sábado, 17 de enero de 2009

LA METAMORFOSIS DE LOS ALHELÍES

Duermen los alhelíes rojos, callan
bajo la tierra ensangrentada, blanda
de vísceras resquebrajadas, rotas.
Duermen los alhelíes rojos, tiemblan
acurrucados en la sombra inerme
de este dolor inabarcable, negro.
Duermen los alhelíes rojos, sueñan
con que el frescor de su perfume intenso
muera esta madrugada repugnante.
Duermen los alhelíes rojos, niegan
la opción de que su aroma desdibuje
la nauseabunda fetidez de sangre.
Duermen los alhelíes rojos, oran
para evitar ser cómplices incautos
de olvidos, desmemorias y mentiras.
Duermen los alhelíes rojos, borran
tirabuzones negros que sonríen
seda en los labios que musitan salmos.
Duermen los alhelíes rojos, miran
las ilusiones desgajadas, yertas
sólo aptas para pudrideros negros.
Duermen los alhelíes rojos, niegan
repartir el fragor de su perfume
dentro del territorio devastado...
Duermen los alhelíes rojos, sueñan
con marchitarse en este instante nítido.
¿Sabrán ellos que son inmarcesibles?
Duermen los alhelíes rojos, duermen,
ajenos a una voluntad más alta
que determinará un milagro oculto,
que su perfume ondeará en la brisa
de esta sangrienta madrugada bruna
Quizá, al amanecer, los alhelíes
rojos de sangre que declina y llora,
se conviertan en alhelíes blancos,
en alhelíes albos: vida y vida.

2 comentarios:

Flamenco Rojo dijo...

A cuantos palestinos le levantaría el ánimo saber que un segoviano se acuerda de ellos y le escribe un poema lleno de vida.

Un abrazo.
Pepe Gonce

Amando Carabias dijo...

Flamenco Rojo:
Ojalá, Pepe, y ojalá que a muchos otros se les cayera la cara de vergüenza porque un segoviano tuviera que escribir estos versos.
Ha pasado casi un año, y mira, poco o nada hemos avanzado.