jueves, 19 de febrero de 2009

SIN RESPUESTAS

Imagen de archivo de Jade Goody. AFP, publicada por El País Digital

Estaba escribiendo sobre otra cosa cuando ha llegado Marián, para pedirme que fuera a escuchar una noticia que daban en la radio. Como me ha parecido increible lo que escuchaba, y eso que el tono de quien allí hablaba era perfectamente serio, he buceado un rato por la prensa digital, y he llegado a la conclusión de que debe ser cierta, pues se repite la información, e incluso se cita al Primer Ministro británico.
Si no tenéis muchas ganas os resumo los fundamental: una exconcursante de la versión británica de Gran Hermano del año 2002, Jade Goody, tras un duro tratamiento contra un cáncer de útero que no ha vencido, ha vendido sus últimos días o semanas de vida a una televisión británica por poco más de un millón de euros. También ha vendido la boda que será el próximo sábado, y el bautizo de sus dos hijos. Su justificación, parece, es garantizar una buena educación a ambos críos.
Estos son los hechos.
Sólo entiendo una cosa: si la cadena de televisión paga más de un millón de euros es que está convencida de que sacará mucho más.
Ahora mis preguntas, porque mi cerebro, quizá sea a causa de la hora, no da para mucho:
¿Cómo es posible que nadie pretenda pegarse a la televisión para ver cómo agoniza y muera otro ser humano? ¿El ser humano es capaz de poner precio a cualquier cosa de su intimidad, hasta a su muerte? ¿Todo tiene precio y el único problema, pues, es disponer de dinero para pagar lo que nos pidan por ello? ¿Es todo perfectamente moral -lícito es evidente que sí- o ético? ¿Nuestra cultura occidental y capitalista nos lleva hasta aquí?¿Por qué el ser humano siente tanto placer al contemplar a otros congéneres y más si estos sufren? ¿La intimidad sólo es invulnerable cuando no hay dinero de por medio?
Bueno, no sigo, para qué...
Ah, antes de que se me olvide, más que nada por si no lo he dejado muy claro, que con la confusión y el sueño todo puede ser:
A mi modo de ver, la única que ha actuado con perspicacia y sensatez es Jade Goody. Ha demostrado que conoce muy bien el mundo de la televisión, que conoce perfectamente el corazón humano y, más aún, ha demostrado que quiere muchísimo a sus hijos y que ya que va a desaparecer saca el máximo partido a su existencia, aunque sólo sea crematístico.

3 comentarios:

S.C. dijo...

Alucinante.
A ver lo que tarda en llegar aquí.

Adrian Dorado dijo...

No asevero nada pues como estoy en la edad de ls dudas, me cueta, pero creo que el anonimato se ha puesto muy degradado en estos tiempos mediáticos y donde NN es lo cotidiano, lo masificado, lo gris inexistente. Si te nueres a ojos vista pasa a ser alguien un breve tiempo, pero un alguien, no un don nadie. Si hay parné pues se hace mas interesante y si encima lo haces para garantizarle una buena educación a tus hijos pues eres no sólo una víctima injusta del cancer propio sino social...Ahora que buen recuerdo para los crios, no y eso, tenerlo grabado en DVD y ver a tu made paulatinamente poniendose mas blanquita y chupadita, hasta el estertor final...jó esos sí que son realismos...Y por otro lado es que ya las decapitaciones hacha n mano vedugo en plaza no se estilan, los grrotazos viles no atienden mas en palacio y as cámaras de gas son de otro lado del continente pues, joder, dejarnos tener algo de diversión de vez en cuando, no?
Encima se han terminado los despanzurrados a los que nos habíamos acostumbrado con lo de Gaza!

Amando Carabias dijo...

A todos los que entréis. Me cuenta Marián que esta tarde han dicho en una cadena de la tele que Jade Goody ha desistido de su intentona. Parece que el revuelo que se ha organizado en Inglaterra ha sido de cierta intensidad y han decidido volver a la cordura. Eso sí, la exclusiva de la boda y del bautizo la mantiene.

SC: Me temo lo peor. Si en Gran Bretaña están así, imagínate en la tierra de María Santísima, donde la semana santa acaba el viernes santo. (En muchos sitios es lo único que existe). Quiero decir, donde la muerte es un espectáculo. Aunqe pudiera suceder lo contrario, y precisamente por ello tengamos más respeto a nuestro propio sufrimiento.

ADRIÁN: Debe ser esa la explicación. En el fondo, los vampiros son una leve mutación de la mayoría de la especie humana que necesita que sea explicitada la sangre y el dolor para satisfacer algunos de sus instintos más primarios. Quizá más que una especie cazadora, seamos una especie carroñera.