lunes, 25 de mayo de 2009

CUANDO LOS VERSOS TIENEN PRECIO

Foto tomada del El País digital
El Poeta en Velintonia, su casa, hacia 1977

Esta noticia de El País me ha dejado suspenso: hasta los versos, algunos versos, son fagocitados por el dinero, el cruel dinero que puede sacudir hasta los cimientos de la sensibilidad más exquisita.
Ahora no me importa la noticia en sí misma, ni siquiera la obra de Vicente Aleixandre. No es que no me importe, cómo no me va a importar si es uno de esos poetas a los que convendría estudiar a fondo.
Lo que aquí dejo aquí es la rabia que me ha producido la lectura del artículo. Me repugna el contenido de la noticia.
Ahora que lo he dicho me siento mejor, como liberado.
Me repugna, porque el estupor alcanza a parecerse al vómito negro.
Por alguna extraña circunstancia que se asemeja a su propia obra, un poeta de izquierdas y homosexual y débil enfermo crónico obtuvo todos los reconocimientos del franquismo y vivió con cierta placidez en la España que odiaba a las izquierdas a los homosexuales y a los enfermos crónicos por ser débiles, por ser una carga, por ser poco representativos del vigor hispano.
¿He dicho que por una extraña razón?
No, no es verdad. La razón es muy sencilla, a Aleixandre no le entendía nadie, salvo los iniciados en la poesía, en esa poesía suya tan hermética y al tiempo tan clara, mejor dicho, tan luminosa, como un diamante al amanecer. Tan luminosa que deslumbraba y deslumbra a quien se acerca a ella sin protección.
¿Si Vicente Aleixandre no hubiera sido galardonado con el Premio Nóbel en 1977, su archivo personal se hubiera tasado por los cinco millones de euros que la Diputación de Málaga estaba dispuesta a pagar? ¿Si Vicente Aleixandre no hubiera sido galardonado con el Nóbel en 1977 Velintonia se tasaría en una cantidad similar?
¿Esperaron sus versos a obtener el Premio Nóbel para florecer como una ola vertical en medio de Madrid? ¿Esperaron sus versos a lucir semejante oropel para gemir por la destrucción o el amor? ¿Esperaron sus versos a ese premio para ser fanal tras el que crecieron y crecerán tantos versos?
La poesía de Aleixandre nunca me atrajo lo suficiente. Como mucha poesía contemporánea, necesita de una lectura sosegada que se asemeja a la degustación morosa de un manjar exquisito. Meditación contemplativa. Me acuso ante vosotros de no haber tenido nunca esa paciencia. La lectura de un libro de poemas es algo así como un viaje lento por un paisaje complejo que no sabría explicar. Al contrario, siempre he sido más partidario de la otra poética que genéricamente podríamos llamar de la experiencia o del realismo, esa lectura que, sin embargo, es engañosa, porque nos conformamos, los lectores digo, con haber comprendido lo que el poeta parece que quiso decir.
Pero si Aleixandre hubiera escrito como lo hacía Alberti, por no cambiar de generación, y le hubieran dado el Nóbel, hubiera pasado lo mismo que está pasando ahora. De hecho ocurrió algo similar sin habérselo dado. Casualmente en 1977 muchos quisieron que se lo hubiera llevado el gaditano y no el sevillano. Se dice que aquel premio fue como un homenaje a la generación de la que formaron parte ambos.
Y sin embargo los versos de los poetas no nacieron para ese destino. Los versos del poeta atravesaron su corazón parra arribar a otras conciencias, para mostrar esa realidad que, incluso, no existe, ni siquiera sabemos si va a existir.
¿Acabaré sin dejar un racimillo con los versos del poeta...?
Sólo unos pocos de un poema de amor estremecedor titulado Se querían que forman parte de su libro La destrucción o el amor:
(...)
Se querían como las flores a las espinas hondas,
a esa amorosa gema del amarillo nuevo,
cuando los rostros giran melancólicamente,
giralunas que brillan recibiendo aquel beso.
*
Se querían de noche, cuando los perros hondos
laten bajo la tierra y los valles se estiran
como lomos arcaicos que se sienten repasados:
caricia, seda, mano, luna que llega y toca
*
Se querían de amor entre la madrugada,
entre las duras piedras cerradas de la noche,
duras como los cuerpos helados por las horas,
duras como los besos de diente a diente solo.
(...)

