos minutos previos a su inicio cuando el aire se hincha, parece que va a explotar y llega el olor a ozono tan característico que empieza por refrescar la mente antes que la piel. Algunas veces, sin embargo, cuando se levanta ese viento recio, cuando el aire pesa como mercurio y el día se torna noche repentinamente, sin que asuste, encoge el ánimo y te hace pensar sobre tu debilidad, sobre tu pequeñez.
Por estas tierras, las tormentas y las chimeneas no suelen llevarse bien, pues las tormentas descargan en días como el de ayer, donde el calor ha sido bochornoso...
Pero lo de la buena compañía es fundamental, por supuesto.
Quizá, sin saberlo, has dado una buena clave que justifique a los bestseller: si no fuera por ellos, algunos no se habrían acercado a la lectura, y no habrían descubierto que leyendo se pueden alcanzar mundos maravillosos.
Un beso.

Amando Carabias dijo...

Pepe Gonce: Vuelvo aquí a lo que decía antes a Pilar sobre la calidad de los bestsellers. Has citado entre estos libros algunos que a mi modo de ver reúnen mucha calidad literaria. En esta entrada, no sólo quería hablar de los más vendidos (que también), sino sobre todo de las modas. Es decir, un tema tiene éxito y de pronto proliferan libros como setas hablando de lo mismo. Eso me parece todavía más triste que lo otro.
Respecto que la valoración que haces del libro de ese segoviano, te agradezco profundamente tus palabras... Alguna editorial no pensó lo mismo y fíjate, pocos años después ¿cuántos libros han salido con la historia de Jesús de Nazaret como fondo, como tema o como excusa...?
Ah, y porque no digáis que no me mojo, algunos de los libros de Arturo Pérez Reverte, aunque sean los más vendidos, son libros muy, muy bien escritos.

Amando Carabias dijo...

María Sangüesa: Efectivamente esta es la clave el mercado editorial Es la clave de todo. Algunas veces esos libros son buenos incluso, pero da lo mismo que lo sean o no, lo que importa es vender.
Y cuando empiezan a proliferar segundas, terceras, cuartas partes, secuelas, precueles, etc, ya nada tiene explicación.
Se ha llegado a la situación de confundir ventas con calidad, libros con literatura.
Pero que una persona lo pase fenomenal leyendo un libro, aunque éste no sea maravilloso, tampoco es la peor diversión del mundo, y quién sabe... ¿Cuántos lectores habrán empezado su afición después de haberse acostumbrado con libros no muy buenos pero muy vendidos?

Ferran dijo...

Queridos todos!

Creo que hay algo que agradecer a los llamados bestsellers: y es cuando son el paso inicial para leer otras cosas. Por otro lado, como Gonce, me confieso culpable (o inocente): creo que hay novelas muy vendidas que no pretenden ir más allá del entretenimiento, de la tensión, del cogerte en una trama, pero que no tratan de experimentar con la averiguación de la condición humana de novelas que, com la literatura buena, nos interrogan. Grisham lo dijo con humildad en cierta ocasión: él no podía ser Faulkner, pero quería proporcionar algo que era, a su modo, una forma de llenar un mundo relacionado con la literatura. Y, con franqueza, creo que consigue sus objetivos, mientras algunas novelas que pretenden llegar más lejos se quedan incluso más cerca de EL INFORME PELÍCANO. Además, está una noevela negra muy digna, como la de PD James, que tarda unos cinco años en publicar cada título...y la novela negra que hicieron maestros fundacionales de la literatura moderna. Ciertamente, Los pilares de la tierra" es un peñazo insoportable...Pero dadme el beneficio de la duda y pasearos, por ejemplo, por "La viuda Coderc" de Simenon (película con Alain Delon y Signoret, poca broma...!).

Creo, con todo, que empezar a leer puede hacerse con clásicos maravillosos, como Defoe o Stevenson, o como aquí se decía, con Galdós.

