miércoles, 17 de junio de 2009

LOS TRES PÉTALOS

*
Prefirió no inquirir a nadie. Ni al hijo, ni a las hijas, ni a la nuera ni a los yernos, ni al nieto mayor. A nadie. Cuando a la salida del cementerio le abrazó su mejor amigo, flaqueó su ánimo y la pregunta giró en el ápice de su lengua como las canicas de su infancia, pero tragó como si el vidrio cortara su faringe. Todos confundieron el atragantamiento con la puñalada propia de la jornada.
Por la noche, acostada en la cama que había compartido con él durante tantos años, la cara de aquella desconocida, como una huella de dinosaurio, persistía en sus pupilas que eran ya desiertos tras el llanto.
De entre todos los que habían acudido al funeral, sólo aquella mujer, poco más joven que ella misma, lloraba como ella había llorado los dos últimos días; sólo ella tenía una expresión similar a la suya.
Tronaba la madrugada, y las lágrimas del rostro ajeno envenenaban su dolor, corroían las raíces del sufrimiento que se tornaba rencor entre relámpago y relámpago.
Al amanecer tenía que deshojar una flor con tres pétalos: ignorancia, odio u olvido.


24 comentarios:

Anónimo dijo...

Por una vez, creo que prefiero la ignorancia, sí... Magnífico microrelato...como la vida misma...y muy buena la selección del Cigala. Felices sueños desde el norte, norte de África. María A.

Isolda Wagner dijo...

Impresionante micro, Amando, cuánta vida, como dice María, en tan pocas líneas. Creo que pasará por los tres estados inexorablemente y por este orden: odio, ignorancia y olvido.
El Cigala, maravilloso.
Besos desde el Sur, para el escribidor.

Pd. Pilar, se ha cambiado de pecera y Susana, dónde andáis? Besos para los compañeros.

Susana dijo...

Te lo dije hace tiempo, eres un maestro en esto de los relatos cortos, me fascinan.
Temazo el de hoy.
Es difícil saber si la ignorancia es la mejor opción, puede que la más cómoda, la que al menos permite mantener, si no firmes , por lo menos en pie, los pilares que fundamentan la vida. De la ignorancia es fácil pasar al olvido cuando sólo hay sospechas, sin pasar por el odio. El conocimiento trae, indefectiblemente, el resquebrajamiento de las raíces, el odio y, por último, el olvido.

ISOLDA, no hemos desaparecido. Voy superatrasada con Amando, circunstancias familiares y de trabajo me impiden un rato de relax delante del ordenador, pero hoy no he podido resistirme a la tentación del maestro. Besos

Besos escribidor

Pilar dijo...

Vaya temita.
No me gusta juzgar, Amando. Cada cuál tiene su vida, pero creo que por encima de todo vivir en el engaño de una doble vida es una forma de muerte diaria que acaba por pasar factura. Te dejo un enlace-canción, que ilustra muy bien lo que quiero decir, pero Susana lo ha sintetizado muy acertadamente en su última frase : Chapeau!
La balada es de Luis Miguel, espero que no os asuste, que este tipo levanta pasiones o ampollas
( a mí me gusta, no me linchéis):
http://www.youtube.com/watch?v=Mt5HStcTSIM
Isolda, gracias por acordarte de mí, pero estoy como Susana, que hay momentos en los que uno no da a basto.Sigo absolutamente viva y coleando, y nadando a contracorriente en esta pecera que en estas épocas del año más bien parece un balneario termal al estilo Caracalla.
Pepe, no te contesté a lo de los vampiros. Sembradito como siempre diste en el clavo con lo del vino,me reí a xpuertas. Me encantaría conocerte, tío.
Beatríz, ya habrá acabado Darío,y ahora !a esperar!. Yo mañana a las 17 ya sabré la nota de Pablo.A los que no lo sepan: Que ambas tenemos dos hijos sufriendo la PAU.
Amando, literariamente el relato me encantó. No iba a decirlo, pero me recuerda el comienzo de una novela de una escritora contemporánea, muy famosa que fue (muy) amiga mía y compañera de pupitre cuando estaba en COU, en el Madrid del 77. Jopé, me ha quedado como una adivinanza.
Tres pétalos. !Qué bonito!. Mira, te diré que el tres es mi número favorito, pero en una relación, ni tres ni cuatro:SÓLO DOS. ¿Verdad?

Besos abrasadoramente submarinos.
Pilar desde su Géiser.