9 comentarios:

Flamenco Rojo dijo...

Por dinero tenemos que trabajar todo el día, por dinero hay guerras, por dinero muere gente, por dinero niños mueren de hambre. Por dinero tantas cosas... Maldito dinero, ¿en que estarían pensando los fenicios?

Poderoso caballero es don dinero

Madre, yo al oro me humillo,
Él es mi amante y mi amado,
Pues de puro enamorado
Anda continuo amarillo.
Que pues doblón o sencillo
Hace todo cuanto quiero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.

Don Francisco de Quevedo

Buen día tengan vuestras mercedes

Adrian Dorado dijo...

Buenos Dias para mí, para vosotros deben ser como las 14:45 yo desayunando y aprestándome a un asado típico de 25 de mayo día (hace muchos años ya) en que nos independizamos de vosotros (vaya estupidez)para seguir dependiendo pero ya de Inglaterra que era como el Barça hoy día y luego pasamos de mano cuando la guerra la ganaron los BIG BROTHER y fueron los gringos nuestros mandameses y ahora un bonito mix de capitales gringos y de la UE, o sea todo igual que siempre pero nosostros, gracias a ese evento del 25 de mayo, comemos aunque mas no sea una vez al año el típico asado de festejo...de festejo de qué? digo yo....
Que sobre los funcionarios públicos y en especial del área de cultura ya me he expedido con cierta virulencia en mi blog(conste que menciono a la zona sin ánimo publicitario que tengo unos contertulios de primera)y no me seguiré amargando el día pensando en los intereses materiales que se interponene SIEMPRE entre el arte y sus destinatarios. Entre los artistas y los lecto-espectadores o sea, Gonce, los típicos intermediarios (serán los fenicios a los que te referías)que aparecen desde bajo las piedras cuando se enteran que alguien necesita algo y allí están ellos, so pretexto de tantos altruismos, manipulando todopara el lado de sus espúreos intereses...y ni que hablar de los herederos..que ese es otro tema..mejor ni hablar pues, en mi caso involucra a mis hijos,que los adoro (como os imaginais) pero ¡Huy! Ya he cometido el error de imaginar esos momentos testamentarios ¡Ufufú! Los humanos!!!!
Así es como estoy donando a museos y que mi obra tenga estado público que para eso la he hecho..en fin...¡¡¡Qué temita mi amigo que temita!!! Sí habré visto obra de escultores en los volquetes de escombros pues lo que importaba como valor era la propiedad que se había vendido y esas "cosas" muebles pues... ¡molestaban!¡Hombre! ¡Pero qué manía de hacer.. y tanto!!!¿¿¿Qué se han creido estos escultores???
Ya los poetas ocupan menos lugar y llegado el caso a los papeles se los lleva el viento...son menos molestos..a menos, como en el presente tema que uno se haya ganado el Nobel con lo cual pasan a ser, de papel higiénico a papiros sagrados....
Y así el mundo amigos...
Igual, la felicidad de hacer no te la quitan...allá ellos

Arbazos abarzados

Alena.Collar dijo...

Aleixandre -para mí- es una de las más altas poéticas que se han escrito en castellano desde el siglo de oro.
Es un hontanar de belleza, una limpidez tal en sus poemas que traspasa. Si tuviera que asemejarlo a alguien en la calidad lo haría a San Juán de la Cruz. Tan recóndito como él, tan apartado como él, tan sin decir diciendo.
Los herederos ni siquiera se asemejan a él en las huellas que dejan en la arena.
Vicente Aleixandre estuvo apartado de casi toda parafernalia; más por íntima convicción que por otra cosa. Aleixandre no es-permítaseme la blasfemia- "generación del 27", le pasa lo que a Luís Cernuda y a Manuel Altolaguirre, que no participan del bamboleo y alboroto que Lorca y Alberti eran tan duchos en promover. Aleixandre se quedó en España y escribió. Bien y¿porqué no?... su poesía estuvo siempre apartada de modas, nunca descendió a la arena de la confrontación directa: le traía al fresco creo yo esa confrontación. Y no le entendieron, naturalmente, por eso le dejaron publicar; porque por ejemplo el libro "mundo a solas" es el más terrible alegato por los tiempos en los que vivió, solo que sin necesidad de escribir poemas a lo Alberti desde Roma. Dicho sea de paso, donde Alberti estaba instalado como un burgués excelso, cosa que Aleixandre no fue nunca: eso sí, fue un Señor. Cosa que el otro no fue jamás.
Me he puesto a divagar, y pido excusas por ello.