Lo de los vampiros...Amando, la de Drácula es una de las historias de amor más tristes! Mezclada con el pánico de un tiempo muy concreto: la corrupción de la sangre. No es nada casual que Stocker publicara su novela en pleno debate sobre el socialdarwinismo y el nuevo racismo "eugenésico" de finales del siglo XIX. Recuerdo que el curso de doctorado más divertido que he hecho en mi vida (y del que más aprendí yo, y espero que mis alumnos) se refería a cómo ha construido sus monstruos cada sociedad: desde el Prometeo de Mary Shelley, en el que el hombre ilustrado se cree dios creador, hasta la destrucción de la idea de tiempo de Terminator, pasando por las versiones racistas o excluyentes del expresionismo alemán (El gabinete...) o el miedo a aquello que se parece a nosotros propio de la Guerra Fría, como "La invasión de los ladrones de cuerpos", toda una metáfora sobre la posibilidad de la contaminación de las almas por el comunismo en la aterrada sociedad americana...

Bueno, sigo en Ronda, lloviendo (!).. Y estoy leyendo, tras Lee, al señor Joseph Roth, "La marcha de Radetzky", una maravilla leída hace los bastantes años como para disfrutarla de nuevo...¿Os gusta Roth? Una de esas almas que iban como espectros por la Europa central, tras la desaparición de aquel curioso imperio austrohúngaro...

Abrazos catalanes desde Andalucía

Amando Carabias dijo...

Ferran: Coincidimos básicamente.
Lo que dices en el principio de tu intervención es, en parte, lo que he pretendido comentar más arriba.
Hay un viajo debate, tan viejo como la literatura, en que se viene a sostener la teoría de que no todo lo que sea muy vendido tiene por qué ser malo, ni todo lo que sea entretenido. Alguno, probablmente de modo interesado, sostiene que el hecho de que un libro sea aburrido no significa que sea buena literatura. La clave nos las das al escribir: "pero que no tratan de experimentar con la averiguación de la condición humana de novelas que, com la literatura buena, nos interrogan". Esa es la clave, me parece, o sea, según te traduzco, algo más que simple entretenimiento, que tampoco es que sea deleznable.
Drácula me parece una novela muy, muy interesante, y, efectivamente, muy triste, una historia muy triste. Y como bien apuntas, una corriente de la literatura va por el tema de monstruos, fantasmas... en fin, seres que, en apariencia, son como nuestros enemigos, pero, en realidad, son nuestros defectos, nuestros peores defectos, los más monstruosos.

maririu dijo...

¡Uy! Iba a perorar sobre los bestsellers a tendencia pseudohistórica y me encuentro con el comentario de Ferran espero no decir tonterías, caro amigo, pero con aprehensión o no ahí va, perdonadme.
1º es normal que se vendan millones de esos libros ya que están promocionados como producto lácteo o adelgazante y los encuentras en los mismos sitios. ¿por qué además tendrían que ser buenos? Son como la comida express o light. Lo único que no tienen de light es el peso.
Antes de venderlos se estudia el apetito de la clientela y se encarga el producto. Lo dije un día en el blog de "al lado" y se escandalizaron pero, de hecho, tengo un amigo que ha dejado de ser conserje de Casa de la Cultura gracias a Bacells escribiendo sobre el arquitecto de "catedral modernista" en Barcelona.
En París tengo un vecino que deja los libros cerca de la puerta de salida del edificio y así leí El Código da Vinci, mal escrito está, tiene un mérito se lee rapídisimo escritura ultrasimple, fácil de traducir y cuando vas al Louvre te proponen "una ruta da Vinci"el cura de Saint Séverin protesta pero su iglesia es visitada.
2º Si estudian los gustos de la clientela y dan con la novela histórica, tendríamos que relacionarlo (ahí viene Ferran ¡ay!) con el hecho político o cultural llamado "del fin de la Historia" y casi sería una nota optimista: al vulgo le gusta la Historia y la necesita. Y una nota pesimista les quitan la verdadera Historia y les dan su interpretación taquillera.
3º Pongo aparte los vámpiros y el terror, no puedo con ellos me acuerdo haber visto en mi niñez Drácula y Frankeisten porque me acuerdo que me acurrucaba en la butaca mirando al fondo de la sala, lo que hacía reír a los mayores. Luego sólo he visto Nosferatu de Murnau, que os recomiendo, creo que eran en los años 20/30 metáforas de la llegada del fascismo.
Y ahora corresponden a una moda de lo negro, vestidos, peinados, y hasta pintalabios y pintauñas, de lo gothic en una época de crisis en la juventud antes de las finanzas.Cuidado los lobos no están lejos.
bueno ya me diréis
Maririu

Isolda Wagner dijo...