Isolda Wagner dijo...

Hola Pilar, ahora desde un geiser, vaya vaya...
Que alguien me diga que es la PAU, que no estoy puesta. O será la selectividad? No os lo creeréis, pero ayer, que fuí a Archidona y Antequera con mis hermanos, les puse en el coche a Luis Miguel. Les iba a dar un ataque, pero que le voy a hacer. A mi me gusta también. Será que somos románticas?
Besos a las dos y suerte para vuestros respectivos.

Pilar dijo...

Hola, Isolda!
La PAU, es la selectividad, hablando en plata, y tanto Beatriz, como yo estamos esperando la nota de nuestros xurumbeles (¿les llamaís así por Málaga, verdad?) con el corazón en un puño.Por cierto, tinerfeña, que me has dado en el alma con el video de Africa.
Espero que no me retiréis el saludo por mis gustos musicales. La verdad es que soy un tanto ecléctica en ese tema . Que me gusta (casi) todo, vaya.Y sí, soy romántica, pero sin empalagar, creo.
Géiser, fumarola, de todo. Que ésto está que echa chispas con lo que está cayendo fuera. Si a eso le unes que una es un poco volcánica, ya tenemos el Etna en erupción.
Uff, qué calor.
Glub, glub...sumergiéndonos.

Gaspard P.-A. dijo...

Temita no, temazo. En efecto, la doble moral hace estragos. Aunque tal vez estos casos se deban muchas veces a la debilidad humana. ¿Se puede querer a dos mujeres? En muchos países aún un hombre puede estar casado con varias esposas. ¡Me gustan tanto, que no me puedo desprender de ellas! Es como tratar a las mujeres de vestidos. ¡No me hagas elegir que ambos -o los tres, o los cuatro, o...- me gustan igual! Lo que sí fue doble moral es lo que le cayó a Fernández Ordoñez cuando era ministro de Justicia. De los mismos que ahora, irresponsablemente, creen que el matrimonio es como una puerta giratoria, o unas lentillas de usar y tirar. Y para los hijos, daños colaterales, para sus relaciones futuras y su rendimiento escolar, con PAU o sin él. Me imagino que estos defensores de la familia harán lo mismo con el aborto. Acabarán "interrumpiendo voluntariamente su embarazo" como conejos.
En lo que a mí me afecta, ¿qué pasa tras quedarse un@ viud@? ¿A rey/reina, muert@, rey/reina puest@? ¿Es la relación matrimonial un mueble de Ikea, que si se rompe, te compras el repuesto? ¿No es casarte por segunda vez tras no haberte divorciado por voluntad, sino por el imperativo de la muerte "que os separe", una traición? Yo lo veo así. Pero, por supuesto, libertad, libertad. Allá cada cual con su doble o triple moral.

Flamenco Rojo dijo...

Según los sabios, la ignorancia hace la felicidad. Por eso yo soy tan feliz…

Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga. Resulta, según mi cardiólogo, que tengo hipertrofia en unas cavidades del corazón. Eso significa que tengo el corazón más grande de lo normal, por lo tanto no siento odio por nada ni por nadie…

El olvido, pues tenia pensado un pensamiento filosófico, pero se me ha olvidado…

Pues eso, soy una persona ignorante, nada odiador y lo otro, ya no me acuerdo…

AMANDO vaya peazo de micro. Precioso. En tu línea.

PILAR, este pasado fin de semana hemos conocido en persona a Isolda. Pronto conoceré a María, la de África, ya que tiene un piso en Sevilla, su residencia, a unos 200 m del mío. No descartes que en algún momento organice una excursión con mi mujer y mi pequeña, y de una tacada os vea a unos pocos.

Abrazos calentitos (44º C)


Corazón loco.- Bebo Valdés y El Cigala
http://www.youtube.com/watch?v=Yb97moTCm8A

No te puedo comprender corazón loco.
No te puedo comprender ni ellas tampoco.
Yo no me puedo explicar como las puedes amar tan tranquilamente.
Yo no puedo comprender como se pueden querer dos mujeres a la vez y no estar loco.
Merezco una explicación porque que es imposible seguir con las dos.
Aquí va mi explicación, a mi me llaman sin razón corazón loco.
Una es el amor sagrado, compañera de mi vida y esposa y madre a la vez,
y la otra es el amor prohibido complemento de mi alma y a la que no renunciare.
Y ahora ya puedes saber como se pueden querer dos mujeres a la vez.
Y no estar loco…

Isolda Wagner dijo...