Amando Carabias dijo...

PEPE GONCE: ¡Cuántas veces he dicho lo mismo que tú! El día en que unos granos de trigo se pudieron vender por unas pepitas de oro, y no se trocaron por otra materia, empezó nuestra desdicha. Alguien aprnedió que si tenía muchas de esas pepitas e incluso lingotes, poseería hasta a los individuos.
Y nos lo creímos...

Amando Carabias dijo...

ADRIÁN: No está tan lejos tu entrada ¿triple? en La Zona de este asunto. La obra de los más grandes supuestamente es imperecedera, destinada a todos los humanos que puedan gozar de ella...y por tanto no debería haber nadie que la utilizara en su favor. Y bien dices que los intermediarios, esos fenicios de Pepe Gonce en cuanto huelen un negocio, en cuanto intuyen que algo es excepcional (y por tanto muy demandado) empiezan a extender su panoplia de argucias.
Como bien dices, en la mayoría de los casos la labor artística acaba en elgún vertedero cuando el artista desaparece. Quizá eso sea más triste aún que lo contrario, al menos igual de repugnante.

Amando Carabias dijo...

ALENA: Empiezo por el final. No divagas casi nunca, o no me entero de nada, y en todo caso, no tienes que excusarte.
Como he dicho en la entrada, para mi vergüenza, no he sabido saborear lo suficiente la poesía de este sevillano. Pero si tú dices (y criterio tienes para ello, aunque sólo sea por tu formación) que es comparable a San Juan de la Cruz -que para mí es la cima-, me tendré que clavar en la neurona de tareas pendientes una lectura concienzuda de su obra.
Respecto de lo que dices sobre Alberti y él, siempre sentí lo mismo o parecido. Probablemente hubo más silencio dentro que fuera, pues fuera algunos como Alberti, tuvieron buenos altavoces que utilizaron, con la sabiduría con la que se utiliza la propaganda.
Como dijo Gamoneda una vez que estuvo en Segovia, hay una línea de poesía que tiene que ver con la creación del propio artista, con la imaginación pues, que viene de San Juan de la Cruz -él lo citó estoy seguro- y empalma entreo otros con Juan Ramón Jiménez con parte de la obra de Lorca y con Aleixandre. No se citó a sí mismo, claro, pero quizá habría que colocarle también.
Ahora el que divaga soy yo.
Un beso, y gracias por tu visita.

Amando Carabias dijo...

Fijaos cómo están algunas cabezas que he tardado diecisiete horas en darme cuenta que esta entrada no la había titulado.

Isolda Wagner dijo...

He ido a buscar una antología que tengo de Aleixandre, data del 77, lógico. Infinidad de poemas marcados, que me parecieron, como dice Alena de una claridad apabullante. He releído algunos y mantengo lo dicho.
A todos vosotros, que llenais este sitio de verdades, añado con el corazón, porque también sé de lo que hablo, MALDITO DINERO!
Pepe: Quevedo tiene razón en todos los casos.
Amando, Adrián estoy ansiosa por lo que intuyo ha de venir. La felicidad de hacer, no os la quitará nadie.
Besos y arbazos para todos.

Amando Carabias dijo...

ISOLDA: Hay que tener una inteligencia y una mirada muy clara y muy perspicaz, como demuestras tantas veces, para decir que los versos de Aleixandre son de una claridad apabullante.
Lo que ha de venir llegará en su momento, y como acabo de contestar a Chus en la entrada de más abajo, quizá diga algo en alguna de las próximas entradas. No en la de mañana, creo.