Buenas y felices tardes a todos, lamento (mucho más yo, que vosotros) no haber entrado ayer y muy poco anteayer. Mi servidor está de reparaciones, y según me informan no podré recibir correo normalmente, hasta mañana (eso dicen)
Me alegra mucho leer a Ferrán: Le envidio por estar en Ronda, una de mis ciudades favoritas, aunque imagino que con mucho calor a pesar de la lluvia, pero estas vistas al tajo desde el parador, son maravillosas, mejor todavía desde la ciudad vieja, al otro lado. Voy con PILAR, como ya sabes, estamos de acuerdo en que lo que escriba Amando, siempre es una delicia; no le des ideas, que nos hace un relato de las orquídeas de Vietnam y un día lo veremos en las librerías. La prueba la tienes, en esa descripción inconfundible del escribidor sobre la noche de tormenta y los libros.
Como PEPE G. he leído más de un best seller; las primeras novelas de Perez Reverte, La tabla de Flandes, El Maestro de Esgrima, El Club Dumas –hasta ahí- me parecieron extraordinarias. De Ala Triste leí la primera, porque soy una negada en historia y leo, que algo queda. De las catedrales, como las llamáis, solo he leído (paso de pilares y códigos) y me encantó, La catedral del mar; me pareció fantástica por la historia en sí, tan documentada y especialmente, porque he nacido muy cerquita y todos los sitios que nombra Falcones, los he mamado. AMANDO, El Mundo de Sofía, en su momento me pareció espectacular por la adaptación que supuso la filosofía para mis hijas, que tendrían entonces trece o catorce, no sé. Por supuesto La sombra del viento, me entusiasmó, quiero creer que la habéis leído, Amando y Ferrán homprepordios! No es por nada pero las dos primeras de Milennium, son muy entretenidas, y digo entretenidas, que de vez en cuando viene bien. Os vais a reír con lo expuesto, pero por principio, paso de los best sellers, como paso de cualquier película que sea adaptación de un libro. Pelis, este año creo que tan solo he visto Camino, La historia de Mister Milk y los Abrazos Rotos. La primera, mejor que la segunda, también buena y que darían para sendos debates. De la tercera hablé el otro día.
FERRAN, a Simenon, le he leído bastantes novelas de intriga, heredadas de mi padre.
MARÍA, la de los abrazos africanos, me alegra saber que estás mejor, cuídate mucho y aliméntanos siempre con tus palabras. Pilar, se me olvidaba, mis papis me leían para ir a dormir los Episodios Nacionales, mientras escuchaba de fondo la Sinfonía del Nuevo Mundo, de Ustedes son Formidables, de Alberto Oliveras. Los jóvenes, quedais dispensados.
Creo que me he pasado, pero de verdad echaba de menos este ratito. Amando, nuevamente gracias por escribir y reunirnos a todos en Pavesas.

Gaspard P.-A. dijo...

En mi primer comentario de presentación, no querría dejar de decir que admiro el talento literario de Amando.

Mankell me parece superior a Larsson. Lo de Millenium se está convirtiendo en un Harry Potter para adultos. 'El chino' de Mankell es una novela francamente buena, a pesar o debido a que su desenlace es bastante predecible. Nunca podré posicionarme claramente sobre si mantener el misterio o adornar su descubrimiento temprano es la joya de la corona de la novela. Me acordé de Mankell viendo 'El tren de las 3:10', con Russell Crowe, versión posmoderna del tren a Yuma de Glenn Ford, inspirada por ese predecesor de Mankells y Larssons que fue Elmore Leonard.