Pepe,está claro que tienes un corazón muuuuuuy grande.
Muchos besos para Triana.

Anónimo dijo...

Pepe, por eso que dices de la ignorancia y la felicidad, decía yo lo de preferir la ignorancia. Sin conocerte, lo del corazón grande, no hace falta que te lo diga el cardiólogo...y cayendo en esta tertulia, me parece a mí que es una patología demasiado habitual entre el personal que por aquí pulula, empezando por el anfitrión...Pero, según me enseñaron, parece ser que es mejor tenerlo así que esclerosado, o de piedra... 44º ozú...pues ya pega. Y no dudes que nos veremos cuando vaya a Sevilla. Tenía que haber ido ya pero no ha sido posible y ahora,con el fin de curso, está un poco complicado. Pero como muy tarde, será en septiembre. Aviso por si alguien se apunta a dar una vueltecita por Triana.Como tu eres más trianero que yo, eliges la taberna...
A Beatriz y Pilar, sólo quiero deciros que la selectividad de vuestros hijos no debe angustiaros demasiado.Aunque yo considero que es una prueba absurda y que no sirve más que para que muchos jóvenes que quieren ser médicos, por ejemplo, terminen haciendo veterinaria, o lo que puedan...método de selección injusto..bueno, paro, que es un tema que me subleva...Pero seguro que vuestras criaturas saldrán bien del trance y espero que puedan cumplir el sueño de realizar los estudios que desean, que eso es lo más importante y no las notas. Yo tengo aquí algo similar pero para poder acceder a estudiar FP en mi centro.Llevamos toda la semana y las pruebas me tienen de los nervios, menos mal que no soy su madre, pero es que les miro a los ojos cuando van entrando y veo tantas ilusiones y esperanzas que, si pudiera, haría el examen por ellos. Aquí, no sólo es el futuro de ellos/as...en muchos casos es el de toda una familia. Uf. Abrazos norteafricanos nublados y fresquitos.María A.

Ferran dijo...

Un relato estremecedor, un fogonazo, Amando. ¿Recuerdas, en "El amor en los tiempos del cólera", cuando la viuda descubre que no ha estado toda la noche llorando por su marido, sino por el amante que, tantos años después, esperando que fallezca el "legítimo",le recuerda a la anciana su amor perpetuo?

Saber que alguien ha querido a quien tú considerabas solamente de tu espacio afectivo (no digamos de tu propiedad). Pensar que, a lo mejor, ese amor ha sido correspondido. Temer que, además, ese sentimiento haya ido acompañado del cumplimiento del deseo, del gozo del encuentro entre dos cuerpos que se aman.

Creo que el poema que citaba el otro día, de Gil de Biedma, PANDÉMICA Y CELESTE (por favor, quien no lo conozca, que acuda a él, ya veréis), se refiere precisamente a esa permanencia de un único amor flanqueado por experiencias que sólo tienen sentido cuando existe ese amor auténtico. ¿Recuerdas, Amando, las palabras finales del poema? Yo no lo tengo a mano, en el viaje, pero las dos últimas estrofas, que hablan del deseo al final de una vida son magistrales.Ya sé que lo que tú planteas en el relato es, precisamente, la falta de frivolidad de esa existencia mutuamente alimentada. Amor auténtico en los dos lados, nada de una aventura intrascendente. Y, en ese caso, no sé con qué solución quedarme, suponiendo que sean soluciones. Sencillamente, es una situación que no admite ninguna condición de felicidad...

Y no os asustéis las madres de la PAU... veréis como todo sale bien. Yo nunca he querido corregirlas, porque sólo me creo en condiciones de calificar a quien he tenido en clase. Pero son benevolentes, amigas...!

Abrazos desde Nerja ya...Sigo con Robertson Davies y "El quinto en discordia".

Ferran dijo...

Un relato estremecedor, un fogonazo, Amando. ¿Recuerdas, en "El amor en los tiempos del cólera", cuando la viuda descubre que no ha estado toda la noche llorando por su marido, sino por el amante que, tantos años después, esperando que fallezca el "legítimo",le recuerda a la anciana su amor perpetuo?

Saber que alguien ha querido a quien tú considerabas solamente de tu espacio afectivo (no digamos de tu propiedad). Pensar que, a lo mejor, ese amor ha sido correspondido. Temer que, además, ese sentimiento haya ido acompañado del cumplimiento del deseo, del gozo del encuentro entre dos cuerpos que se aman.

