martes, 9 de junio de 2009

AMANECER DE JUNIO

Salía aquella mañana dispuesta a guardarse el amanecer de junio en el bolso, para que le calentase la sonrisa durante toda su jornada. Bajó a la calle mirando cada paloma del alba, escuchando los gritos de charol de los vencejos de la primavera y las rocas del Puente de Euritmia le miraban con sus ojos de historia. La mano de él, tan cálida como la de hace treinta años, se adosaba a la suya con la misma fuerza con la que los niños juegan con sus globos y sus sueños. El camino se hizo sonrisa empinada. Miró a través del retrovisor de la memoria y descubrió auroras y ocasos, soles y lluvias, sueños y pesadillas, playas y desiertos, un camino largo y sinuoso cuya frontera se esquiciaba con dificultad…
Cuando la noche bajó el telón del almanaque descubrió que el brillo del amanecer de junio aún resplandecía en el bolso y acunó sus sueños en la sonrisa tenue de una hermosa melodía, la misma que le roció los oídos desde el amanecer de aquel día de junio.


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14 comentarios:

Inés dijo...

Amando, me ha encantado, bien se podría llamar el romance entre el amanecer y el ocaso.

un beso

Adrian Dorado dijo...

Una exquisita pincelada de amor, poética hasta decir basta. Bien escribidor, bien heho ese microrelato...Allí se vé que está pegando fuerte la primavera, no?

Siempre amanece en junio dijo...

Gracias Amando, un regalo de los que se guardan para toda la vida. Sabes que te llevo en el corazón.
Mil besos

Pilar dijo...

Precioso amanecer de junio...con su piano de fondo.El texto es una poesía, a ver si se decide Susana otra vez y se pone a la tarea de versificarlo.
Ya me he dado cuenta que has tenido en cuenta su referncia a Bach...eh? !Vaya detallazo!
Y de Castropol...!qué te voy a decir!...que vengas a verlo, tú y tus colaboradores y comentaristas, que yo me encargo de escanciar unas sidrinas (bueno, eso mejor Luis)y de hacer de guía, y lo que haga falta. Os iba a encantar.En agosto estoy de fijo.
Allí os espero.
Besos sumarinos.
Pilar en su Pecera.

Flamenco Rojo dijo...

Buen microrelato…Demasiado micro diría yo, pero…

Por cierto, ¿cómo se llaman los habitantes de Euritmia? ¿Eurítmicos? ¿Euritmianos?

Ah, Bach, eterno Bach…

Abrazos fuertes.

Amando Carabias dijo...

INÉS: No hay mejor equilibrio que el amor entre el amanecer y el ocaso. Agradezco tus palabras.
Un beso.

Amando Carabias dijo...

ADRIÁN: Esta es la parte imaginativa del microrrelato. La primavera se está haciendo de rogar. Ayer vendavales y lluvias y termómetros con un sólo dígito. Uno, con tal de llevar la contraria, pues da a entender un tiempo mucho más benigno.

Amando Carabias dijo...

SIEMPRE AMANECE... Es que tienes un corazón muy grande.

Amando Carabias dijo...

PILAR:Cuesta poco trabajo, algunas veces, sacar una sonrisa o una lágrima de felicidad, y si puedo y tengo tiempo, ¿por qué, no? Además, estoy aprendiendo a introducir enlaces directos a otros documentos de internet desde esta ventanita. Me encontré el vído de Castropol y lo intenté, de paso hacía un guiño a cierta asturiana. Fíjate con que poquito todo el mundo contento...
Aprovecho para decir que sí en esta ventanita se ve un texto en azul y el puntero del ratón se pone en forma de manita, es que allí se puede apretar, casi seguro que pasa algo. Si no pasa nada, se me habrá olvidado poner alguna letra, algún símbolo... o he puesto por demás.
Un beso.

Amando Carabias dijo...

PEPE GONCE: Hasta ahora, y según mis investigaciones, el gentilicio de Euritmia es euritmitense, pero lo de euritmios me parece interesante.
Enconmendaré a D. Cosme Leirán Merano biblioticario de la ciudad, que si alguna vez concluye su novela sobre la construcción de la Esbelta Dorada, husmee un poco entre los legajos que duermen en el Archivo para que nos saque de dudas.

Isolda Wagner dijo...

Amando, yo también creo que tienes un corazón muy grande y sobre todo lleno de poesía. Ay Don Cosme Leirán... me encanta el nombre.
Todos formamos parte de Euritmia, todos los que te leemos y te queremos.

Pilr de la Pecera,no lo digas muy alto que más de uno nos apuntaríamos a una excursión de las vuestras a Castropol.

Besos al ecribidor desde el sur.

Maria Sangüesa dijo...

Guardar el amanecer en el bolso y sacar su resplandor cuando cae la noche...es buenísimo. Las metáforas del relato son para descubrirse ante ti. Gracias por tu relato y por la música. Un fuerte aplauso y un beso.

Amando Carabias dijo...

ISOLDA: Acabaré colorao como los cangrejos.
No, qué va, lo que pasa es que hay ciertas personas que se merecen mucho, mucho, mucho, mucho.
Cosme Leirán es uno de los personajes más entrañables que me nació... La verdad es que medío existió en el cuerpo de otro hombre no menos entrañable. La suerte es que mientras el cuerpo aguante, de vez en cuando sabremos de sus andanzas, de sus poemas y de sus amores con Verania.
Un beso.

Amando Carabias dijo...

NARÍA SANGÜESA: No sé si a ti te pasa, pero a mí me sucede que este contacto tan fluido con vosotros, incluso con grandes poetas como tú, me estimula y me obliga cada día un poquito a indagar, a buscar en mi propio interior...
Está todo dicho en literatura (me refiero a los temas), pero cada época y cada persona tiene que buscar su modo de expresarlo. En el fondo esto es la literatura, incluso esta mía: el modo de decir las mismas cosas que son inmutables para el ser humano.
Cambian las modas, cambian las formas, cambian las apariencias, pero los verdaderos motores de la vida de cualquier ser humano no varían, no han variado desde que aquel eslabón perdido convirtió a un homínido en humano.
Para mí este blog, con todo lo que lleva aparejado: vuestros comentarios, las lecturas de vuestros propios cuadernos cibernéticos, incluso la intensidad en las relaciones personales, supone uan ahondamiento en el propio proceso creativo.
Así que a todos os debo algo, algo que es muy grande, desde luego.