Larsson me cansa, aunque es mejor que Dan Brown, sin duda. Casi cualquier cosa. Y no porque sea vulgar, o para el vulgo. Qué era Corín Tellado, y sin embargo, como se lo ha reconocido uno de los grandes del boom, Vargas Llosa, ella era un genio en lo suyo.
En lo literario la "democratización" de la lectura nos ha llevado a lo inevitable: las modas. Los nórdicos, suecos e islandeses; los japoneses, con todo tipo de cosas; y los franceses, gracias a la feria madrileña. ¿Le Clézio es tan bueno? Yo he leído bastante de él, y me parece peor, aunque tal vez más "popular". que Modiano, que hace con la topografía lo que Flaubert con el tiempo. ¿Tenéis leído 'Dora Bruder'? Magnífica, mejor que 'Les Bienveillantes'. Estremecedora, la niña no llegó a ser Anna Frank ni Rutka Laskier, se fugó antes de tiempo, como en casi toda la obra de Modiano. Y parece que ella habla mediante la escritura de él. Aunque Modiano no ha sido nunca un best-seller como el de Jonathan Little. Hay un romántico empedernido, Marc Lévy, que escribió 'Los hijos de la libertad'. Nunca me cansaré de recomendarlo. Por ejemplo, está también 'El lector'. Grandísimo, no cabe duda, pero también está Gérard Jugnot (Monsieur Batignole, película), y no lo conoce ni Dios.

Estamos en la moda del sufrimiento, por seguir el hilo de Maririu, con el bombazo de Vasili Grossman o, en menor medida, de otra francesa, Agnes Humbert.
Y un tema común en casi todos: la fuga, esconderse, el paso del tiempo, o la falta de él, que atrapa. Un sucesor digno de mi preferido de todos los tiempos, Joseph Conrad, es Atxaga. 'Siete casas en Francia' es un poco Larsson y Modiano. Lo encasilló su "best-seller" Obabakoak. Pero leedla, la última. Me imagino a su personaje, disparando a monos, como si fuera Robert Duvall.

Amando Carabias dijo...

Maririu:Creo que acabo de adivinar porque no me gusta comprar libros en los Centros Comerciales,´salvo que en ellos haya librería (alguno he visto), lo mismo me los bebo en vez de leerlos.
Era justamente este tipo de cosas de las que quería hablar, de la confusión que puede existir entre mundo editorial y literatura. Respecto del´Código Da Vinci no puedo hablar, pero me hago una idea.
Como todo lo que es divulgativo, acaba siendo simplificador de los verdaderos hechos, pero no es menos cierto que quizá se llegue mejor a la historia a través de la intrahistoria, y de algún modo ése es el trabajo del novelista que se dedica a intentar rescatar el pasado. Para ello, claro está, necesita documentarse seriamente. es un proceso lento, costoso, agotador y que te deja con la sensación de sembrar fresas en el desierto.
Sé de lo que hablo.
Porque si se pretende ser honesto, y no meter en exceso la pata, las fuentes de información han de ser veraces. Y lo peor del asunto es que un porcentaje elevadísimo de lo que lees, estudias, analizas, etcétera, no aparece por ningún sitio. Me sucedió con Aquel sábado lluvioso y con Gorrión de invierno. Pero al final consigues que muchas cosas suenen a verosímiles y sean creíbles.
Un beso

Isolda Wagner dijo...

Amando, Gaspard también...
¡Qué bien! Me gusta B. Atxaga, El hijo del acordeonista emocionante y todos los cuentos para niños. Otra película de este año, Bienvenidos al Norte, francesa, muy entretenida Bienvenidos al norte (Bienvennus chez les Ch'tis)
Muchos besos, escribidor.

Amando Carabias dijo...

Isolda: Tú dirás lo que quieras, pero yo te he echado muchísimo de menos. La verdad es que estoy muy de acuerdo con la mayoría de cosas que dices. Y por lo que veo, además, compartimos unos cuantos gustos similares. Al menos en su momento.
Quiero decir que todo en esta vida va teniendo su momento y su importancia y, como bien dices, los libros por pura evasión son necesarios. Los de milenuium, ya que los citas, me atraen, por cuanto la literarura del género negro me atrae desde siempre, ya he comentado que incluso he hecho mis pinitos, además me parece especialmente adecuada para hacer radiografías precisas de la sociedad en que se vive, para detectar los tumores que crecen a su sombra.

Amando Carabias dijo...