Creo que el poema que citaba el otro día, de Gil de Biedma, PANDÉMICA Y CELESTE (por favor, quien no lo conozca, que acuda a él, ya veréis), se refiere precisamente a esa permanencia de un único amor flanqueado por experiencias que sólo tienen sentido cuando existe ese amor auténtico. ¿Recuerdas, Amando, las palabras finales del poema? Yo no lo tengo a mano, en el viaje, pero las dos últimas estrofas, que hablan del deseo al final de una vida son magistrales.Ya sé que lo que tú planteas en el relato es, precisamente, la falta de frivolidad de esa existencia mutuamente alimentada. Amor auténtico en los dos lados, nada de una aventura intrascendente. Y, en ese caso, no sé con qué solución quedarme, suponiendo que sean soluciones. Sencillamente, es una situación que no admite ninguna condición de felicidad...

Y no os asustéis las madres de la PAU... veréis como todo sale bien. Yo nunca he querido corregirlas, porque sólo me creo en condiciones de calificar a quien he tenido en clase. Pero son benevolentes, amigas...!

Abrazos desde Nerja ya...Sigo con Robertson Davies y "El quinto en discordia".

Amando Carabias dijo...

María A: Anoche, mientras escribía este relato, me quedé colgado del final. No sabía cerrarlo y lo dejé abierto, aunque estuve a punto de abrirlo más aún, pero se me hubiera disparado. Luego volveré sobre esto. El caso es que tal y como está planteada la situación, yo también hubiera escogido el olvido, pero más que nada por no sufrir más, casi por egoísmo... Claro, que no sé si sería posible. Este tipo de heridas, aunque sean póstumas, hacen mucho daño.
Ánimo para lo que te queda. Ojalá que la mirada de tus 'chicos' sea una sonrisa de felicidad cuando les deis las calificaciones.
Y si todavía se acuerdan de mí, diles que muchos días pienso en ellos y comparo muchas cosas que aquí veo con las cosas que nos cuentan y algo chirría en mi interior.

Amando Carabias dijo...

Isolda: El orden lógico es el que apuntas, pero salir del odio es complicado. Lo mejor es no entrar en él, aunque muchas veces es inevitable. A los románticos se nos perdona todo, seguro

Amando Carabias dijo...

Susana: Lo que escribes es exactamente lo que he querido apuntar a Isolda, como siempre eres más clarividente que yo.

Amando Carabias dijo...

Pilar: Le he escrito a María que volvería sobre el asunto... Fíjate que todos, empezando por este escribidor, sin querer, hemos colocado el cartel de buena a la viuda y malo al muerto y la otra... eso, la otra...
Pero (y aquí es donde entra lo de haber dejado más abierto el relato) qué hubiéramos dicho si alguien nos hubiera contado que la otra, en realidad, era el espejo de ella. Creo que se apunta. Es decir, la desconocida también sufre la pérdida de su amor.
De todos modos, vivir en el engaño se paga, y se paga muy caro. No sé si la vida real habrá deparado algún caso similar al que narro, pero seá difícil, porque yo diría que es imposible llevar una doble vida durante tanto tiempo.
Respecto de Luis Miguel confesaré que no me gusta en exceso, pero que, por una de estas 'casualidades' que nos persiguen últimamente, fue entre sus letras por dónde empecé a indagar para ponerle música al texto. Ninguna me convenció y preferí la que al final he subido.
Y sí, efectivamente, este relato arranca con algunas similitudes al que te refieres, y me di cuenta y dudé, pero tiré para delante.
Por supuesto, en ciertas situaciones, Luis Miguel puede ser buena compañía y ser romántic@ es una gozada, ¿lo digo porque lo soy yo también? Supongo que no os descubro nada especialmente novedoso.

Amando Carabias dijo...