Gaspard P.A: No sólo es un placer, sino un honor recibirte en este rinconcillo y más aún, escuchar de ti semejantes halagos.
Ciertamente a uno le dejáis un poco anonadado. No es necesario que lo diga, pero lo digo, siempre tienes reservado un lugar y siempre serás bien recibido.
Dices algo que me deja un poco suspenso:"En lo literario la "democratización" de la lectura nos ha llevado a lo inevitable: las modas.". Si te maltinterpreto corrígeme. ¿Es decir que el aumento de lectores va en detrimento de la calidad? ¿O es que en sí mismo leer es una moda?
No es que esté en desacuerdo, sino que no me lo había planteado de ese modo.
Esa reflexión, además, me conduce a otra, ¿Por qué se lee?
¿Debesmos concluir que se lee para poder hablar de algo?
Si esto es así (ya sé que generalizo, pero creo que me comprendés), la pregunta que me surge es más dolorosa todavía ¿Para qué han servido los años de escolarización? ¿O es que quizá 'divinizamos' la 'literatura'?
Que conste, nada más que pregunto.

Anónimo dijo...

Con todos los libros que apuntáis hoy, ya me entra el agobio...no sé cómo me lo voy a montar para leerlos todos...Tomo nota, por si tuviera la oportunidad de vivir tres vidas, porque con una sola, es que no me va a dar tiempo...
Coincido con Pilar, la novela del XIX es maravillosa. Galdós, como de la familia... tengo alguien al lado que hace ya unos años decidió que, por cuestiones laborales ya leía bastante -bueno y malo- y ´me dijo: "nena, tú me cuentas lo que leas, que yo me instalo en el XIX". Dicho y hecho... Así,cayeron todos los Episodios Nacionales,acompañados de viajes a muchos de los lugares señalados en ellos. Trafalgar, Bailén, Gerona, Cádiz, Los Arapiles, el puente de Alcolea,donde casi nos cogimos una insolación: imaginaros un caluroso día de junio,en mitad del puente,"imaginando" la ubicación de las tropas...hasta Tetuan donde, por cierto, Galdós nunca estuvo. Y siempre me hace el mismo comentario: "¿cómo es posible que a este hombre no le dieran el Nobel y se lo dieran al otro?".La verdad es que se convirtió en una original forma de hacer turismo. Y sigue en el XIX sean de la nacionalidad que sean: franceses, portugueses, italianos, rusos. Y también cuenta que necesita más vidas...Bueno, es una anécdota. Mientras, yo sigo el juego y le tengo al día de todo lo que voy leyendo, pero se lo tengo que contar al detalle,que no es de fácil conformar...
Ah, sólo hace una excepción, cuando organizamos "gran viaje" -uno o dos al año-, entonces hay que leer del país a donde se va y nos repartimos la cosa. Así llevamos casi 30 años y yo, feliz pues como viajar nos encanta, asociarlo a la lectura ha sido muy enriquecedor,aunque ya no tengo muy claro si leemos porque viajamos a un lugar o al revés...
Ayer me sugirió releer algo de Cavafis...ya sé dónde vamos unos días este verano. Y la verdad, es que resulta divertido..salvo cuando fuimos a China, que terminé de la dinastía Ming hasta...
A mí también me encantan las tormentas, salvo que esté en mitad del campo, que ahí me da pánico. A juzgar por como está el cielo y el bochorno que hace, espero que esta noche tendremos la primera por estas tierras. Abrazos africanos.

Amando Carabias dijo...

María: Pero serán tres vidas dedicadas en exclusiva a la lectura y a los viajes, es decir que la pensión tiene que ser más que holgada, porque si no... Mejor no nos agobiemos, porque si no...
Ahora que citas a D.Benito aprovecho para decirle a Pilar que lo que hace con sus hijos es una maravillosa idea.
No sé si he contado aquí, que mi primera lectura 'seria' (tendría 15 años, fue El idiota, y tras ella la primera parte de los Episidios Nacionales. Me los bebí, como si los hubiera comprado en el estante no de la leche, sino del agua. Fue increíble, y desde ese momento dejé de creer en la justicia absoluta de los premios, a pesar de que uno se haya presentado a más de uno con el mismo resultado que si no me hubiera presentado.
Me alegro de que siga tu recuperación, y que la tormenta no sea excesiva.
Un beso.

Gaspard P.-A. dijo...

Gracias a ti, Amando.
La moda no tiene nada de malo: la primera moda de automóviles fue con el modelo T de Ford, que quiso hacer un coche "que puedan comprar mis empleados", hasta entonces acostumbrados a los burros y/o caballos. Coco Channel abrió la puerta a la moda masiva gracias al prét-à-porter, cuando antes de ella el estilo de vestir no existía, si no era la "cebolla" victoriana de diez capas o el traje de faena de la mujer de campo. Y ni el Ford T ni el listo para vestir, que llevaron a más, supusieron menos. Puedes decir, ¡ni se te ocurra comparar la literatura con los coches o la ropa! ¿Por qué no? La reificación de lo artístico es lo que hace a éste algo elitista, y no otra cosa. El arte, y dentro de él la literatura, es un bien. Un bien supremo para mí, que te hace libre (más que el BMW del anuncio de la manita por la ventanilla), que te hace disfrutar, que te cultiva, que te abre puertas. Pero un bien. Esto es, algo bueno para uno, algo que hace bien. Se lee, o debería leerse, para hacerse bien a uno mismo, no leer por leer. Aprender, contrastar, avanzar. Para hablar de algo, compartiéndolo; otros, para jactar, como si hubieran comprado el último modelo de BMW o el complemento X de la colección Y del diseñador Z. De todo hay.
En cuanto a la escuela, está para socializar. Que no es otra cosa que imbuir a los pequeños de las neurosis colectivas transitorias, también conocidas como normas, usos, costumbres sociales -modas, vamos-... y "valores". Que cambian de generación en generación, casi como los vestidos, acompañados por las famosas (en inglés, famous) e infame(iosa)s (en inglés, infamious) tácticas pedagógicas. Cuántas horas se pasa dando Instrucción Moral, Religión, Educación para la Ciudadanía, etc., y no invitando a que lean los niños 'Los miserables', 'Historia de dos ciudades', 'Las uvas de la ira' o 'El manantial'. Enseñarles a leer, a disfrutar con ella, a acercarse a la Verdad, a hacerse bien. A sustituir los malditos móviles de bolsillo por un livre de pouche. No obstante, hasta la moda de los móviles puede tener su vertiente cultural. Si “youtubeáis” “anuncio verano Orange 2009”, sale el spot con la música de Waltzing Mathilda, himno extraoficial de Australia, con una preciosa historia detrás. Tal vez los niños podrían tirar del hilo y descubrir a Barbara Baynton, una Jaune Austen rústica. ¿Qué se convierte en moda Baynton? Pues no pasa nada.
Perdón, menudo rollo.

Flamenco Rojo dijo...

Amigo Amando, ya está aquí el de siempre, el que te da la tabarra con lo de tus intervenciones. Amando, por el bien de tus amigos que te seguimos a diario y que queremos disfrutar de tus “post” diarios creo que deberías replantearte lo de contestarnos uno a uno nuestros comentarios. Sabes que tu blog, nuestro blog, está tomando una gran dimensión, como no podía ser de otra manera.

Te ruego que no te tomes mal este consejo y para empezar, joder no me vayas a contestar este.

Un fuerte abrazo.

Anónimo dijo...

Amando, no te creas, que para viajar no hace falta mucha pasta.
Es cuestión de establecer prioridades y de organizarse. Renunciar a caprichos y a impulsos consumistas, pensando en el próximo viaje. Para la jubilación, pensamos en viajes no muy lejanos e "instalarnos" una semanita,por ejemplo, en Segovia...y visitar tranquilitos todo lo visitable, aparte de los museos,iglesias y catedrales. La estación de tren; los mercados; las librerías y las tiendas viejas -mercerías y ferreterías, imprescindibles-, estos lugares son fundamentales. Y luego, quedan los pueblos... Ya está ensayado: cuando "me planté" en Alcolea, empezamos a recorrer la península así. Cataluña ya está casi terminada, me parece que quedan Olot y 3 o 4 pueblos más. Aragón va a la mitad... Y así vamos.. En Segovia, además, habrá que conocer al amigo literato y pedirle que firme la obra y tomar un vinito. Espero que sea antes de la jubilación, que aún nos queda un ratito...La tormenta no da señales...y el brazo responde al tratamiento como un jabato.Besos africanos.

maririu dijo...