Gaspard: Efectivamente, como suelo decir, algunos van con veinte o treinta años de retraso. Cuando algo varía, ellos se rasgan las vestiduras y, sin embargo, son los que más se 'aprovechan' de la legislación. De todos modos, muchas veces los daños colaterales como dices son mejor que la destrucción, y no creo que haya tanto irresponsable a pesar de que la tasa de divorcios haya aumentado, sobre todo cuando puede haber damnificados. Quiero decir que muchas veces (y sé de lo que hablo, no lo dudes)se prolongan demasiado peligrosamente relaciones que han muerto hace tiempo, precisamente por no dañar a los hijos. Y sin embargo, quizá se hubiera hecho menos daño no habiendo prolongado la situación, porque en el alargamiento artificial, algo así como un coma inducido, han tenido que soportar situaciones que, ésas sí, son como puñaladas para su corazón.
Respecto de lo de la viudez, pues no sé. Creo que hablas de algo muy personal, por tanto no diré nada, y desde luego tu postura es la ideal, es la del perfecto enamorado, la que cumple, mejor dicho, encarna, los dos últimos versos de uno de los mejores poemas de amor escritos nunca en la literatura universal, y lo escribió Quevedo:
serán ceniza más tendrán sentido,
polvo serán, mas polvo enamorado
.
Dicho esto, creo que no se puede exigir lo mismo a todo el mundo. Algunas veces sería inhumano.
Si me permites, Gaspard, esta situación da para otro buen relato.

Amando Carabias dijo...

Pepe Gónce ¡Qué curiosa paradoja nos traes! según los 'sabios' la 'ignorancia' trae la felicidad! En fin, pudiera ser.
De lo que estoy seguro es de que eres sabio, que no ignoras casi nada que importe y que en tu caso, como en el de los verdaderos sabios, es tu gran corazón lo que te trae la felicidad. Quizá más que ignorancia, se trate de comprensión y de entender que somos tan débiles como cualquier criatura, y que, en realidad, estamos a merced de tantas cosas...
De nuevo una magnífico tema para enriquecer también mis palabras.
Gracias en nombre de todos. Y comparados con vosotros nuestros famélicos 29º es para pasar frío, brrr!!! ¿Entonces por qué sudo?

Amando Carabias dijo...

Ferran: Sí, es tremendo esto de las relaciones humanas, de los deseos, de los enamoramientos, de las pulsiones. ¿Es posible amar a dos seres humanos al mismo tiempo, sin pensar que se tratan de vestidos? Es complicado y es una pregunta a la que de muchos modos se ha acercado la literatura.
Para que todos sepamos a qué te refieres, me permito transcribir la última estrofa del poema de Jaime Gil de Biedma al que te refieres: Pandémica y celeste:

Sobre su piel borrosa,/cuando pasen más años y al final estemos,/ quiero aplastar los labios invocando/ la imagen de su cuerpo/ y de todos los cuerpos que una vez amé/ aunque fuese un instante, deshechos por el tiempo./ Para pedir la fuerza de poder vivir/ sin belleza, sin fuerza y sin deseo,/ mientras seguimos juntos/hasta morir en paz, los dos,/ como dicen que mueren los que han amado mucho..

Isolda Wagner dijo...

María, aprovecho la generosidad de Amando, para felicitarte por tu entrada en J.C. Sois admirables y olvidemos los tecnicismos.

Amando, como tu has dicho, hablaba de la lógica; personalmente no me permito odiar.

De la viudez, Gaspard, el amor perdura cuando se ha amado mucho.

Lo que no quita para amar a más de uno y no estar loco...

Besos serán, mas besos enamorados.

Flamenco Rojo dijo...

Amando, te pido perdón como Isolda.

María, con relación a tu comentario en el blog de JC, se puede decir más alto pero no más claro.

Tu dedicación, envidiable.

Abrazos vecina.

Amando Carabias dijo...

Isolda, Pepe Gónce... y María (por alusiones): Tenéis razón los del sur, ambos. La entrada de María, ha sido muy buena, y quiero resumirla aquí, aunque no venga a cuento, pero ya que la habéis cittado... Ahora terminaríe de acicalar el post de hoy, este Elio me ha prepardo un lío...
Digo que María ha hablado y hecho distingos entra los Técnicos de Educación Infantil y los maestros; pero sobre todo, ha hecho un hermosísimo canto a los jóvenes que comparten con nostros este planeta y con su permiso copio literalmente esta parte del comentario que supongo será la causa de las alabanzas de nuestros amigos:

"Y no todos los chicos/as en edad escolar son semidelincuentes, no... En tu época ¿tenían acceso a la educación todas las personas hasta los 16 años? ¿Qué ocurría con los alumnos/as que no querían estudiar? ¿Quién accedía a la universidad? ¿Qué papel desempeñaban los padres en la educación de sus hijos? Podría continuar formulando mil y una cuestiones al respecto...
No, los maestros, profesores, técnicos o como quieran denominarnos -me importa un bledo la denominación- no somos tecnoeducadores: somos personas que procuramos realizar nuestro trabajo de la mejor manera posible, trabajo que no sólo consiste en transmitir unos conocimientos, sino en algo mucho más importante y a la mayoría nos gusta hacer lo que hacemos. Llevo casi 30 años en este mundo; he pasado por muchos centros -todos públicos-de todos los niveles y con alumnos de diferentes procedencias. He compartido tareas, proyectos y alumnos con mucha gente pero he conocido a pocos tecnócratas de la enseñanza y a muchos auténticos profesionales, comprometidos con su trabajo y apasionados con lo que hacen.
Sólo quería aclararlo. Saludos africanos."