gonce te contesto yo aunque ambos sabemos que eso no nos dispensará del castellano viejo (segoviano)te sentó fenomenal Torremolinos estás de un dicha ??? dichacherro ???
Gaspard tiene razón ña escuela está para socializar pero si lo hace bien te aprende a leer y mirar y decir...
¿Habéis leído a Stendhal? La Cartuja de Parma empieza con Fabrice en Waterloo y toda la novela está ahí porque Fabrice no comprende nada a la batalla... de la vida y hay unos personajes de mujer... si vuelvo a cogerla leo toda la noche.
mejor no hasta mañana
maririu

maririu dijo...

gonce te contesto yo aunque ambos sabemos que eso no nos dispensará del castellano viejo (segoviano)te sentó fenomenal Torremolinos estás de un dicha ??? dichacherro ???
Gaspard tiene razón ña escuela está para socializar pero si lo hace bien te aprende a leer y mirar y decir...
¿Habéis leído a Stendhal? La Cartuja de Parma empieza con Fabrice en Waterloo y toda la novela está ahí porque Fabrice no comprende nada a la batalla... de la vida y hay unos personajes de mujer... si vuelvo a cogerla leo toda la noche.
mejor no hasta mañana
maririu

maririu dijo...

ya está
dicharachero
ouff!

Amando Carabias dijo...

Gaspard: De rollos nada, que lo que has escrito es muy interesante y aclaratorio. Por tanto llegamos a la conclusión de que lo verdaderamente importante es leer, perderse en las páginas escritas por alguien, para que esto nos ayude en algo, aunque sólo sea a pasar un tiempo que de otro modo quizá fuera baldío.
Otra cuestión es que el mercado editorial dirija demasiado los gustos de los lectores, pues muchos de ellos no tienen acceso a todo lo que se publica, sino que sólo ven aquello que les dicen que vean.
Gracias, Gaspard por aclarar algunas de mis dudas.

arquitecturach dijo...

el que mucho lee poco vive...
mi deseo es que cuentos de euritmia II sea un exito de ventas.
besos.

Amando Carabias dijo...

Pepe Gónce: Pues no te contesto, pero que sepas que esto cambiará. Simplemtne ahora dispongo de tiempo y no me importa. Cuando esto cambie, pues tampoco pasará nada.

Amando Carabias dijo...

Maririu: ¡Qué bien me vas conociendo!. Sí, hay libros que es mejor tomarlos por las mañanas, porque por la noche nos pueden conducir al insomnio.
Felices sueños parisinos.

Amando Carabias dijo...

Chus: No sabes cómo lamento no estar de acuerdo contigo, aunque te entiendo. Hay momentos en la vida es que disponer de tiempo para lectura es tan utópico como la consecución del círculo cuadrado... qué te voy a contar.
En ese sentido, leer no es que evitara vivir, sino que sería un crimen contra la vida que exige nuestra presencia con todos sus sentidos.
Pero cuando se dispone de tiempo, cuando uno puede dedicarse algo de ocio, creo que leer es una de las mejores formas de vivir, porque nos ayuda a replantearnos y a reconducir nuestra propia vida.
Cuando esté listo este Cuentos de Euritmia II empezaremos a hablar de lo otro. Por pares.

Amando Carabias dijo...

María: ¡Ay que me salté el orden! Lo siento, lo siento, y no es la primera vez.
Pues la verdad que es un gran plan. Ya estoy esperando vuestra llegada.
Y como decías más arriba, lo mejor será no agobiarse y respirar hondo y mirar hacia adelante y disfrutar con lo que se pueda. Sin más.

Anónimo dijo...

Intento entrar para decir hola! después que Maririu me enviara la direccion. Lei ràpido pero con placer el post y los comentarios porque me voy manana al pueblo de mi hijo todavia sin Internet. Leeré libros. Volveré con vuestro permiso a encontrar Amando y mucha gente que ya conozco. Hasta luego. Catherine.

Amando Carabias dijo...

Catherine: Buenos días, hola y bienvenida a este rincón. Gracias también desde aquí a Maririu por recomendarme a una persona como tú que tanto esfuerzo realizas para comunicarte en español. Siempre serás bienvenida por mí y por los demás comapañeros, a quienes conoces de antes y a quienes empezarás a conocer y a disfrutar desde ahora.
Un beso.