Anónimo dijo...

Gracias queridos...como una es como es y me han dado donde me duele, acabo de completar la jornada en el blog vecino con otro comentario..Y es que ya no puedo más con tanta demagogia y rollo malo. Felices sueños desde el norte de Africa. María A.

Ferran dijo...

María: yo llevo desde 1978 en la enseñanza, hasta 1990 en secundaria, y desde entonces en la universidad. He visto la multitud de planes de estudio que se sacan de la manga todos los ministros que pasan por el despacho y tienen que dejar esa huella (especialmente en la universidad, donde creo que he vivido seis planes distintos). Recuerdo mis años de instituto, siempre en barrios humildes (diez de ellos en San Ildefonso, una barriada de Cornellá, una "ciudad satélite") como un tiempo,simplemente, feliz. Aquellos hijos de trabajadores del Bajo LLobregat eran una delicia. Buenos, sin doblez: algunos, con ganas de aprender y con una brillantez que te obligaba a darles todo lo que podías y sabías. Otros, confesándote que no les interesaban algunas cosas, pero con mucho respeto, aunque podías ir modificando esa impresión suya y hacerles ver que lo aparentemente superfluo es casi siempre lo esencial. No sé de qué ha ido el debate en el blog de JC, entre otras cosas porque salí de ese lugar con la amargura que produce no poder hablar de nada, ni siquiera de fútbol, sin que irrumpa el desequilibrado de turno que debe de encontrar alguna compensación afectiva indispensable en el insulto, la burla y convertirse en el centro de todo, incluso del reproche. Pero intuyo, en esas palabras tuyas, que eres una profesional abnegada, que conoce hasta dónde se puede llegar y cuándo se nos pide trabajos de sustitución de unas tramas de socialización cultural que no podemos tomar como exclusivamente nuestras. La universidad ha sido una experiencia frustrante en muchas cosas (la distancia, el anonimato, la competencia espantosa para hacer carera a cualquier precio -y cuando digo a cualquier precio me refiero a que el precio son personas que pagan la promoción de los demás con el silencio ambiental y el ostracismo), pero también ha tenido la inmensa fortuna de ser un territorio donde los jóvenes empiezan a querer asentar sus afinidades electivas, te convocan para que les hables de literatura en una clase de historia, porque hablar de Sartre o de Camus es hablar de la historia de Francia, no limitándote a hablarles de Mendès FRance o de De Gaulle. Y ver cómo les cambia la vida (y te lo dicen, a veces, y te conmueve), que han comprendido la condición humana viendo las condiciones en las que se gestó el nazismo, que es lo que explico en segundo ciclo. Los profesores hemos sufrido expectativas excesivas por parte de la sociedad, así como la permanente sospecha de familias que creen que la enseñanza es algo ´técnico o, peor aún, un simple horario cubierto. Pero hemos tenido la inmensa suerte de ser interrogados a diario, de ser observados por quienes nos escuchaban y tener que explicarnos muy bien, porque toda una concepción de la vida estaba en nuestras manos. Hemos tenido que vencer prejuicios, hemos cambiado, nos hemos hecho mayores frente a personas que siempre tenían la misma edad. Los catorce años de quienes habían nacido en 1966 o los catorce de quienes lo habían hecho en 1977. Y yo, ahora, tengo que explicar el mundo contemporáneo a jóvenes que tenían 8 o 9 años el 11 de septiembre del 2001, queno habían nacido cuando cayó el muro...Y tratar de que entiendan el siglo XX, sus esperanzas y su espanto. Que puedan estremecerse con "Ladrón de bicicletas" o contemplando las imágenes de "El triunfo de la voluntad", con personas de su edad entusiasmadas ante Hitler...

Bueno, vaya rollo que he echado en este espacio acogedor. Un abrazo para María y para todos, aún dede Nerja.